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El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, charla con José Manuel López cuando aún era jefe de la Policía Local. MARIO ROJAS

«José Manuel ha hecho lo peor que se puede hacer, morder la mano que te da de comer»

En las conversaciones intervenidas por la UDEF en el 'caso Enredadera' se advierten diferencias entre el exjefe de la Policía y los cabecillas de la trama | Los empresarios implicados entregaban dinero y prebendas a cargos públicos a cambio de ventajas en licitaciones

JUAN CARLOS ABAD/RAMÓN MUÑIZ

OVIEDO.

Viernes, 3 de agosto 2018, 03:31

El empresario Ángel Luis García Martín, uno de los principales encausados en la 'operación Enredadera', acusó al exjefe de la Policía Local, José Manuel López, de haber «hecho lo peor que se puede hacer, morder la mano que te da de comer». Así se evidencia en las conversaciones interceptadas por la UDEF durante el desarrollo de la 'operación Enredadera', en la que el comisario está investigado por supuestos amaños de contratos en el área de Seguridad.

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De las palabras de García, alias 'el patatero', también se deduce que pese a que los conseguidores de la trama se jactaban de que en «Oviedo hacemos lo que queremos» y presumían de almuerzos con políticos de primera línea en el Principado, en ocasiones las cosas se les torcían. Con el Consistorio ovetense, de hecho, Aplicaciones Gespol (la principal empresa vinculada a la trama) solo mantiene un contrato en vigor, el de los programas informáticos para las PDA de los agentes de seguridad. La compra en 2014 de un radar móvil para la Policía Local fue para otra de las sociedades: Integración de Servicios Administrativos. Una mercantil que en 2017 pasó a manos de García y que puede ser el origen del distanciamiento entre el comisario y el empresario.

Esto último se deduce de otra de las escuchas. En mayo de aquel año y hablando con terceros, García acusa a López de beneficiar a su exsocio -antiguo dueño de Integración de Servicios- en la licitación de un contrato del área de seguridad, afirmando que «le tiene enganchado por los huevos» porque «le pagó dinero». López, en cambio, le contestó que son unos «chapuzas» y que «presentaron una oferta técnica que no se ajusta al pliego».

Todo, cuando en otra de las conversaciones intervenidas, García habla con el también encausado Roberto Legazpi, ejecutivo de Valoriza, mercantil en la que está integrada Gespol, y le explica que el exjefe y un antiguo responsable de seguridad municipal están haciendo el pliego del contrato de comunicaciones en el despacho del comisario. «Es para nosotros, sabes, lo vamos a ganar nosotros, sí o sí, está cerrado, seguro», dice el conseguidor. En esa conversación también se desprende el pago de dinero, 1.500 euros de sueldo, al funcionario jubilado del Ayuntamiento de Oviedo al que consideran su «hombre en Asturias».

Finalmente, ese contrato de comunicaciones, de emisoras, para la Policía Local no fue para ellos. Se frenó por dos vías y está por recepcionar. Por un lado, una de las aspirantes, Eagle Eye, impugnó la licitación y fue paralizado por el Tribunal de Contrataciones Administrativas; por el otro, un informante envió por registro al Ayuntamiento un documento en el que los pliegos estaban dirigidos. Seguridad Ciudadana se olía algo raro y remitió el procedimiento a Fiscalía que, por su parte, no advirtió irregularidades.

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Por otro lado, los investigados hablan de otra oferta pública, la de modernización de la Policía Local y afirma que la van a redactar trayendo «papel y lápiz» a Oviedo porque es la que les «interesa». «Yo llevo jugando al gato y al ratón con José Manuel, el poli de Oviedo, pero hoy te aseguro que estaba entregado a tope», se lee en otra transcripción que dice 'el patatero'.

El sumario del caso también deja claro que los agentes de la UDEF se dieron cuenta de las dificultades del Ayuntamiento para licitar. «En relación con la adjudicación de contratos, ha sufrido diferentes avatares, que se han traducido en la paralización de concursos, en parte por la guerra interna entre autoridades y funcionarios», apuntaron en los documentos.

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Se da cuenta de ello en conversaciones entre el propio exjefe de la Policía Local y el otro imputado en Oviedo, el subinspector responsable del área Técnica de la Policía Local de Oviedo, en las que hablan de cómo se han redactado los pliegos y cómo al «alcalde no le ha gustado nada» que una de las empresas recurriera y que un particular enviara información acerca de las supuestas irregularidades. De ahí vienen las discrepancias y la pérdida de confianza de Wenceslao López y Ricardo Fernández en el comisario caído en desgracia y que esta semana ha recurrido su destitución ante el juzgado de lo Contencioso-Administrativo.

Rechazó una cena

Según avanza el proceso de contratación y, sobre todo, se anuncia la licitación por dos millones de euros del contrato de las tabletas de la Policía Local, los viajes a Oviedo de los presuntos implicados en la trama son más frecuentes para sumar conseguidores que eliminen competencia y remilgos de los técnicos y de Contratación. «En Asturias quieren a gente de Asturias, que si se contrata a yerno, hija y a quien sea, se le da 1.000 euros todos los meses y llevan el contrato», afirma García.

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El comisario López, pese abrirles las puertas del Ayuntamiento, tiene reparos. Invitado a cenar, responde que «cuando hay concursos no está con nadie de los que se presenta». Al día siguiente defiende la legalidad del proceso: «Aquí, las que ganan los concursos son las que presentan la mejor oferta y lo saben las mesas de contratación la independencia que tienen la hora de trabajar». Gespol no se llevó el contrato de las emisoras, fue otra mercantil: Aerco.

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