Cuando algo que se puede hacer, se vuelve imposible
Domingo, 8 de noviembre 2020, 00:40
La venerable Ley de Bases del Régimen Local no dice quién tiene competencia para cambiar el nombre de una calle, ergo, la jurisprudencia lo considera potestad de los alcaldes. El tripartito quiso borrar las referencias franquistas del callejero pero en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, puro 'zapaterismo' y sin reglamento. Lo hizo deprisa y mal, según los tribunales, que tumbaron el cambio de nombre de las 21 calles. Ahí descubrimos que la ley ni siquiera permitía cambiar el nombre de General Yagüe, ya que la ciudad se lo concedió al 'Carnicero de Badajoz' por reprimir la Revolución del 34. El nuevo intento naufragó igual. Los jueces sentenciaron que el tripartito únicamente trababa de dar apariencia de legalidad al acuerdo original anulado.