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San Mateo «apunta buenas maneras» para alargar el verano y afrontar «un invierno complicado»
Los hosteleros destacan que el inicio de las fiestas «fue mejor que en 2021» y esperan que la tónica se mantenga también entre semana
Las últimas palabras del pregón ofrecido anteayer por la directora del Departamento de Salud Pública y del Ambiente en la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, fueron: «Astures, que el orbayu nos cale de buenas cosas y que el Carbayón nos dé buena sombra». Ayer, está última fue muy preciada -el mercurio alcanzó los 27 grados- en la celebración del primer vermú de los festejos en sus cuatro escenarios (parque del Truébano, Campo San Francisco, plazas de Porlier y de la Catedral). Los hosteleros, desde sus casetas, están notando mucha «afluencia de gente».
Es más, la primera noche mateína «fue mejor que el año pasado gracias a la climatología», apuntó Víctor Mencía, al frente de la Cantina de Gascona en el Campo, quien destacó que este San Mateo «apunta buenas maneras» permitiendo la continuación de «un buen verano» y hacer caja para el invierno. «Durante las primeras horas de fiestas vendimos muchos bocadillos y cañas, una tradición de estas fechas», subrayó. Magaliz Chavez, de La Leyenda del Gallo, con caseta también en el Campo, destacó que «estamos muy contentos porque en el estreno hubo mucha gente».
Unos resultados que les permitirá afrontar un «invierno que se prevé complicado» por las consecuencias de la crisis económica. Sus deseos, que el «ambiente se mantenga igual que en la primera noche» hasta el fin de San Mateo, incluido entre semana. Ganas de fiestas había por todos los rincones. En el paseo de la Herradura, Carolina Azevedo y Fernando Maximiliano dieron ayer inicio a sus segundas fiestas de San Mateo. Llevan «un año» viviendo en Oviedo y tras conocer en 2021 las tradiciones, esperaban con «ansias» que arrancase la programación. «En esta cita hay muy buen ambiente y a esto se añade que hace un bonito día».
En la plaza de Porlier, Alfonso Menéndez, de La Manzana, destacó el «ambiente» de la primera noche mateína, con «gente con muchas ganas de folixa». El inconveniente, repara, los horarios: «El cierre fue a las dos de la mañana y la gente no se quería ir». «El año pasado se limitó porque había restricciones por culpa de la pandemia, pero este se debería aumentar», reclamó.
Pedro Manuel Salinas, del Rincón del Mojito, coincidió en que durante las primeras horas de San Mateo recibimos «la afluencia de gente que esperábamos, hay más movimiento de consumo». Unos datos que espera mantener durante todas las fiestas mientras la mayoría están muy pendientes del tiempo. «Este fin de semana creemos que va a ser muy bueno, pero veremos cómo va por semana».
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Alberto Urrutia y Nidia González-Fierro disfrutaron ayer «en las casetas, luego comida y después a seguir celebrando». «Vivimos en Gijón y siempre venimos a San Mateo, volveremos el miércoles a un concierto en La Salvaje», destacaron.
La animación se dejaba sentir por todos los escenarios. En el parque del Truébano, Raisa Díaz, de Vetusta Burguer, afirmó que «por la noche hubo gente, pero el día está yendo un poco lento». Pero la tarde en el parque de El Cristo no defraudó. La 'Holi Party' llenó de color y alegría el ambiente, con éxito de convocatoria.
San Mateo es mucho más que hostelería. Por segundo año consecutivo, se celebra el Boulevard de la Artesanía en la avenida de Italia del Campo donde se han instalado quince casetas y una de ellas la regenta María González de Pinceladasgm. Es la primera vez que participa en la cita después de haber estado en el mercadillo de Navidad. «La acogida ha sido muy buena, con mucha gente preguntando y este es un buen escaparate para que nos conozcan porque hoy igual no se lleva a cabo una venta, pero mañana sí». Además, en pleno pulmón verde se inició ayer el taller infantil 'Oviedo, origen del camino' para diversión de los pequeños.
