Los jóvenes sortean la escasa vigilancia del antiguo HUCA y «campan a sus anchas» hasta por las azoteas

«Un día vamos a tener una desgracia ahí por la negligencia de no impedir que los jóvenes, que cuanto más riesgo hay parece que más les gusta estar en estos sitios, entren ahí. Lo normal en el viejo HUCA, tal y como está, es que ocurra un accidente, no lo contrario, y si se sigue permitiendo que grupos de chavales, quince, veinte o treinta o los que sean, entren como han estado entrando, va a acabar pasando algo», denunció Del Fresno.

En sus palabras, los intrusos –jóvenes, que acceden para explorar el recinto y hasta para hacer botellón, o cuadrillas de saqueadores– siguen accediendo cada día a los edificios «sin control» y teme que la paralización de los derribos provoque un «efecto llamada» de intrusiones, vandalismo y robos.

El diputado del PP regional José Agustín Cuervas-Mons le puso, por su parte, cifras a la problemática. Criticó que el Principado «se ha gastado cerca de 8 millones de euros en contratos de seguridad –la Consejería de Hacienda mantiene que son del orden de 4 millones– que no han servido absolutamente para nada» y que «durante años, el viejo HUCA ha sufrido saqueos, robos y un deterioro evidente a plena luz del día mientras la Administración autonómica miraba hacia otro lado».

A tenor de la paralización de las demoliciones en los edificios de titularidad regional, el consejero Guillermo Peláez deslizó en la pasada comisión de Hacienda una posible indemnización futura a la empresa adjudicataria del contrato, Hercal Diggers, por las tareas de seguridad y vigilancia que deberá llevar a cabo en el recinto acotado durante los meses de suspensión. Algo que, según expuso CCOO del Hábitat a través de una nota de prensa, «sólo puede ser ejecutado por empresas homologadas del sector y no por una entidad contratista de obra».