Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Díaz de Miranda, ayer. M. ROJAS

«Hay que peatonalizar al menos una o dos calles de las que rodean el parque»

El arquitecto llama a conectar el Campo con el área central y a recuperar el parking de La Escandalera

D. LUMBRERAS

OVIEDO.

Martes, 22 de mayo 2018, 03:37

Comenta

«Hay que romper la rotonda de tráfico en torno al Campo de San Francisco. De las cuatro calles que rodean al menos una o dos calles deben ser peatonales, con tráfico permisible a los particulares». Así lo reclamó el arquitecto Felipe Díaz de Miranda, que fue el encargado del proyecto de participación ciudadana sobre la remodelación del espacio verde, en el Ridea. Puso así punto final al segundo ciclo de conferencias organizada por la Amigos de Vetusta, Lancia y Pilares.

Para el urbanista, el futuro del Campo, que es «el corazón verde de la ciudad y debe latir», pasa por conectarlo con «los grandes vacíos, La Vega y el HUCA, a través de corredores verdes». También propuso dar otra finalidad al aparcamiento de La Escandalera, «que no reúne condiciones para ningún equipamiento» público por la escasa altura de sus techos. «Lo más fácil es reconvertirlo en un gran centro de carga de coches eléctricos y aparcamiento de bicicletas. Cualquier otra idea sería económicamente disparatada», planteó.

Ahora bien, «tenemos que darnos cuenta de que el Campo no está aislado, pertenecemos a un contexto mucho más amplio. Nos integramos en la red de ciudades del noroeste ibérico y en el área central de Asturias», abundó el arquitecto. En consecuencia, es preciso «definir qué es Oviedo: si quiere ser una ciudad comercial, universitaria, biotecnológica y sanitaria...». Y, a continuación, delimitar «qué queremos que sea el Campo San Francisco, porque no puede ser todo», como, según dijo, lo es ahora: «Un lugar de ocio, entretenimiento, deporte y actividades al aire libre».

El ponente aprovechó para realizar «una denuncia del estado del Campo a día de hoy, bochornoso y abandonado, no solamente en la edificación sino en pavimentos y mobiliario». Lamentó que «no hay ni una fuente con agua decente». Edificios como el kiosco de la música o el aguaducho se encuentran en «semirruina» y la nueva pista de monopatín, afeó, «tiene una barandilla de madera y acabado de bloque de hormigón visto, que está prohibido hasta en las cuadras».

Placas y Mafalda

A ello se une la «pérdida de la fauna», como las ardillas, que retroceden ante «un nuevo rey del parque, el perro. Campa a sus anchas, no hay ningún control. Al pavo real lo muerde». Lamentó asimismo «la lluvia de meteoritos», de placas conmemorativas que carecen de sentido en el Campo. Y sobre Mafalda, aunque «me parece muy bien, no pinta nada en el Campo de San Francisco», agregó.

El arquitecto también hizo un repaso por los orígenes del parque, desde «la leyenda de la implantación del convento», cuando «sobre 1219 se instala la ermita» después de que pasase por allí San Francisco de Asís camino de Santiago de Compostela. Más tarde fue un convento de franciscanos. Quiso precisar respecto de la propiedad que, aunque se crea que «era todo de los monjes y lo expropiaron en la desamortización (en el siglo XIX), lo que correspondía al convento era una parte muy pequeña de los jardines de Covadonga». También corrigió otro error común: el arco tras el estanque no pertenece al antiguo convento de los franciscanos, sino a una iglesia románica dedicada a San Isidoro que se erigía en la plaza del Paraguas hasta el siglo XX.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «Hay que peatonalizar al menos una o dos calles de las que rodean el parque»

«Hay que peatonalizar al menos una o dos calles de las que rodean el parque»