Sánchez impulsa a Illa como candidato a la Generalitat y sitúa a Darias en Sanidad
Iceta se hace a un lado presionado por datos demoscópicos, pero el presidente sopesa poner en sus manos la cartera de Política Territorial
PAULA DE LAS HERAS
MADRID.
Jueves, 31 de diciembre 2020, 02:38
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, será el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat en las elecciones del 14 de febrero. La decisión se anunció ayer después de meses de rumores negados hasta el último minuto por sus principales protagonistas. En principio, el político catalán seguirá aún unas semanas al frente de su cartera, pero Pedro Sánchez ya prepara su reemplazo y ha posado la mirada sobre la titular de Política Territorial, Carolina Darias. Miquel Iceta, a su vez, será recompensado con el Ministerio de Política Territorial, que dejaría vacante la ministra canaria.
La designación de Illa fue presentada públicamente como el resultado de una larga reflexión personal de Iceta, refrendada después por los órganos del PSC, sobre el que Sánchez carece, teóricamente, de autoridad. Sin embargo, fuentes del Gobierno no niegan que el jefe del Ejecutivo ha desempeñado un papel importante en este giro del guión. El pasado mes de septiembre, el líder de los socialistas catalanes aseguró en Onda Cero que volvería a ser candidato «salvo terremoto o problema cardiaco agudo». Y este mismo lunes Illa defendió que su jefe de filas en el partido era la mejor opción.
Las próximas elecciones catalanas -que a pesar de estar ya convocadas podrían acabar retrasándose por exigencias de la pandemia, como ocurrió con las gallegas y las vascas- no son para el jefe del Ejecutivo unas elecciones más. De su resultado depende en buena medida que la estabilidad conquistada en el primer año del Gobierno de coalición se mantenga. Todos los sondeos apuntan a que el PSC mejorará considerablemente su posición respecto a los últimos comicios, en buena medida porque se beneficia de la debacle de Ciudadanos, por un lado, y de la política hacia Cataluña impulsada por el Ejecutivo del PSOE y Podemos, por otro. Pero la mayoría de ellos lo sitúan hasta ahora en la tercera posición, detrás de ERC y JxCAT.
Los socialistas apelan a un estudio propio, realizado el pasado julio, para defender que la candidatura de Illa puede dar un impulso definitivo a su campaña. El ministro de Sanidad, que es también secretario de Organización del PSC, ha pasado durante este año de ser uno de los miembros menos conocidos del Gabinete, según los estudios del CIS, a colocarse solo por detrás de Pablo Iglesias. Y su valoración pasó de un 4,2 antes de la pandemia a casi el aprobado, un 4,7, en el barómetro de octubre, solo por detrás de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Además, es el segundo político mejor valorado por los catalanes. Nadie esperaba algo así cuando fue designado, pero la gestión de la crisis de la Covid-19 lo ha trastocado todo.
Que Moncloa ha tenido algo que ver en el paso atrás de Iceta lo demuestra también el hecho de que en el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas, el de noviembre, se incluyera ya una pregunta sobre cómo se veía a Illa como posible presidente de la Generalitat. Paradójicamente, recibió peor puntuación que Iceta. Pero en el Ejecutivo restan importancia a ese hecho.
Romper la «inercia»
Fuentes socialistas aducen que sus trabajos demoscópicos indican que en Cataluña hay una pulsión de cambio, pero que no se visualizaba a Iceta como la persona para liderarlo. El propio primer secretario del PSC dijo algo similar ayer en su exposición ante el Consell Nacional, al que pidió ratificar el nombramiento de Illa. «Nuestro trabajo -dijo- es convencer a los catalanes de que el cambio que quieren es posible y eso lo conseguiremos si demostramos que no nos resignamos». Ese es el mensaje que pretende lanzar la candidatura del ministro de Sanidad, del que alabó la capacidad de gestión, frente a la «inercia» que habría significado, según dijo, su continuidad.
La operación para situar a Illa como candidato era conocida por muy pocos en el PSOE y en el propio PSC, aunque algunas fuentes apuntan a que desde noviembre ya estaban en la pomada la vicepresidenta Carmen Calvo; la vicesecretaria general y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra; el secretario de Organización, José Luis Ábalos; y su 'número dos', Santos Cerdán. El ministro pidió un tiempo para decidirse. «Soy un servidor público -zanjó ayer-. Si los compañeros lo piden, lo único que les puedo decir es 'aquí estoy, listo para ayudar desde donde pueda ser más útil'».