Ábalos y Koldo, a prisión por la trama corrupta que cerca al Gobierno
El juez, entre duros reproches de Anticorrupción al exministro, los manda a Soto del Real ante el riesgo «extremo» de fuga a Sudamérica por las elevadas penas a las que se enfrentan en el primer juicio
A Soto del Real. El mayor de los miedos de José Luis Ábalos desde que en febrero de 2024 estallara el 'caso Koldo' se hizo ... realidad este jueves a mediodía. El juez Leopoldo Puente, esta vez sí, decretó el ingreso incondicional en prisión del exministro y de su exasesor, Koldo García, después de que el jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Alejandro Luzón -por primera vez en este procedimiento y entre duros reproches al diputado- pidiera al alto tribunal el encarcelamiento preventivo de ambos.
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Cárcel sin posibilidad de eludirla con fianza, porque -según explica el instructor en sendos autos de 13 y 14 páginas- las circunstancias procesales de ambos han cambiado radicalmente, ya que el riesgo de fuga del diputado y de su exmano derecha se ha incrementado de manera significativa hasta el punto de convertirse en «extremo». Todo después de que el Ministerio Público solicitara hace una semana contra ellos condenas de 24 y 19 años, respectivamente, en la primera de las piezas del 'caso Koldo' que va a llegar a juicio, los supuestos amaños en las adjudicaciones de la compra de la mascarillas en plena pandemia.
En su resolución, el magistrado insiste en que, de acuerdo con lo expresado por la Fiscalía y la acusación popular, además de existir «indicios más que bastantes de la eventual comisión de graves hechos delictivos», el peligro de que los dos procesados «pudieran sustraerse a la acción de la justicia resulta, en este momento, extremo», por lo que entiende que no puede conjurarse con el simple mantenimiento de las medidas cautelares que pesaban hasta ahora sobre ambos: las comparecencias periódicas en el juzgado y la retirada del pasaporte. En esta línea, destaca que son «numerosos los indicios racionales de criminalidad frente a ambos», formalizados ya en una resolución judicial de imputación.
En el auto referido al ex número tres del PSOE y exministro, el juez acuerda que, por la letrada de la Administración de Justicia, se ponga en conocimiento de la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, el encarcelamiento del aforado. Ábalos, que quedará suspendido de sus funciones parlamentarias y sin sueldo, no ha renunciado pòr ahora a su acta de parlamentario, ahora adscrito al Grupo Mixto tras su salida de las filas socialistas.
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Bronca al exministro
Durante las dos vistas celebradas a lo largo de esta mañana en el Supremo, Luzón avanzó que el encarcelamiento preventivo del ex titular de Transportes y quien era su asesor no resultaría una medida muy gravosa porque ese tiempo en prisión provisional no será muy largo porque, dado que se espera que el primer juicio por la ya macrocausa 'Ábalos-Cerdán-Koldo' pueda celebrarse en tres o cuatro meses.
El jefe de Anticorrupción se mostró especialmente contundente ante las críticas de Ábalos de que su encarcelamiento vulnerará el derecho constitucional a la representación política. Luzón le recordó que fue precisamente su faceta de político -en concreto, su pertenencia al Gobierno-, lo que le permitió cometer los delitos que se le atribuyen, para luego incidir en que «ningún poder del Estado tiene derecho a sustraerse de la acción penal». «Ningún poder del Estado puede esgrimirlo para eludir la responsabilidad penal y, por eso, la Justicia se representa con una venda en los ojos», remachó.
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Según fuentes presentes en las denominadas vistillas del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para la revisión de las medidas cautelares, la posición de Anticorrupción fue casi idéntica a la de las acusaciones populares, que están unificadas bajo la representación legal del PP y que, igualmente, pidieron la prisión incondicional para el extitular de Transportes y su exayudante a fin de conjurar el riesgo de que se fuguen antes de sentarse en el banquillo. Y consideraron, como la Fiscalía, que el peligro de que los encausados se esfumaran se había intensificado tras la solicitud de penas por las supuestas irregularidades en los contratos de material sanitario que fueron adjudicados por Transportes a una empresa vinculada al también procesado Víctor de Aldama, Soluciones de Gestión, por 53 millones de euros en pleno estallido del coronavirus.
Mochilas
José Luis Ábalos llegó poco después de las nueve de la mañana al Supremo para comparecer en la vista convocada por el juez instructor para revisar sus medidas cautelares. El exministro entró a la sede del alto tribunal con una pequeña mochila al hombro. Las únicas pertenencias con las que llegará hoy mismo al módulo de ingresos de Soto del Real, en la madrileña Sierra de Guadarrama.
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Por su parte, Koldo García, también con un macuto con efectos personales para pasar la primera noche en el penal, llegó a las 12:25 horas, apenas cinco minutos antes de cuando estaba fijada su cita en el Supremo. Lo hizo con el tiempo justo, una vez que su abogada asistió a la declaración de De Aldama, el presunto conseguidor de la red corrupta, que tuvo lugar a menos de 200 metros en el juzgado de la Audiencia Nacional que investiga las ramificaciones del 'caso Koldo'.
Ábalos, exministro entre 2018 y 2021, y Koldo, exconsejero de Renfe y Puertos del Estado bajo su mandato, están procesados por delitos de pertenencia a organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, malversación y uso de información privilegiada. El Ministerio Público también pide que se les condene a pagar una multa de 3,9 millones de euros. Por su parte, las acusaciones populares solicitan penas de 30 años de prisión para ambos. Les atribuye los mismos delitos que señala la Fiscalía y añade otros dos: prevaricación y falsedad en documento oficial.
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