Realismo político, humanismo e idealismo para entender el hoy
El jurado elogia su capacidad para aplicar la reflexión crítica «a los grandes conflictos políticos de nuestro tiempo»
Analiza el hoy con una mirada aguda, perspicaz y brillante. Mira a los tiempos confusos con optimismo. Cuenta y disecciona el mundo y sus conflictos desde una perspectiva académica, pero hace mucho más que eso. El ensayista, historiador, periodista y expolítico canadiense Michael Ignatieff se ha convertido en merecedor del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales por aúnar en su mirar muchos modos y maneras. Esa fue la razón que arguyó el jurado presidido por Alejandro Portes que ayer hizo público el premio en Oviedo. «En su obra, el análisis de los problemas políticos concretos se hace siempre desde las exigencias normativas propias de los sistemas democráticos. El resultado es una original mezcla de realismo político, humanismo e idealismo liberal, donde los valores de la libertad, los derechos humanos, la tolerancia y la salvaguarda de las instituciones son su preocupación fundamental», dejo escrito para la historia. Y aún dijo más: «La aportación de este autor constituye una referencia imprescindible para orientarnos en un presente tan cargado de conflictos bélicos, polarización política y amenazas a la libertad».
Publicidad
Cumplió el domingo 77 años este historiador que ha cultivado todos los campos en «su intensa y polifacética vida profesional». De la historia y la filosofía hasta el periodismo y la política, siempre ha buscado «aplicar la reflexión crítica a los grandes conflictos políticos de nuestro tiempo», en palabras del jurado, que quiso así poner el colofón perfecto a ese viaje vital por muchos lugares y tiempos.
Su primer lugar fue Toronto cuando mediaba el siglo XX. Allí nació en 1947 quien habría de licenciarse en Historia en casa antes de doctorarse en 1976 en la Universidad de Harvard. Cambridge vendría después y fue en la Columbia Británica donde inició su tarea docente. Las universidades de Harvard, Toronto y Central Europea en Budapest y Viena, de la que fue rector entre 2016 y 2021, y en la que aún ejerce, se sumarían un currículo que incluye ser investigador del King's College de Cambridge y profesor visitante en Oxford y la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París. Ha sido, asimismo, presentador de televisión y columnista de 'The Observer' y 'The New York Times Magazine'.
En 2006 fue elegido miembro de la Cámara de los Comunes del parlamento canadiense por el Partido Liberal de Canadá, del que fue vicepresidente (2007-2008) y presidente (2009-2011) y ejerció como líder de la oposición.
Nada ha faltado en la peripecia vital de Ignatieff, que siempre ha puesto el foco en la defensa de los valores y los derechos humanos fundamentales y universales y que trabaja con el ánimo de buscar salidas, con una mirada optimista con la que romper barreras étnicas y religiosa, en el análisis de la globalización desde lo macro y lo micro y en la búsqueda siempre más de lo que nos une que de lo que nos separa. Ha querido estudiar también a dónde nos lleva la revolución tecnológica, el análisis de los conflictos morales frente al relativismo cultural y se ha opuesto con vehemencia a los nacionalismos violentos. Son algunos de los temas para el análisis de quien se define como internacionalista defensor de la legalidad constitucional.
Publicidad
Entre sus ensayos más relevantes se hallan 'The Needs of Strangers' (1984), 'The Russian Album' (1987, reeditado en 2023), 'The Warrior's Honor' (1998) (El honor del guerrero, 1999), 'Isaiah Berlin: A life' (1998, reeditado y actualizado en 2023) (Isaiah Berlin: una vida (1999), 'Virtual War' (2000) (Guerra virtual: más allá de Kosovo, 2003), 'Human Rights as Politics and Idolatry' (2001) (Los derechos humanos como política e idolatría, 2003), 'The Lesser Evil' (2004) (El mal menor, 2018), 'The Ordinary Virtues' (2017) (Las virtudes cotidianas, 2018) y 'On Consolation' (2021) (En busca de consuelo, 2023).
El teatro y la novela están también entre sus obras impresas. Y entre ellas, 'Scar Tissue' (1993), finalista del premio Man Booker.
Caballero de la Orden de las Palmas Académicas de Francia y miembro de la Orden de Canadá, Michael Ignatieff es doctor honoris causa por trece universidades. El Heinemann Prize de la Royal Society of Literature (Reino Unido, 1987), el Orwell Prize (Reino Unido, 2001), el Otis Social Justice Award (EE. UU., 2002), la Medalla del Jubileo de la Reina (Canadá, 2012), el Premio Francisco Cerecedo de Periodismo (España, 2012) y el Dan David Prize (Israel, 2019) son solo algunos de los premios que ha recibido este hombre que observa a la democracia como un problema que nos resuelve muchos, que acaba por ser una solución siempre: «La democracia es una discusión permanente sobre qué es la democracia, sobre las reglas de las mayorías, del Estado de derecho, del equilibro de poderes que nos mantiene libres», dejó dicho en una entrevista.
Publicidad
Desde esa singularidad del idealismo, desde el optimismo y la esperanza que son también señas de identidad, trabaja. En su último libro, 'En busca del consuelo' (2023) nos cuenta a los grandes filósofos y artistas que recuperaron las ganas de vivir tras afrontar grandes crisis. De Job a Albert Camus o Primo Levi va el viaje propuesto por un pensador que no niega la evidencia: «Vivir con esperanza, en la actualidad, exige a veces un sano escepticismo ante el fatalismo atronador que nos llega de los portales de todos los medios de comunicación». Así está escrito en su libro.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión