Cadavedo recibe el Pueblo Ejemplar en un acto que la Princesa Leonor tuvo que abandonar por una indisposición
La Infanta Sofía no pudo asistir al acto de entrega del premio al Pueblo Ejemplar de Asturias tras pasar una mala noche y sentirse también indispuesta. La Reina ha leído el discurso en nombre de su hija: «Gracias por permitirme conocer el espíritu generoso que está en el corazón de los asturianos»
M. F. ANTUÑA y Miguel Rojo
GIJÓN | Gijón
Sábado, 29 de octubre 2022, 14:48
Hubo sorpresa. Tras visitar la casa del Padre Galo, la Princesa Leonor se encontró indispuesta y a pesar del esfuerzo que realizó por estar en Cadavéu, Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias de este año, finalmente tuvo que abandonar la visita a mitad de recorrido. No pudo ni pronunciar su discurso ni visitar el Campo de La Garita, tal y como estaba previsto. La Casa Real confirmaba también esta mañana la ausencia de la Infanta Sofía en la visita por una indisposición tras pasar una mala noche. El discurso de la Princesa de Asturias al entregar a Cadavéu el Premio al Pueblo Ejemplar fue leído pues por la madre de Leonor, la Reina Letizia, quien disculpó la ausencia de sus hijas y explicó que «aunque lo ha intentado, la Princesa cuando se levantó ya no se encontraba muy bien y finalmente ha tenido que marcharse». Doña Letizia añadió que, seguramente, se trataba de una gastroenteritis leve «de esas que todos hemos sufrido alguna vez».
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En sus palabras, la Princesa elogiaba a los vecinos por su buen hacer, su apuesta por lo rural y la tradición, sin olvidar que vivimos un mundo complejo. «Es lo que más me gusta de este lugar, que conserváis las tradiciones y hacéis lo posible por combinarlas con una economía sostenible», señalaba Leonor a través de unas palabras pronunciadas con emoción por la Reina que sirvieron para recordar cómo el pueblo ha mejorado en sus servicios y ha sabido diversificar en aras del progreso «hasta lograr algo tan difícil en las zonas rurales como que la escuela siga muy viva y, cada vez, con más alumnos matriculados».
«Me gustaría mucho poder venir a la romería de La Regalina, que habéis celebrado hace poco, para disfrutar con vosotros de los grupos de baile y las bandas de gaitas, de las verbenas, de la rapa y los bollos preñaos, ver la rifa de las alfiladas, conocer al ganador del premio de poesía Fernán Coronas…», anotó la Princesa de Asturias, que hablaba también ante los presentes de su visita a la casa del padre Galo. «Me ha sorprendido la enorme cultura y la personalidad que tenía», apuntó. Añadió después que «no le faltaba razón cuando escribió ese verso en el que decía que si el Príncipe de Asturias —bueno, Princesa, en este caso— venía por aquí, escogería este lugar para hacerse una quinta enfloriada».
Cuando escribió estas palabras aún no sabía que no podría visitar la ermita y el hórreo que, subrayaba, son «símbolo de vuestra unión vecinal y que entre todos habéis salvado».
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La conclusión para la Princesa de Asturias era evidente y el agradecimiento explícito y elocuente: «Gracias por ser ejemplares, por cuidar vuestro pueblo y vuestra economía», dijo. También se felicitó por haber disfrutado junto a sus padres de la belleza del lugar «y conocerlo mejor; conocer también el espíritu generoso que está en el corazón de los asturianos».
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La visita, de hecho, comenzó casi con una hora de retraso. Y poco antes de la llegada de la Familia Real fue cuando se dio a conocer que la Infanta Leonor no viajaba a Cadavéu. Finalmente, y a pesar del esfuerzo, la Princesa tuvo también que ausentarse, lo que no impidió que realizase buena parte del recorrido previsto, muy animada y sonriente, atendiendo a todo el mundo, saludando y recibiendo múltiples regalos. Desde dibujos a unas alpargatas, pasando por un cuadro hecho a ganchillo que mostraba el paisaje de Cadavéu. También disfrutaron de la Jota de Cadavedo y hablaron con los representantes de asociaciones culturales, vecinales, deportivas... Durante su visita a la casa del padre Galo, la Princesa comenzó a sentirse mal, por lo que cuando la Familia Real se subió de nuevo a los coches para trasladarse al prau donde se iban a leer los discursos, se decidió que doña Leonor abandonase la comitiva. Sobre el escenario se presentaron tan solo los Reyes, que en una situación inédita, tuvieron que explicar el motivo por el que sus hijas no les acompañaban.
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