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Alberto Núñez Feijóo (izq.) y Santiago Abascal conversan en el Congreso. EFE

El auge de Vox complica al PP manejar su calendario electoral

El bloqueo de los voxistas a las Cuentas en Aragón y Extremadura puede forzar una convocatoria múltiple con Castilla y León y Andalucía

Lunes, 6 de octubre 2025, 00:05

Sevilla, marzo de 2015. Santiago Abascal subido a un banco con un megáfono intenta realizar su primer mitin en unas elecciones autonómicas sin público congregado ... a su alrededor. «Quieren más a las mascotas que a nosotros», llegó a decir después de aquellos comicios el líder de Vox al ver que su formación había sacado casi la mitad de votos que el PACMA (18.017 sufragios frente a 31.735). Diez años después, el partido ultraderechista es la tercera fuerza en el Congreso con 33 diputados y crece en todos los sondeos achicando el espacio electoral del PP e incluso amenazando la mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía, a menos de ocho meses para las elecciones –la última encuesta de 4DB para Prisa daba a los voxistas ganadores en esta comunidad en voto directo, para incredulidad de Génova–.

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Un crecimiento demoscópico que en el PP andaluz achacan a que «existe un trasvase de voto de la izquierda a Vox» que explicaría los pobres resultados que muchos sondeos vaticinan a la candidata del PSOE, vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En cualquier caso, para que Moreno viera peligrar su mayoría absoluta y depender de los de Abascal debería perder al menos cuatro escaños. Esto es, pasar de sus actuales 58 a 54 en un Parlamento conformado por 109 asientos, algo que no parece, al menos de momento, entrar en sus cálculos a pesar de que el último sondeo de junio del CIS andaluz apuntó a cierto desgaste electoral al situar al barón popular en una horquilla de entre 55 y 57 escaños frente a un Vox en auge, que pasaba de los 14 escaños a entre 16 y 18. Pero que le mantiene en su plan de agotar la legislatura salvo que Sánchez adelantase las generales.

En Castilla y León, la primera comunidad que abrirá las urnas en el primer trimestre de 2026 –el 15 de marzo es la fecha límite para hacerlo– no hay ninguna duda de que Alfonso Fernández Mañueco será de nuevo el ganador pero sin opciones de llegar a la mayoría absoluta. Los conservadores confían en que su dirigente territorial mejore sus cifras —se ven con opciones de superar los 31 escaños de 2022 aunque lejos de los 41 para gobernar sin ataduras–, pero también asumen que los de Abascal crecerán. En el partido conservador reconocen que la devastadora ola de incendios que arrasó este verano unas 166.000 hectáreas en la región, especialmente en las provincias de León y Zamora, les «ha pasado factura» y la gestión de la crisis será munición electoral.

Pero, sea cual sea el resultado final que arrojen las urnas, lo que se da por descontado es que Mañueco necesitará negociar con Vox su investidura. Por ahora, el PP no contempla volver a abrir a los de Abascal las puertas del Gobierno, pero necesitará de sus votos para aprobar los Presupuestos autonómicos del año que viene. Un camino nada fácil, ni exento de tensiones como se ha podido comprobar durante la negociación en aquellas comunidades donde el apoyo de la derecha radical es imprescindible para sacar adelante las Cuentas y que ha dejado a Extremadura y Aragón al borde del adelanto electoral.

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Un 'superdomingo'

La presidenta extremeña, María Guardiola, ya ha avanzado que no sumirá a su comunidad en «el bloqueo» de no tener Presupuestos por segundo año consecutivo y pulsará el botón rojo si no logra un acuerdo para sacar adelante las Cuentas regionales pudiendo forzar una convocatoria múltiple con Castilla y León y Andalucía. Con el PSOE en horas bajas por la imputación de su líder, Miguel Ángel Gallardo, junto al hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez, por la plaza que se habría creado a medida para él en la Diputación de Badajoz, Guardiola tiene muchas posibilidades de incrementar la distancia con su rival (en mayo de 2023 empataron en escaños con una diferencia de 6.000 votos a favor de los socialistas) pero sin poder desengancharse de Vox, que podría llegar hasta los siete escaños en la Asamblea, donde actualmente tiene cinco.

En Aragón, Jorge Azcón trabaja para sacar adelante unos Presupuestos «históricos» que rondarían los 9.000 millones aunque no lo va a tener nada fácil. Los de Abascal no rebajan sus pretensiones y condicionan su sí al rechazo al Pacto Verde, la limpieza del cauce de los ríos –una competencia estatal– o la negativa a acoger menores migrantes no acompañados.

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Si finalmente extremeños y aragoneses ponen las urnas antes de tiempo, el PP contemplaría una cita electoral conjunta con Castilla y León o Andalucía, con la fecha abierta en función de si se precipitan los acontecimientos en La Moncloa.

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