La mujer que mató a golpes y mordiscos a su madre en Oviedo ya tiene sentencia

Aceptó íntegramente los hechos que le atribuía la Fiscalía y penas que suman 20 años de cárcel por los delitos de asesinato con ensañamiento y maltrato psicológico en el ámbito familiar. Lo hizo esta mañana ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. E. M. R. N., de 49 años, –que sufre una paraplejia tras haberse arrojado al vacío cuando los agentes intentaron entrar en su vivienda y llevaba 5 días conviviendo con el cadáver de su madre, y transtorno mental– se encuentra en prisión provisional desde el 27 de septiembre de 2023. Y, tras el reconocimiento de los espeluznantes hechos, seguirá años.

Las últimas horas de su madre, A. R., que tenía 82 años, así lo fueron. Su hija la mordió y la golpeó por todo el cuerpo y la dejó morir tendida en el suelo de su habitación en la vivienda que ambas compartían en Ciudad Naranco, en el número 10 de la calle Augusto Junquera.

La convivencia era complicada. La hija insultaba a su madre con frecuencia diciéndole frase como 'no vales para nada', 'eres una mierda', 'eres una hija de puta'. Y el 10 de septiembre del año pasado se desencadenó el macabro final.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía y que la autora del crimen mantuvo, ella inició una discusión con su progenitora en el salón de casa y «con ánimo de acabar con su vida comenzó a golpearla bruscamente con un objeto contundente y le propinó mordiscos en diferentes partes del cuerpo cuando la víctima –que no pudo defenderse– se encontraba aún con vida en el suelo, aumentando de esta forma deliberadamente su dolor y padecimiento». Una vez inconsciente, la arrastró por el pasillo de la casa hasta el dormitorio, donde la dejó en el suelo, desnuda y tapada con varias mantas y una sábana». Agonizaba. Ella «la dejó morir sin prestarle ningún auxilio».

Después, permaneció cinco días encerrada en casa junto al cadáver de su madre hasta que, el 15 de septiembre, llegaron al domicilio agentes de la Policía Nacional, alertados por la llamada de una trabajadora de una agencia de viajes que no lograba comunicarse con ellas –ambas deberían haberse ido de viaje el día anterior–. Llamaron insistentemente a la puerta. Ante ello, la autora del crimen quiso poner fin a su vida arrojándose por la ventana al patio de luces desde un quito piso. No se murió, pero le quedó una lesión medular.

Los bomberos encontraron el cadáver de su madre en posición fetal, «posición que buscó la víctima en su agonía».

En el momento de los hechos, la mujer asesinada tenía siete hermanos que únicamente reclaman los gastos de sepelio, que ascendieron a 3,196 euros, cantidad que ya ha sido consignada.

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