Patrimonio pone reparos a la celebración del concierto de Marc Anthony en el Tartiere

La propiedad conmutativa, aquella que rige operaciones matemáticas cuyo resultado permanece invariable alterando el orden de los términos no se da en el derecho Administrativo. Para hacer algo hay que pedir permiso, abrir expedientes y no contravenir acuerdos previos. El Ayuntamiento es experto en la materia.

El pasado día 13 de diciembre, Festejos procedió al inicio del trámite para la cesión del Tartiere a la empresa Sold Out Producciones para la celebración del concierto de Marc Anthony del próximo 20 de junio sin haber recibido el permiso del concesionario del estadio municipal, el Real Oviedo.

Siguiendo la cronología de despachos entre diversas áreas municipales y de estas con la empresa promotora, sigue sin contar con la aquiescencia del club. Cuatro días después, el 16, Patrimonio informa que «ignora» si el 20 de junio la Liga habrá acabado, y que, sin la petición de autorización de la empresa para organizar el concierto, es también imposible conocer los días de ocupación, los gastos derivados para el Ayuntamiento, las condiciones de seguridad o la vigencia de las pólizas de responsabilidad civil y daños al estadio contra las que reclamar.

En un segundo reparo, se recuerda que el Real Oviedo acaba de cambiar el césped «lo que ha dado lugar a la incoacción de expediente de modificación de la concesión que no se ha podido ultimar hasta la fecha, entre otras razones por ser necesario el previo informe de Licencias según las indicaciones dadas en su día por el secretario, informe no emitido aún». «Si se originasen daños, la responsabilidad será del Ayuntamiento, aunque pueda ir contra la empresa» porque «hay que tener en cuenta que a partir del año que viene el Ayuntamiento pasa a asumir el mantenimiento del césped».

La petición de ocupación del estadio por parte de la promotora llega al día siguiente, tres antes de que se pusieran a la venta las entradas. En ella se especifica que para el montaje necesitan cinco jornadas, solicitando asimismo, tres para el desmontaje.

Siguiendo los criterios de Patrimonio, el concejal de Interior, Mario Arias, -y no Festejos-, es quien contacta a continuación con la promotora. «Vista la solicitud, se pone en su conocimiento que el Ayuntamiento tiene suscrito» con el Real Oviedo «el contrato de concesión del estadio» y que «resulta imprescindible contar con el acuerdo» del club «previo al pronunciamiento del Ayuntamiento».

Para ello, insta a la mercantil a que complete la información aportando planos de la zonas de ocupación y las medidas de seguridad para la protección del terreno de juego, «cuestión esta que tiene especial importancia al haberse acometido recientemente los trabajos del cambio de césped». Una información a trasladar al Real Oviedo y, contar, finalmente, con la aprobación de la entidad carbayona.

Una sucesión de acontecimientos que va más allá de las «conversaciones» que los ediles de gobierno afirman mantener con el club. Máxime cuando este no puede renunciar públicamente, inmerso en competición, a jugar el día 20 de junio un eventual partido por el ascenso de categoría. Mientras, la venta de papel para el concierto avanza a buen ritmo. La semana pasada se habían vendido ya 12.000 de las 18.000 puestas en taquilla.