El PP pide al Principado prioridad para negociar los presupuestos por su mayor peso en la Junta

El PP asturiano no quiere ser uno más en la negociación que el Gobierno regional abrió hace unos días con los diferentes grupos parlamentarios, salvo con Vox, para tratar de aprobar unos presupuestos para 2021 lo más consensuados posibles. El principal partido de la oposición, con diez diputados en la Junta frente a los veinte del PSOE, exige tener mayor peso en la negociación que el resto de los grupos, que tienen cinco diputados (en el caso de Ciudadanos), cuatro (Podemos) y dos (IU y Foro). De hecho, entiende que son PSOE y PP quienes deben definir las bases del próximo presupuesto autonómico para, solo después, y de forma proporcional a su representatividad en la Cámara, permitir al resto de los grupos incorporar sus propuestas en el documento.

La presidenta del PP, Teresa Mallada, trasladó ayer esta idea en la reunión que, junto a los diputados populares Pablo Álvarez-Pire y Pablo González, mantuvo con la delegación del Gobierno y del PSOE presidida por el jefe del Ejecutivo, Adrián Barbón. Reclamó, dada la actual coyuntura económica y sanitaria, unos presupuestos «que no sean ideológicos», que no sirvan para «pagar favores» a los partidos de la izquierda y que mucho menos sean «improvisados». Unas cuentas con «sentido común», dijo, que bajo su punto de vista no pueden elaborarse sumando una «avalancha» de peticiones de todo tipo formuladas por distintos grupos.

Los populares aseguran no tener «líneas rojas», pero advierten de que tampoco están dispuestos a entregar «cheques en blanco» al Ejecutivo y dicen sorprenderse por la actitud de algunas formaciones que ya han trasladado su intención de apoyar unas cuentas «cuando aún no han visto el borrador». Teresa Mallada entiende que lo «indispensable» en estos momentos es que los presupuestos contemplen ayudas económicas para todos los sectores que lo están pasando mal como consecuencia de la crisis, por lo que avanzó que las propuestas que su grupo remitirá al Principado en los próximos días irán en esta línea. Para ello, reclamó al Ejecutivo autonómico conocer los principales márgenes económicos en los que se mueve el Principado con el fin de realizar planteamientos «realistas, concretos y solventes que sirvan de base para la negociación».

El Gobierno regional agradeció la disponibilidad del PP y escuchó sus demandas en cuanto al papel que debe tener esta formación en la negociación sin ofrecerle ninguna respuesta al respecto. No obstante, su oferta inicial de alcanzar un pacto entre PSOE-PP dejando fuera a la «izquierda radical» ya fue rechazada en su momento por el presidente autonómico, que emplazó a la líder popular a dejar los «tacticismos» y sumarse al diálogo con el resto de los grupos. Ayer, la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, insistió en que el objetivo del Gobierno regional es buscar un acuerdo presupuestario «con base progresista, pero intentando dar cabida a todas las propuestas y actuaciones, vengan del grupo que vengan, que permitan dar salida a la crisis».

De hecho, finalizada la primera ronda de contactos, Cárcaba observó una disponibilidad al diálogo por parte de todos los grupos «sin duda» mayor que la percibida en la negociación de las cuentas vigentes. A partir de ahora, el equipo negociador estará compuesto por la consejera Ana Cárcaba; la portavoz socialista, Dolores Carcedo, y la secretaria de Organización de la FSA, Gimena Llamedo.