La lluvia no frena el primer Vía Crucis de Semana santa

Eran las ocho y pocos minutos de la tarde cuando el arcipreste, Joaquín Manuel Serrano Vila, aconsejado por miembros de las hermandades de Semana Santa y las parroquias, tomó la decisión de no salir a la calle para hacer el tránsito de la pasión y muerte de Jesús en el trayecto que va desde la Catedral a la Parroquia del Corazón de María. Es decir, el Vía Crucis, expresión latina que utiliza la Iglesia Católica y que significa 'camino de la cruz', o lo que es lo mismo, el recorrido que siguió Jesús de Nazaret desde su condena a muerte hasta su crucifixión y sepultura. Ayer fue Viernes de Dolores y se celebró el primer Vía Crucis de la Semana Santa.

Un Vía Crucis presidido por el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, acompañado por otros 14 sacerdotes entre los que se podía reconocer al arcipreste de Oviedo; al deán del Cabildo de la Catedral, Benito Gallego, o el párroco de San Juan el Real, Francisco Javier Suárez.

Para incrementar el valor sacramental del Vía Crucis y sus catorce estaciones de paso, durante el trayecto alrededor de las naves laterales de la Catedral, las lecturas y las oraciones, la Agrupación Musical de San Salvador de Oviedo, que normalmente acompaña a la Hermandad de los Estudiantes, tocó música sacra propia de la Semana Santa.

En cada estación, un representante de parroquias y de hermandades del Arciprestazgo de Oviedo portando. El agua no pudo con la Cruz aunque cambió el camino del Vía Crucis.