La fuerza del movimiento feminista a través de la mirada adolescente

Gloria Steinem se autodefine como una «nómada moderna» y su activismo se nutre de conversaciones cotidianas mantenidas entre andenes con mujeres de distintos países. Una curiosidad insaciable por las historias encaminó a Gloria Steinem hacia el mundo de la comunicación. Ayer, la periodista estadounidense, premio Princesa de Comunicación y Humanidades 2021, tuvo la oportunidad de volver poner en práctica su capacidad de escucha. Y es que la galardonada se encontró con los alumnos de 3º y 4º de Eso y Bachillerato de trece colegios asturianos, con los que mantuvo diferentes conversaciones a propósito de los nuevos desafíos que afronta el movimiento feminista.

El encuentro, enmarcado dentro del programa 'Toma la palabra' que trata de acercar a los alumnos de los colegios asturianos las figuras de los premiados, tuvo lugar en la fábrica de La Vega y permitió a los estudiantes mostrar a Steinem una serie de trabajos inspirados en su trayectoria como activista por los derechos de la mujer. Se trataba del primer número de una revista cuya temática abordaba el feminismo y los derechos civiles.

Después, la premiada se dirigió a los casi trescientos estudiante que asistieron al acto -presencial o telemáticamente- y respondió a sus dudas con magnanimidad.Al ser preguntada por su carrera periodística, Gloria Steinem recordó el esfuerzo que supuso para ella hacerse hueco en una profesión «mayoritariamente masculina» y celebró que ahora haya más representatividad femenina en los distintos ámbitos laborales. «Durante años nos hemos limitado a estudiar la historia de nuestro propio olvido. Es hora de reescribir los relatos», señaló la estadounidense a sus jovenes seguidores.

La también escritora, que el viernes será una de las que intervenga en nombre de los premiados en el Teatro Campoamor, rememoró con emoción los avances del movimiento feminista a lo largo del tiempo. Allá por los años setenta la voz de Gloria Steinem resonaba cada vez más fuerte, pero ella confiaba en que llegaría el día en que el clamor femenino «se alzaría por encima del ruido del mundo». Un sueño no tan lejano ahora que la sororidad está, cada vez más, a la orden del día. «Si me muero mañana me sentiré feliz, porque sé que detrás de mí camina una red de mujeres que ya no se dejan amedrentar», apostilló.

Además de la sororidad entre mujeres, la escucha es otro de esos valores neurálgicos que articulan la concepción del feminismo que tiene Steinem. Desde aquel artículo sobre la realidad de las chicas 'Play Boy' para el cual tuvo que infiltrarse en una de aquellas mansiones y sentirse como «un trozo de carne» a la escucha activa de otras compañeras de lucha. Y es que Gloria Steinem concibe el movimiento feminista desde una perspectiva integradora que no deje a nadie fuera.«Los conceptos de género, raza y clase dan lugar a diferentes luchas, pero el feminismo ha de abrazarlas todas» concluyó. Su voz, después de tanto tiempo, sigue guiando generaciones.