El hallazgo que cambió México

El 21 de febrero de 1978 la historia de México cambió. Aquel día, unos obreros de la Compañía de Luz localizaron, por casualidad en el corazón de Ciudad de México, la escultura Coyolxauhqui y ese hallazgo dio lugar a años de excavaciones, bajo la dirección de Eduardo Matos Moctezuma.

Solo en la primera temporada de trabajo, en esa zona de la ciudad, el arqueólogo recuperó más de 7.000 objetos y los vestigios del Templo Mayor de Tenochtitlan y de otros edificios aledaños.

Para entender la importancia que eso supuso, es fundamental saber que Tenochtitlan era la capital azteca,y que fue fundada en 1325 y destruida por los españoles en 1521. Los conquistadores erigieron allí, sobre las construcciones prehispánicas, una nueva ciudad y eso hizo que, durante siglos, ese recinto sagrado quedara totalmente sepultado.

A finales del siglo XIX e inicios del XX, hubo algún hallazgo, pero fue hace 44 años cuando la historia realmente cambió y Matos Moctezuma quiso que ya nunca volviera al olvido. Por eso, en 1987 abrió sus puertas el Museo del Templo Mayor, que alberga todos los hallazgos fruto de aquellas excavaciones.

Este centro está dividido en ocho salas que sirven para dar cuenta de los rituales y sacrificios que allí se llevaban a cabo, de las deidades a las que veneraban los mexicas , de sus formas de comercio, de su flora, de su fauna y de su agricultura.

Ahí dentro, se puede descubrir cómo era ese lugar sagrado, que consideraban el centro del universo y que, por eso, durante casi dos siglos nunca lo desplazaron. En diversas ocasiones lo ampliaron, pero siempre dentro del mismo recinto que hoy es lugar de culto para los historiadores.

Era la capital del Imperio Mexica (también conocido como Azteca). Fundada en el año 1325 se convirtió al poco tiempo en la ciudad más poderosa de Mesoamérica hasta el año 1521, cuando fue destruida por los conquistadores españoles al mando de Hernán Cortes

Era una gran plaza cuadrangular cubierta de losas de piedra, que albergaba varios edificiones religiosos, altares, juegos de pelota, etc.

Los mexicas consideraban al Templo Mayor como el centro del universo. Fue el edificio más importante de Tenochtitlan. Formado por una pirámide truncada de doble escalinata, con un templete en cada esquina frontal de su base y en su cima los dos templos, dedicados uno al culto de Tlálic y el otro al Huitzilopochtli.

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