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Daniel J. Drucker estará en Oviedo para recoger el galardón. E. C.

Daniel J. Drucker | Premio Princesa de Asturias de Investigación

«Todavía hay tendencia a culpar a las personas por su peso»

«Estos nuevos fármacos no están pensados para la pérdida de kilos ocasional. Se han estudiado en poblaciones muy específicas»

Ana Ranera

Gijón

Miércoles, 9 de octubre 2024, 02:00

Daniel J. Drucker (Montreal, Canadá, 1956) es unos de los galardonados este año con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Él, ... junto a Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov, lleva años trabajando en el desarrollo de la semaglutida, el principio activo de Ozempic, un medicamento creado para tratar la diabetes, pero que arrasa por su capacidad para ayudar a perder peso.

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–¿Qué significa para usted recibir este galardón?

–Nos sentimos muy agradecidos y emocionados al ver nuestra ciencia y su impacto clínico reconocidos por el prestigioso Premio Princesa de Asturias.

–Usted y el resto de sus compañeros premiados han estado trabajado desde los años setenta en el desarrollo de la semaglutida, si ahora echa la vista atrás, ¿qué balance hace de todos esos años de investigación?

–La historia del GLP-1 (un péptido similar al glucagón tipo 1) y la ciencia subyacente evolucionaron de manera constante en el tiempo, desde un enfoque inicial en el potencial para tratar la diabetes, hasta la pérdida de peso y las enfermedades cardiovasculares. El progreso fue lento, pero los datos de muchos laboratorios de todo el mundo son altamente reproducibles y el impacto clínico es muy significativo para los pacientes.

–La revista 'Science' calificó estos medicamentos contra la obesidad como el gran avance científico de 2023. ¿De qué manera mejoran la vida de las personas diabéticas y obesas?

–Estos medicamentos mejoran la salud, no solo controlando el azúcar en sangre y reduciendo el peso, sino también reduciendo las tasas de enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares. enfermedades renales y disminuyendo la tasa de mortalidad. Estos resultados son sumamente importantes para las personas que viven con diabetes tipo 2 y obesidad.

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–¿La obesidad es la enfermedad del siglo XXI?

–Siempre ha habido personas susceptibles de desarrollar obesidad, solo tenemos que observar el arte y las pinturas a lo largo de los siglos para verlo. Sin embargo, ahora nos enfrentamos a un aumento global en las tasas de obesidad, que reducirá la calidad de vida de muchas personas y planteará enormes gastos a los sistemas de atención médica.

–¿Cree que la sociedad no es consciente de que la obesidad es una enfermedad como cualquier otra?

–Creo que es necesario que haya más educación sobre las consecuencias para la salud que tiene vivir con obesidad. Hay personas con sobrepeso u obesidad que pueden estar relativamente saludables. Sin embargo, muchas otras se enfrentan a mayores riesgos porque tienen más probabilidades de desarrollar más de una docena de enfermedades graves, que pueden reducir su salud.

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–¿Considera que se trata mal a las personas obesas, que hay quien piensa que todo es culpa de la falta de autocontrol?

–Lamentablemente, sigue habiendo un estigma considerable en la sociedad, incluso entre los proveedores de atención médica, con respecto a las personas obesas. En algunos sectores, todavía hay una tendencia a culpar a las personas por su peso corporal, sin reconocer la compleja biología que subyace al desarrollo de la obesidad en individuos susceptibles. Además, la obesidad es una enfermedad crónica.

–La pérdida de peso que producen estos fármacos hace que muchas personas quieran tomarlo. ¿Es importante que se tome conciencia de que esta medicina no es para todo el mundo?

–Sí, estos nuevos fármacos no han sido estudiados yno están aprobados para la pérdida de peso ocasional. Se han estudiado en poblaciones muy específicas de personas que viven con diabetes tipo 2 u obesidad, a menudo con problemas de salud asociados.

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–¿Qué efectos secundarios pueden acarrear?

–La mayoría de los efectos secundarios son gastrointestinales: náuses, diarrea, vómitos y estreñimiento, con menos frecuencia, enfermedad de la vesícula biliar.

–Una vez alcanzado este hito en sus carreras, ¿en qué líneas están trabajando?

–Estamos tratando de entender cómo funcionan estos medicamentos y los medicamentos GLP-1, más nuevos, para reducir las complicaciones de las enfermedades cardiacas, hepáticas, renales y neurodegenerativas.

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