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Carmen Moriyón, durante la rueda de prensa que ofreció ayer tras la reunión de la comisión directiva extraordinaria de Foro. ÁLEX PIÑA
Moriyón dice que la dimisión de Cascos «llega tarde» y le acusa de «hacer naufragar a Foro»

Moriyón dice que la dimisión de Cascos «llega tarde» y le acusa de «hacer naufragar a Foro»

La presidenta acusa al fundador del partido de «sabotear» la formación desde dentro y niega el viraje ideológico forista

PALOMA LAMADRID

OVIEDO.

Martes, 19 de noviembre 2019, 02:42

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Carmen Moriyón no se anduvo con rodeos en la carta que le dirigió, de manera pública, a Francisco Álvarez-Cascos. La presidenta de Foro respondía así a la contundente misiva enviada por el fundador del partido para dimitir de su cargo como vicepresidente de la formación. «Una renuncia que llega tarde y llega mal» y, además, acompañada de unas reflexiones a los que Moriyón quiso dar respuesta. En la reunión de la comisión directiva extraordinaria, la exalcaldesa de Gijón leyó la carta que luego reprodujo en una comparencia en la que no se admitieron preguntas de los periodistas. En primer lugar, hizo referencia a los resultados electorales «tremendamente decepcionantes» logrados en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, en las que Foro perdió uno de los tres diputados que tenía en la Junta General del Principado.

Moriyón, que lideraba la candidatura y renunció a su acta de parlamentaria regional tras el batacazo en las urnas, reprochó a Cascos «el pésimo resultado» de una actividad electoral coordinada por él mismo. «Lo esperable era que quien dirigió esa campaña 'equivocada' siguiera el mismo camino y asumiera parte de su responsabilidad», apuntó la presidenta de Foro, quien entendió que la renuncia de Cascos se daba por hecho al haberse marchado a Madrid durante todo el verano. Sin embargo, cuando Foro logró formar un grupo parlamentario propio -gracias a una reforma exprés del reglamento de la Junta avalado, además de por los foristas por el PSOE, IU y Vox-, «con la consecuente aportación económica al partido que ello conlleva», Cascos regresó.

Y lo hizo, según Moriyón, «para intentar retomar el control de Foro y, en su defecto, sabotear desde dentro de la comisión directiva» las decisiones adoptadas por la presidenta. Resoluciones conducentes a reflexionar sobre una estrategia política que «venía siendo errónea desde hace años, como demostraron nuestros resultados electorales». Un planteamiento que, «en buena medida, diseñó Cascos». En este punto, la presidenta afeó al exministro de Fomento su falta de análisis y autocrítica, además de acusarle de ser el responsable «de que este partido esté a punto de naufragar» y de ser «incapaz de comprender que su tiempo político acabó cuando hizo fracasar el único gobierno que pudo suponer un cambio real en Asturias». Moriyón fue más allá y aseguró que la carrera política de Cascos había quedado en entredicho cuando «traicionó la confianza de 178.000 asturianos» convocando unas elecciones -«decisión insólita que nadie que yo conozca le planteó»- para perderlas ante el «espejismo mesiánico» al que todos le auparon, como reconoció.

«Causas del declive»

A continuación, puso en una balanza el escaño que perdió ella misma como cabeza de lista al Principado, frente al Ejecutivo perdido «en un órdago personal que nadie más refrendó».El relato cronológico de los hechos explica, a juicio de la líder del partido, las causas concretas del declive del partido, que tienen su origen en «la mera presencia» de Cascos en el órgano ejecutivo, donse se mantiene como vocal. Asimismo, Moriyón recalcó que fue de él de quien partió la idea de ocupar la vicepresidencia, propuesta que ella aceptó «en aras de la buena convivencia». La presidenta de Foro le recriminó que no se limitó a asesorar, «sino que quiso hacer e hizo; siempre, eso sí, remuneradamente». Porque la cuestión económica es clave en el enfrentamiento entre ambos bandos, ya que Moriyón y sus afines señalan que la revuelta de Cascos se debe a que el partido dejó de abonarle un sueldo y costearle gastos -cifran la cantidad mensual en unos 14.000 euros-, extremo que niegan el exvicepresidente y sus partidarios.

La segunda reflexión que realizó ayer Moriyón tiene que ver con la reciente campaña electoral, que se abordó intentando que Cascos «no contaminara, como hace a menudo, el proceso de decisión interna del partido». La mayoría de la comisión directiva adoptó la decisión de concurrir a los comicios de noviembre, resolución que la líder del partido aceptó, «aunque no compartía». De hecho, señaló que fue ella quien propuso la coalición con el PP. Sobre esta cuestión, culpó a Cascos de trasladar a la opinión pública que un sector de Foro se desentendió de la campaña, postura que Moriyón negó.

A pesar de los «episodios tan desagradables, como innecesarios» ocurridos durante los ocho días antes de la cita con las urnas, que la presidenta atribuyó al exvicepresidente «y sus formas», el resultado «del PP en toda España» permitió a Foro recuperar el diputado en el Congreso. La tercera reflexión que hizo Moriyón tiene que ver con la decisión de ejercer sus «legítimas atribuciones para designar miembros de la comisión directiva» y continuar como presidenta de Foro. Así, aseguró que sigue al frente del partido porque «la inmensa mayoría de las personas que hoy ponen cara y voz a Foro» están ahí porque ella se lo pidió, al igual que por su compromiso con los alcaldes y concejales «que a diario se parten la cara por este proyecto». La segunda razón para mantenerse en la presidencia es velar por el cumplimiento íntegro del pago a proveedores derivado del proceso electoral del 26 de mayo, que en estos momentos «asciende a 300.000 euros».

Sobre los nombramientos de José Suárez Arias-Cachero, Xicu Xabel Díaz y Guzmán Fernández como miembros de la comisión directiva, no suponen viraje alguno. «Ni la oficialidad del asturiano ni la negociación presupuestaria aún inexistente a día de hoy son objeto de debate. No existe cambio en la postura ideológica de Foro» porque ni siquiera se ha planteado la discusión. Además, Moriyón reprochó a Cascos que utilizase las opiniones personales de estas personas «para intentar fracturar un partido que ya ha sufrido bastante».

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