Oviedo afronta su mayor reordenación urbanística de las últimas décadas
La agrupación judicial en Llamaquique, la universitaria en El Cristo y el plan para La Vega dejan una nueva distribución de la ciudad
PAZ DE ALVEARSUSANA NEIRA
OVIEDO.
Domingo, 18 de septiembre 2022, 00:38
Los pilares del nuevo Oviedo empiezan a definirse tras años de parálisis y abandono en El Cristo -la reordenación de sus 229.691 metros cuadrados tras la marcha del HUCA a La Cadellada lleva sobre la mesa de la administraciones dos décadas-; en La Vega -sus 120.000 metros cuadrados han permanecido sin uso definido desde hace diez años-; y en la zona administrativa de Llamaquique , donde la construcción del Palacio de Justicia, con el inicio del milenio, no resolvió la concentración de sedes en una ciudad en la que la 'casa de la Justicia' está repleta de deficiencias y su Audiencia es una «trampa mortal», según el Colegio de Arquitectos. A todo ello, hay que unir la demandada Ronda Norte -desde finales de los años 90 sobre la mesa y para la que hay avances tímidos, aunque un presupuesto previsto de más de 220 millones-.
La ciudad se mueve y sus usos se segmentan por barrios. Desde la parte alta, que se consolidará con un gran campus universitario, ya que a las actuales facultades se sumarán Ciencias, Formación del Profesorado e Ingeniería Informática; a la zona más administrativa y judicial, desde el Palacio de Congresos hasta la plaza de España, lleno de oficinas de distintas administraciones públicas, donde se reagrupará ahora la Justicia con la llegada a la Audiencia y otra sede para oficinas, un salón de actos y una sala de macrojuicios tras la salida de las citadas facultades; hasta la zona residencia y de ocio del Campo y el casco histórico -pendientes a su vez de planes integrales de recuperación-; la zona de la glorieta de la Cruz Roja y La Vega, donde la iniciativa privada ha creado con gran complejo residencial, residencial y de ocio, y, en la segunda parte, las tres administraciones negocian un convenio para convertirla en la zona de innovación de la capital, y el entorno de Prado de la Vega, gran pulmón sanitario con el Hospital Central de Asturias (HUCA) como principal estandarte.
Las últimas piezas de ese puzzle se conocieron esta semana, cuando el presidente del Principado afrontó el Debate del Estado de la Región, decisivo en año electoral, con un anuncio importante para la capital, que marca las líneas maestras del Oviedo del futuro, un futuro no tardío, según sostuvo, y que afectará a 5.500 trabajadores de la Justicia y 12.267 estudiantes ya matriculados que integran la comunidad universitaria. Porque sus infraestructuras, sin apostar por la construcción de un edificio nuevo, se recomponen: los juzgados se reunificarán en Llamaquique y en El Cristo, se creará una suerte de «campus B» -como denominó Barbón-, trasladando las facultades de Ciencias, Educación e Informática a los edificios de Maternidad, Consultas Externas y Silicosis (previo acuerdo con la Tesorería General de la Seguridad Social, su legítimo dueño).
Un nuevo diseño de Oviedo que obliga a dejar a un lado el plan de 'Hucamp' para transformar El Cristo tal y como estaba concebido, con Maternidad como un gran edificio central que vertebraría la operación; y también el plan estratégico de la Universidad presentado por su rector, todo él salvo el traslado de la Escuela de Minas a Mieres que sigue adelante.
Un traslado que ha provocado una enorme fisura entre el Ayuntamiento y la Universidad de Oviedo. El Principado avala la decisión universitaria.
Esta misma semana, los ovetenses, los asturianos, han asistido al cruce de acusaciones entre Alfredo Canteli e Ignacio Villaverde, lanzadas con halo institucional. Y duras. Tras los planes anunciados para el 'campus b', el regidor fue el primero en tirar a puerta: solo apoyará esta reordenación si Minas se mantiene en Oviedo. Un tiro que movió a Villaverde a convocar a los medios, escribir una carta a los representantes universitarios y denunciar públicamente un «chantaje inadmisible» por parte de la Alcaldía. No quedó ahí. Al día siguiente, Canteli, arropado por sus tenientes de alcaldes, matizó sus declaraciones: garantizó su apoyo al plan de Llamaquique y El Cristo sin renunciar a la permanencia de la Escuela de Minas en Oviedo.
Ocupa 15.000 metros cuadrados que el regidor propuso compartir con más alumnos de otras facultades; mientras Villaverde insiste en que Minas se va a Mieres y destinar este edificio a otros servicios universitarios.
En esta operación, los 690 alumnos de Ciencias y los 2.100 de Formación del Profesorado se moverán a alguno de los tres edificios señalados Maternidad, Consultas Externas y Silicosis, que según Barbón solo requieren una inversión «mínima» para transformarlos en aulas, a pesar de los años de abandono que acumulan.
Con esta operación, los alumnos liberarán 6.877 metros cuadrados en el edificio de Ciencias y 6.204 en el de Educación. Espacio más que de sobra para abordar la tantas veces demandada reunificación judicial. El plan pasa por trasladar la Audiencia Provincial a Ciencias, liberando en el Palacio de Justicia más de 5.000 metros para albergar los juzgados dispersos. Formación del Profesorado albergará diversas oficinas -de desahucios, de atención a las víctimas de actos violentos, la junta electoral-, aulas de formación, un salón de actos y una gran sala para celebrar macrojuicios.
Prácticamente a la vez que este jueves, alcalde y rector continuaban con un nuevo capítulo de crisis por Minas, el presidente del TSJA, Jesús Chamorro, se reunía con la viceconsejera de Justicia, Encarnación Vicente, para analizar y conocer más detalles de la nueva ciudad de la Justicia de Oviedo. Los operadores del sector piden plazos: ocho sedes judiciales diseminadas por la capital, algunas como dijo en Barbón situadas en «pisos», no son asumibles para una capital; máximo teniendo en cuenta las grandes deficiencias que sufren algunos juzgados, como bien reveló el Colegio de Arquitectos. Chamorro reclamó celeridad para ocupar Ciencias.
Idas y vueltas
El nuevo diseño de Oviedo ya es conocido, lo que falta es ponerle su verdadero coste. De momento, Barbón solo dijo que reservará una partida de unos tres millones para acometer el derribo del edificio del Hospital General y aun falta por rubricar el acuerdo con la Tesorería General de la Seguridad Social para poder hacer uso de sus edificios en El Cristo, sin olvidar que la propia Tesorería -dueña del 28,19% del ámbito o lo que es lo mismo 63.000 metros cuadrados- frenó el plan anteriormente concebido para reordenar esta zona exigiendo la redacción de un nuevo convenio que reconociera sus derechos económicos, que estima en cerca de 61,7 millones de euros. Antes aún, el Ministerio del Interior rompió la baraja al querer seguir con la comisaría en sus actuales centrales, donde se preveía alzar 800 viviendas, la mitad protegidas.
