Los médicos forenses dicen que David Carragal «murió por la caída»
La defensa de J. C. C. se apoya en el informe de estos expertos, pero un perito de la acusación advierte de «errores de base» en el documento
ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Viernes, 19 de marzo 2021, 01:38
El juicio por la muerte del profesor pixueto de 33 años fallecido seis días después de sufrir una agresión en las fiestas de La Florida en 2019 ha adquirido un rumbo «eminentemente técnico», tal y como avanzó este diario hace tan solo dos días. Gabriel Cueto, el abogado de la defensa del principal acusado, J. C. C., el llanisco que propinó a la víctima la patada que le hizo estrellarse contra el suelo inconsciente, quiere demostrar que la caída fue la causante de la muerte para tratar de rebajar el tipo delictivo de asesinato u homicidio doloso, como le piden la acusación particular y la Fiscalía, respectivamente, a homicidio imprudente; la familia de Carragal sostiene que la patada causó tanto la fractura craneal como los daños añadidos por contragolpe que terminaron con la vida del profesor el 17 de junio de aquel año, por lo que pide para J. C. C. 16 años de cárcel por asesinato. Los médicos que atendieron a la víctima durante su ingreso salvaguardan la tesis de la acusación; los forenses que realizaron la autopsia, la de la defensa.
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Ayer, los forenses del Instituto de Medicina Legal, José Antonio Sánchez Moro y César Luis Conti, fueron llamados como peritos de parte. Según su relato, Carragal recibió una patada «en la región derecha de su cabeza» que le provocó una pérdida de consciencia e hizo que se cayera hacia atrás. Esa caída «le ocasionó una fractura en el lado derecho» y propició que su cerebro se golpease contra la pared contraria del cráneo. Las lesiones de ese segundo proceso, conocido en el argot médico como contragolpe, hicieron necesaria una operación altamente invasiva que no consiguió; sin embargo, evitar la muerte cerebral. «Es una clara muerte por caída, no por la patada», manifestó ayer el primero, durante la cuarta jornada del juicio con jurado popular en la Sección Tercera de la Audiencia.
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El documento en el que se basan los forenses, aseguró después uno de los peritos llamados por la acusación particular, el catedrático de la Complutense y exmédico forense, Carlos Perezagua, «tiene errores de base» al partir, explicó, «del supuesto de que la víctima sufrió varias patadas en el suelo», tal y como había asegurado una de las testigos en la fase inicial. «La caída no produjo lesiones», determinó, confirmando la versión del médico intensivista que asistió a Carragal en la UCI del HUCA, el doctor Camilo González.
Además, añadió, «tiene más valor la opinión del clínico que ha visto al paciente y sus lesiones directamente que la del forense que se lo ha encontrado alterado días después».
El maestro fue intervenido de urgencia a los pocos días de ingresar. Ya en coma, le fue realizada una craneotomía que, según la neurocirujana que llevó a cabo la operación, le causó un infiltrado hemorrágico en la zona que «pudo ser confundido» con lesiones de una supuesta patada durante la autopsia.
Entre las matizaciones de su señoría y las preguntas que iban lanzando del tribunal popular para tratar de acercarse lo máximo posible a la verdad de los hechos, el peritaje iba inclinando la balanza en uno u otro sentido según transcurría la mañana en Pla primera planta del Palacio de Justicia. «Carragal sufrió un mecanismo lesional doble, y no me encaja de ninguna manera que la patada haya podido producir la fractura, porque ni siquiera encaja anatómicamente». Con forma de 'y', descendía por el cráneo del fallecido desde la zona parieto-occipital derecha alta sobre la «línea del ala de sombrero».
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La patada «imposible»
Otro de los peritos de la defensa, ayer, fue el criminalista forense Ángel Luis Merino. A preguntas de Gabriel Cueto respondió que a una persona como el acusado, de 1,90, le resultaría «imposible» dar una patada capaz de fracturar el cráneo de Carragal. También reconstruyó la potencia de una hipotética patada de J. C. C., con un máximo de 606 julios -hacen falta 5.000 para causar un traumatismo como ese-. Eso sí, el letrado de la familia, Ángel Bernal, afeó al perito haber «copiado y pegado» parte de la información que incluye en su informe «de un portal web de temática manga».
El juicio continuará hoy a las nueve y media de la mañana con las conclusiones de las partes e informes. J. C. C. se enfrenta a una pena máxima de 16 años -11 para el Ministerio Público-; los dos amigos, a un delito de omisión de socorro.
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