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«A 4 kilómetros de Oviedo, a años luz en otros asuntos»

Los vecinos de San Cipriano de Pando reivindican «el arreglo de la iglesia, que es lo que nos hace ser parroquia»

COVADONGA DEL NERO

OVIEDO.

Lunes, 23 de agosto 2021, 00:16

A apenas cuatro kilómetros del centro de la ciudad, la parroquia de San Cipriano de Pando cuenta con entorno a 130 habitantes y algo ... más de 50 viviendas. Pero los vecinos sienten que «en algunos asuntos, como la limpieza o la situación de nuestra iglesia, estamos a años luz».

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De hecho, su principal reivindicación es el ensanche de uno de sus caminos, uno ascendente que continúa pasada la parada del autobús de Pando, 13 y la desviación a la iglesia, el cual «creemos que para octubre comenzarán las obras, según nos aseguró Alfonso Pereira, concejal de Vías Urbanas y Rurales». Con estos trabajos, la asociación de vecinos se muestra «muy agradecida». Ya que también acaban de instalarles una nueva marquesina y les han asfaltado unos 200 metros a su alrededor.

Eso sí, están «hartos» de los botellones que se organizan en el entorno de la iglesia. Una iglesia que aparece citada en la documentación del siglo X, por lo que es milenaria, y ahora amanece a diario llena de bolsas de basura con refrescos, latas de cerveza, cajetillas de tabaco y pintadas en la fachada de la edificación. «Es una vergüenza cómo queda la zona; vienen a menudo, casi todas las tardes y noches y dejan todo hecho una porquería», critica José Allonca, miembro de la asociación.

La asociación nació en 2007 y su actual presidente es José Antonio Fernández, quien reitera la necesidad de «mejorar nuestra iglesia y el muro del cementerio». Además, varios vecinos piden la limpieza y la poda de árboles, que provocan «que la luz no traspase sus hojas y los caminos parezcan un túnel».

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Asimismo, la falta de cunetas en la parroquia provoca que «cada vez que llueve, el camino se convierte en un auténtico río». Y, esas aguas, llevan consigo todos los restos de limpiezas y desbroces. «Pagamos impuestos al Ayuntamiento para tener que hacer nosotros nuestros propios arreglos para la zona», critican.

Para comunicarse con la ciudad cuentan con la línea M del autobús, que pasa cada hora y une la plaza de Primo de Rivera con Faro.

Tranquilidad

Si algo resaltan los vecinos de San Cipriano de Pando es «la tranquilidad de la vida rural». Aunque también sus fiestas, paradas durante dos años por la evidente pandemia. El primer fin de semana de julio celebran el día del bollo, con una carpa de casi 800 metros y espacio para 600 personas donde celebran sus días favoritos.

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Desde que la pandemia llegó, sí perciben las aglomeraciones de caminantes que «redescubrieron» el concejo, más allá del centro. «Los fines de semana, esto parece el Camino de Santiago», aseguran los vecinos. Así, les gustaría limpiar un camino de unos 200 metros, que «ya está ahí, pero queremos que se abra», explica su presidente, José Antonio Fernández.

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