Las claves del 'Lexit': ¿es posible que León se independice de Castilla?

Que León no se siente parte de Castilla no es ninguna novedad. La idea de un 'Lexit' lleva décadas en la agenda del sector más leonesista y ahora ha ganado peso con la moción aprobada por la Diputación para impulsar una autonomía propia para el Reino de León, es decir, la independencia de Castilla. La actual comunidad autónoma se creó en 1983 —año en el que también cambió la denominación de la provincia de Oviedo por Asturias—, como resultado de la unión de León, Zamora, Salamanca, Palencia, Valladolid, Ávila, Burgos, Segovia y Soria. Pero no siempre ha sido así. Con la división territorial de 1833, las tres primeras estaban adscritas a la Región de León y las seis últimas, a Castilla la Vieja. Con esa reordenación se abrió un debate público sobre la redacción de un estatuto de autonomía propio, pero el estallido de la Guerra Civil impidió que fructificase.

La democracia trajo consigo una nueva organización territorial que acabó por conformar las comunidades autónomas que actualmente conocemos, pese a que tanto el Reino de León como Castilla contaban con los requisitos para tener autonomías separadas. Esta decisión provocó un profundo malestar entre los leoneses, que salieron a las calles para reclamar lo que, consideraban, históricamente le correspondía. Las protestas no sirvieron para mucho más que para que el Estatuto de Autonomía no establezca capitalidad —no, Valladolid no es la capital de Castilla y León— y para que el gentilicio de la comunidad vecina sea castellano y leonés —no, no es castellanoleonés—.

Pero estos hechos no calmaron las aguas y las protestas se han repetido a lo largo de los años. De hecho, el pasado 23 de abril, Día de Castilla y León, miles de leonesistas volvieron a protagonizar una protesta motivada, en parte, por la decisión del Gobierno autonómico de trasladar algunas celebraciones a la capital leonesa.

Las razones históricas no son las únicas a las que aluden quienes defienden una autonomía propia para León, separada de Castilla. Los leonesistas favorables al 'Lexit' (en referencia al 'Brexit' británico) exponen motivos sociológicos y económicos. Por una parte, el secretario general de Unión del Pueblo Leonés, Luis Mariano Santos, explica en declaraciones recogidas por Leonoticias que la comunidad de Castilla y León «se impuso» sin preguntar al pueblo. «No hay ningún tipo de identidad, se fuerza para que confluya algo que realmente no existe simplemente por ser vecinos, como pueden serlo los gallegos y los asturianos o los cántabros y los vascos», ha añadido.

Por otra parte, consideran que la gestión de la Junta de Castilla y León beneficia a algunas provincias castellanas en detrimento de León, Zamora y Salamanca. «El estado de las autonomías se llevó a cabo con la idea de descentralizar. Pero, al menos en Castilla y León, solo se ha cambiado el centro: ha pasado de Madrid a Valladolid», argumenta.

El líder de UPL reconoce que Valladolid y «algunas partes de Castilla» han crecido y han evolucionado, pero la zona leonesa no. «Las última previsiones hablan de que la comunidad ganará población, pero León perderá unos 18.000 habitantes en los próximos 15 años. León era la provincia más grande, con más de 500.000 habitantes, cuando se inició la comunidad: ahora somos 450.000», agrega. Una sangría que, según el partido, se extiende también a la tasa de actividad: «León tiene la peor y Zamora la tercera peor».

Ahora que quedan claros los motivos por los que León reclama una autonomía propia hay que preguntarse si esto es posible. La respuesta corta es que sí, pero la realidad es que va a ser muy difícil llevarlo a cabo.

La Diputación, donde están representados los ayuntamientos de la provincia, ha aprobado una moción para solicitar a la Junta de Castilla y León que inicie los trámites para una autonomía propia, pero nada obliga a hacerlo. De hecho, el Ayuntamiento de León aprobó el 27 de diciembre de 2019 una moción para defender la autonomía, sin haberse dado posteriormente más pasos en este sentido.

La creación de nuevas comunidades autónomas tiene cabida en la Constitución Española a través de dos artículos: 143 y 144.

El 143 dice lo siguiente: «En el ejercicio del derecho a la autonomía reconocido en el artículo 2 de la Constitución, las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título y en los respectivos Estatutos.»

Agrega que la iniciativa corresponde a «todas las Diputaciones interesadas» y a «dos terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo electoral de cada provincia». También establece plazos para cumplir los requisitos: seis meses desde el primer acuerdo adoptado al respecto por alguna de las Corporaciones locales interesadas. De fracasar la iniciativa, establece restricciones temporales: «la iniciativa, en caso de no prosperar, solamente podrá reiterarse pasados cinco años».

Es decir, si se quisiera sumar a Zamora y Salamanca, sería necesario contar con el apoyo de buena parte de sus municipios. Pasaría lo mismo en el hipotético caso de que se agregase Asturias a la ecuación, algo que no tiene visos de suceder, pese a los guiños de varios líderes leonesistas al Principado.

Pero no bastaría con lograr los apoyos municipales. Todo apunta a que también sería necesario reformar el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, con la posterior aprobación del documento por parte de las Cortes Generales.

El artículo 144 establece que «las Cortes Generales, mediante ley orgánica, podrán, A. Por motivos de interés nacional autorizar la constitución de una comunidad autónoma cuando su ámbito territorial no supere el de una provincia y no reúna las condiciones del apartado 1 del artículo 143. B. Autorizar o acordar, en su caso, un Estatuto de autonomía para territorios que no estén integrados en la organización provincial. C. Sustituir la iniciativa de las Corporaciones locales a que se refiere el apartado 2 del artículo 143».

Después de que la Diputación, donde están representados los ayuntamientos de la provincia, aprobase una moción para solicitar a la Junta de Castilla y León que inicie los trámites para una autonomía propia, el Gobierno de España considera esta pretensión «legítima».

En cualquier caso, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática ha anunciado que su departamento recibirá la propuesta. «Cualquier iniciativa que se tome en cualquier administración, respeto a esas mayorías, análisis y estudio de las propias, poco más puedo decir. Es tan legítimo que haya territorios que quieran ampliar sus competencias y que pueda haber nuevas autonomías como que tenemos un Estado autonómico con 17 autonomías y dos ciudades autónomas que eso es lo que está establecido en estos momentos», ha proclamado Ángel Víctor Torres.

Los lazos que unen León y Asturias son históricos. Las tribus astures ya estaban asentadas en los últimos siglos de la antigua era en el territorio que ahora ocupan el Principado, León y parte de Zamora, Ourense, Lugo y Portugal. Además, ambos lugares han estado unidos en otros capítulos de la historia. Por eso no resultan tan chocantes que el alcalde de León considere que la fusión de la actual provincia con Asturias es la «opción idónea» para separarse de Castilla y «se justificaría desde el punto de vista histórico». Ahora es el presidente de la Diputación quien ha reiterado que «los interesados —Zamora, Salamanca e incluso Asturias— tendrán algo que decir al respecto».

El propio Arzobispo de Oviedo recalcó esta idea el pasado mes de marzo durante su pregón de la Semana Santa leonesa. Con un texto en prosa poética, dotado de ritmo y musicalidad para 'ganarse' el oído de los presentes, monseñor Sanz comenzó mencionando la historia compartida entre la tierra asturiana y la de León, «una ocasión perdida para conformar un reino asturleonés pese a todas las andanzas que compartimos».

No obstante, los diputados de la Junta General del Principado acogen entre el rechazo y el respeto la posible unión. El Gobierno asturiano y el PP eluden posicionarse. Vox ve una cortina de humo, Foro anima a León a seguir su camino y Covadonga Tomé rechaza la idea.

Temas

• Principado de Asturias
• Castilla y León
• Asturias