El Principado solo abrirá la residencia del Naranco en 2018 si hay presupuesto

Veintiséis meses. Este es el tiempo que la empresa Acciona ha estado trabajando en la residencia del Naranco, que a partir de ahora se denominará Centro Polivalente de Recursos Naranco, para mejorar y ampliar las instalaciones. Dispondrá de 166 camas que estarán repartidas entre 47 dormitorios dobles y 72 individuales, sala de lavandería y enfermería, cuarto de televisión y una zona de despachos junto a dos patios para que los residentes puedan tomar el sol o dar un paseo. También contará con un centro de día con capacidad para sesenta personas y salas de visita de los familiares.

Los planes del Principado son que este centro abra sus puertas a mediados del año que viene, pero primero se deberán aprobar los presupuestos regionales, que hoy vivirán una jornada decisiva ya que termina el plazo de presentación de las enmiendas por parte de los grupos de la oposición. «Es muy importante pasar este trámite», ya que sin él no se podrá contratar a las «46 personas que trabajarán en el centro», ni tampoco se podrá licitar la contratación del mobiliario, advirtió ayer la consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela.

En el proyecto presupuestario para 2018 se ha incluido una partida de 700.000 euros para dotar al centro de los equipamientos necesarios y «esperemos que a partir de la primera semana de enero podamos hacer los pliegos para sacar la licitación», añadió la directora general de los Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA).

Los terrenos donde ha trabajado Acciona durante los últimos dos años tienen 76.137 metros cuadrados (de los cuales 8.204 son superficie útil). Hasta los años noventa, este edificio era una orfanato para adolescentes y fue hace veinte años cuando se decidió cambiar su uso. Se convirtió en una residencia para ancianos y mantuvo su actividad hasta 2013, cuando a mediados de año, la Consejería de Servicios Sociales cerró el inmueble.

En diciembre del año anterior se desprendió parte del techo del centro de día y un informe posterior hizo saltar las alarmas. Desveló «graves deficiencias» en la estabilidad que obligaron a la clausura del edificio y la reubicación de los 135 residentes a otros centros de Oviedo, Gijón y Moreda, con la promesa de que volverán a la capital del Principado cuando acaben las obras.