Así será la nueva flota de autobuses eléctricos de Oviedo (y el tiempo que tardarán en entrar en servicio)

La ciudad será en dos años la primera de España en contar con una flota de autobuses urbanos cien por cien electrificada. En la actualidad, la concesionaria del servicio, TUA, opera cinco buses totalmente eléctricos, a los que se sumarán veinticinco más en los próximos seis meses. El resto, otros cuarenta, llegarán en los dieciocho meses siguientes para cerrar el ciclo y olvidar por completo los motores de combustión. Ni siquiera los habrá híbridos. Para alimentarlos, treinta y cinco puntos de recarga de doble manguera con sistemas inteligentes de última generación y carga ultrarrápida con capacidad para llenar las baterías de los vehículos en un mínimo de tres horas. Estos ya están instalados desde diciembre en las instalaciones de la empresa en el polígono del Espíritu Santo y han supuesto una inversión de 4,1 millones por parte del Consistorio, de los que 3,7 provienen de los fondos Next Generation.

Se trata, en palabras del alcalde, que visitó durante la mañana de este jueves el depósito de TUA en compañía de representantes de la empresa y del edil de Infraestructuras, Nacho Cuesta, de «un avance muy importante para la movilidad; para hacer una ciudad más saludable y para ser los mejores». El regidor desempolvó su ironía habitual al asegurar que «Oviedo tiene tendencia últimamente, no sé por qué, a ser la mejor ciudad de España y yo creo que del mundo», y recalcó, más serio, que «este es un paso muy importante que hay que agradecer a la empresa» y deseando «que Oviedo sea mejor cada vez».

Por su parte, Nacho Cuesta hizo hincapié en que esta actuación conlleva «la ayuda europea más importante de las tramitadas y ejecutadas por el Ayuntamiento hasta el momento».

Junto a él, el gerente de TUA, Benigno Runza, destacó que «estamos, probablemente, ante la flota más moderna de autobuses que vaya a haber en España dentro de dos años». En cuanto a los sistemas de carga, continuó, hay diferentes capacidades de carga para los articulados, que son más grandes, que para los que no lo son –18 y 12 metros, respectivamente–. «Al final se cargan todos en 3 o 4 horas. Por la noche tienen 6 horas aquí en la cochera, el resto del día están funcionando, y en esas seis horas se administra la carga de forma inteligente. Un sistema que regula la carga de cada autobús en cada momento en función de la hora que llega y a la que sale para que sea uniforme durante la noche», explicó.

Dicho sistema se encargó de detallarlo el director de Proyectos Especiales de Total Energies, empresa que se ha encargado de su instalación, Antonio González Lamuño. «Al conectarlo, el sistema identifica qué autobús es, lo que ha rodado, sus necesidades, la hora de salida, si necesita acondicionamiento de temperatura porque vaya a hacer frío, y eso lo hace el sistema desarrollado por Total Energies específicamente para aquí y que ahora estudian otros operadores». Además, todo ello ha sido desarrollado por firmas asturianas.

Trubia, un reto

En estos momentos, según indicó el gerente de TUA, las pruebas que ha estado realizando la compañía han concluido que los autobuses eléctricos de Oviedo cuentan con «autonomía suficiente» para cubrir todas las líneas durante todo el día. La cosa, eso sí, se complica con la línea de Trubia y sus 450 kilómetros con 11.000 metros de desnivel, «que es una barbaridad para un autobús eléctrico». Para solventarlo, la firma incluirá un autobús «con más batería» e incluirá «un cargador en una cabecera de línea para cargarlo durante el día –sería el único de todo el mapa del transporte urbano ovetense–».

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