El viejo Hospital General será demolido para posibilitar la ampliación del campus de El Cristo. Fotos: Álex Piña

El viejo HUCA cumple una década sin uso a la espera de los derribos prometidos hace un año

Los desperfectos se acumulan en los antiguos edificios sanitarios a los que se puede entrar con facilidad tras romperse las puertas y cerraduras

Lunes, 15 de enero 2024, 00:27

El 20 de enero de 2014 es una de las fechas que han quedado guardadas en la historia de la capital asturiana. Fue el día que comenzó el traslado del HUCA de El Cristo y La Cadellada y la mudanza fue por fases: comenzó con el servicio de radioterapia oncológica con dieciocho pacientes y terminó el 17 de junio. Cinco jornadas más tarde, se iniciaron las tareas de sellado de 123 puertas para evitar el acceso de intrusos a las antiguas instalaciones, aunque la medida no ha sido del todo efectiva en esta década que se cumple ahora.

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Diez años en los que los terrenos no han tenido mantenimiento y los importantes destrozos se acumulan tanto dentro como fuera de los edificios. Sólo hay que pasar por la noche para darse cuenta de la situación: algo tan básico como las bombillas de las farolas de la calle Emilio Rodríguez Vigil -da acceso al antiguo Hospital General- están fundidas. A eso de las seis de la tarde, esta vía deja de tener luz provocando que el personal de seguridad use linternas para supervisar el recinto cuando cae la noche.

También hay que recordar que en esta década no siempre hubo personal de seguridad. Hace un año, los trabajadores se pusieron en huelga porque la empresa no les pagaba y las intrusiones eran constantes. Hubo robos de todo tipo que provocaron innumerables destrozos para poder sacar todo el cobre o los aparatos que aún permanecían en las diferentes salas. Esta situación provocó varias detenciones por parte de la Policía Nacional y muchas de las puertas de acceso a los edificios se rompieron sin que aún hayan sido repuestas. Por ejemplo, entrar al atrio no es tarea complicada y una de las naves que colindan con la calle Julián Clavería tenía estos días una puerta abierta.

También en estos diez años, los Bomberos han tenido que actuar en más de una ocasión por culpa de incendios provocados por las intrusiones, la maleza inunda casi cada esquina y llega a ocupar las aceras obligando a los peatones a transitar por la carretera, el asfalto del aparcamiento ubicado detrás de Maternidad está lleno de socavones y la Tesorería General de la Seguridad Social ha vallado sus accesos por «motivos de seguridad», tal y como aparece reflejado en la cartelería.

El futuro del viejo HUCA

¿Cuáles son los planes de futuro para el viejo HUCA? Lo primero son los derribos de los edificios «que no tienen salvación posible o que no poseen valor histórico-arquitectónico», según comentó el viernes el presidente regional, Adrián Barbón, quien mostró su compromiso de que las labores se llevarán a cabo este mismo año. Partida en el presupuesto hay con 1.957.500 euros, pero hay que recordar que en las cuentas regionales del año pasado también había un apartado con 1,2 millones que nunca se ejecutó.

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La pata más importante del proyecto es la ampliación de las instalaciones universitarias de El Cristo. Barbón lo denomina un campus B con la reconversión de los antiguos edificios de Maternidad, Consultas Externas, Silicosis y el departamento técnico de Silicosis en las facultades de Ciencias y Formación del Profesorado, ubicadas en Llamaquique, e Ingeniería de Software, en el campus Los Catalanes. De esta forma, se resuelve de una atacada dos problemas históricos de la ciudad con el fin a la dispersión de las sedes judiciales para trasladarlas todas alrededor de Palacio de Justicia y la reducción de los campus universitarios de seis a dos.

Otros edificios que tendrán una segunda vida son los Hongos. El actual consejero de Fomento, Alejandro Calvo, defendió en 2022 que el equipamiento es de «gran interés patrimonial» y se rehabilitaría en 2023 para devolverlo «al estado que se merece». Una fecha que por el momento no se ha cumplido. El objetivo es adecuarlo «para usos relacionados con la innovación y la aceleración de proyectos de emprendimiento. Puede ser un espacio híbrido entre la Universidad, la empresa y la innovación y muy centrado en nuestros jóvenes», especificó por aquel entonces.

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A pesar de todos estos planes, hay cinco edificios del viejo HUCA que, al menos de momento, no tienen un futuro. El Principado presentó en abril su plan para levantar en Langreo una lavandería centralizada que sustituirá a las actuales instalaciones que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) tiene junto al Hospital de Cabueñes y en El Cristo (Oviedo), en el entorno del antiguo HUCA. También buscan un futuro lejos de esta gran parcela el centro de toxicómanos y el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias. Cuando se marchen, ¿qué pasará con estas sedes? En el aire, además, está el futuro del gimnasio, de la piscina o la central térmica.

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