La Fundación Príncipe ahora será Princesa
«La esencia de los premios y nuestra misión seguirán intactas, si hay cambios serán únicamente de nomenclatura», dice Teresa Sanjurjo
Paché Merayo
Martes, 3 de junio 2014, 01:33
La Fundación Príncipe de Asturias cambiará de género. El anuncio de la abdicación del Rey, que colocará en la corona a su heredero y convertirá en Princesa de Asturias a la hoy infanta Leonor, obligará a la institución casi con toda probabilidad, según ha podido saber EL COMERCIO, a variar la nomenclatura que le ha acompañado durante 34 años. Todo parece indicar que así será, pero lo cierto es que de momento no hay una postura oficial al respecto. De hecho, aunque la «lógica», según algunos patronos, parece dar por seguro el cambio, el asunto deberá ser tratado «a su debido tiempo en la Casa del Rey» y posteriormente «ser discutido y aprobado, si llegara el caso, por el patronato». Así lo advertía ayer la directora de la Fundación, Teresa Sanjurjo, quien recordaba que la tradición otorga la presidencia de honor al heredero de la Corona. Lo que significa que, una vez proclamado Rey don Felipe de Borbón, ese cargo pasará a manos de su primogénita. Ella será la encargada en un futuro de hacer entrega de los premios que llevarán su título por nombre.
¿Estará este año ya en la mesa presidencial del Teatro Campoamor, durante la entrega de los Premios? Esa es una cuestión sin respuesta, aunque muchos son los que ya la ven colocada entre sus padres, asumiendo un rol que el futuro Felipe VI adoptó con 12 años. Leonor de Borbón tiene ocho, para entonces, ya casi nueve, porque la todavía infanta celebra sus cumpleaños el 31 de octubre, una fecha que suele dejar atrás, por unos días, la ceremonia de entrega.
Si el Príncipe de Asturias repite el protocolo que los Reyes Juan Carlos y Sofía siguieron con él, durante las próximas convocatorias de los galardones Leonor llegará al teatro de Oviedo arropada por sus padres y así será hasta su mayoría de edad, en que podrá presidir sola la velada del otoño.
Cabe recordar que la Fundación Príncipe de Asturias fue creada en 1980 con voluntad de estrechar los vínculos existentes entre el heredero de la Corona, que ahora será heredera, y el Principado. Y desde esa unión contribuir a la «exaltación y promoción de cuantos valores científicos, culturales y humanísticos son patrimonio universal». Con ese fin se crearon los galardones que ya están considerados los Nobel españoles.
Nada de eso cambiará. En palabras de Teresa Sanjurjo, «la esencia de la Fundación y de sus premios, así como nuestra misión, permanecerán intactas. Si algo ha de cambiar será solo la nomenclatura».
Y si la nomenclatura cambia será para denominar no solo a la Fundación, que será Princesa de Asturias, sino también a los Premios, que adoptarán género femenino, como su para entonces máxima protectora.
Pero el epicentro de la cuestión no está ahí, según la directora, sino en asumir los cambios en el trono con «absoluta normalidad, en un clima de maravillosa estabilidad y con el mayor de los respetos hacia la legislación y el traspaso de funciones».
Un respeto que, desde la institución, se reitera hacia la Corona, al igual que la «lealtad», expresando desde sus filas su intención de «seguir trabajando con continuidad institucional, manteniendo el compromiso con la cultura y la excelencia que ha regido siempre su actividad».
Extraordinario impulso
Al margen de los cambios, puramente superficiales, en la institución la noticia de la abdicación de don Juan Carlos fue traducida entre sus responsables con un mensaje de admiración. Su presidente Matías Rodríguez Inciarte, lo lanzaba «hacia la figura de Su Majestad el Rey», destacando «el apoyo y generosidad que siempre han mostrado don Juan Carlos y doña Sofía hacia esta institución». Pero no olvidó Inciarte poner la mirada también sobre quien le sustituirá en el trono, calificando de «extraordinario impulso», el que Su Alteza Real el todavía Príncipe de Asturias -acompañado en los últimos años por la Princesa- ha aportado «al desarrollo de la Fundación que lleva su nombre, con su dedicación y atención permanentes y su vinculación con Asturias». Hace Inciarte especial hincapié en lo que por esa unión con este Norte ha hecho la anual entrega del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, «ocasión de encuentro de los Príncipes con la sociedad asturiana».
Cabe señalar que es, precisamente, durante ese encuentro cuando don Felipe se muestra más cercano. Al igual que es durante la ceremonia de los premios, cuando ofrece su cara más determinante, con un discurso que está considerado su mensaje más comprometido y sentido del año.
Mensajes, que recuerda el presidente de la Fundación, «son seguidos siempre con interés y atención y han contribuido a la difusión internacional de nuestros galardones». El primero de ellos todavía se guarda como un tesoro en la institución. Escrito a bolígrafo por un jovencísimo don Felipe, que ahora con 46 años dejará de ser Príncipe para empezar a ser Rey.