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Gary Kelly, la última víctima. R. C.

Cuatro jóvenes muertos en tres meses en un hotel de la isla

Las dos últimas víctimas, un británico de 19 años y un escocés de 26, se precipitaron al vacío desde un balcón

A. Blanco

Sábado, 26 de julio 2025, 12:59

El hotel y discoteca Ibiza Rocks está de luto. No en vano, en los últimos tres meses cuatro de sus clientes han perdido la vida, ... el último de ellos este pasado lunes 21. La víctima fue un británico de 19 años que se precipitó desde el balcón de un tercer piso. Sólo una semana antes, el día 7, otro joven, un escocés de 26 años, murió en las mismas circunstancias.

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«Estamos profundamente conmocionados y devastados por los recientes incidentes trágicos», señalaron a través de un comunicado desde el establecimiento, que canceló su agenda musical de este mes en señal de duelo. Los responsables del local, que se disponía a celebrar su veinte aniversario con varios conciertos programados, mostraron su «apoyo» a las familias de los fallecidos y afirmaron estar «colaborando plenamente con las autoridades en sus investigaciones».

«Querían seguir la fiesta»

El último fallecido, Gary Kelly, era una joven promesa del hockey sobre hielo británico y se encontraba en la isla pasando unos días de vacaciones con sus amigos. También la anterior víctima, Evan Thomson, celebraba su cumpleaños la noche en la que cayó al vacío desde un sexto piso. Los amigos y familiares de Thomson denunciaron la «falta de tacto» de los responsables del hotel, porque les desalojaron y dos horas después de ocurrir la tragedia «volvía a sonar la música». «Querían continuar la fiesta lo antes posible», lamentaron.

Estos dos jóvenes no son los primeros turistas que pierden la vida en este hotel de la localidad de San Antonio. El pasado mes de abril, Ibiza Rocks registró otros dos fallecimientos en sólo tres días. El 27 de abril una turista italiana de 19 años murió al precipitarse al vacío también desde un balcón, y el día 30 una joven británica de 33 años perdió la vida después de sufrir un paro cardíaco. La mujer, que padecía patologías cardíacas previas, llevaba implantado un desfibrilador automático.

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