Para Mafalda, «mejor el arroz con leche»
Quino llenó el Filarmónica en el homenaje que le dedicaron quienes lo siguen, veneran e «imitan»
paché merayo
Miércoles, 22 de octubre 2014, 00:38
Le recibieron mafaldólogos, mafaldófilos y mafaldistas de toda edad y condición. Pero no solo dentro del teatro.También fuera. Dentro con un aplauso casi interminable, cariño y mil anécdotas en torno a sus lápices. Fuera con protestas. «Mafalda se queja, no apoya a la realeza», gritaba a las puertas del Filarmónica un grupo de fieles que no comulga con el Premio Príncipe que pasado mañana le entregará el Rey. Pero sus gritos pronto se hicieron murmullo. Y el murmullo quedó lejos. La voz de Quino, rescatando los tiempos en que su acento era andaluz (como sus padres) o los sueños en los que se encontraba con amigos muertos, le ganaron pronto la partida. Sentado en un escenario dibujado, que bien podría ocupar cualquiera de sus viñetas, JoaquínSalvador Lavado (su verdadero nombre) no tardó en decir lo que nunca había dicho en público. «Me tienen un poco harto con tanta Mafalda».
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Y además
Premios Príncipe de Asturias 2014
Lo confesaba ante un teatro lleno a preguntas de Álex Grijelmo, que guió toda la velada abrazada por el Joven Coro de la Fundación Príncipe y un par de sketches de Higiénico Papel. Y no quería Quino evitar a su principal personaje (algo inevitable) sino poner la mirada en otros menos conocidos. Esos en los que «están las ideas de Mafalda». «Hice también otras cosas», dijo sin lograr que el guión se saliera de las tiras habituales. Lo clamaba sin perder la sonrisa, justo antes de que ocuparan el escenario las periodistas Mara Torres y Marta Ferrer, confesas seguidoras desde pequeñas, y el escritor Rodrigo Fresán, hijo de unos amigos del ilustrador. Los tres habían querido ser Mafalda, pero Rodrigo, además, la vio crecer en los lápices de su autor. De hecho canjeaba el conocimiento de lo que pasaría en las viñetas próximas por un poco de popularidad de instituto.
Todos contaron anécdotas divertidas. Torres mostró un libro de Mafalda que ella misma se dedicó «falsificando la firma de Quino», lo que hizo relatar a Fresán que él y todos sus amigos practicaban copiando la famosa rúbrica, «porque era muy fácil», antes de enfrentarse a la que realmente interesaba, «la de nuestros padres». Las historias fueron continuas. Y entre ellas alguna pequeña sentencia del genio, que Grijelmo hizo salir de una lámpara maravillosa e imaginaria al principio de la velada. Una dedicada a su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. «Mafalda respetaría lo que ha hecho por los derechos humanos, pero, en muchos asuntos diría: Esta tía está loca». En realidad, para él todos los gobernantes lo están un poco y por eso mantiene totalmente vigente una de las más populares tiras de Mafalda en la que advierte que el mundo está parado porque lo gobiernan irresponsables. Esa y otras tiras tomaron también el escenario. Unas para que las interpretaran los invitados. Todas para que las riera el público.
Torres, Ferrer y Fresán se fueron y aún estaba por llegar lo mejor. Tras una canción del dúo Petit Pop, que pidió para la audaz argentina de papel «un día libre sin nada más, un día sin mirar los diarios internacionales», ocuparon la tarima no solo mafaldólogos, sino también grandes humoristas que rinden fidelidad a Quino en sus gestos diarios. Gallego & Rey, Peridis y José Manuel Puebla le rindieron pleitesía, no solo hablando, también dibujando.Cada uno de ellos le homenajeó en directo cruzando rasgos propios con trazos de Quino.
Peridis retrato a Arias Navarro y a Franco, partiendo para el primero de otro de sus mitos, Schulz, el creador de Carlitos y Snoopy, y para el segundo de una condensación entre Susanita y Manolito, por cierto, su personaje favorito. Confesó que llevaba media vida copiando a ambos. Por ellos y con ellos «logré encontrar mi modo de hacer», confesó. Tanto le debe, dijo que «suyo es el 30% de mi sueldo. Pero lo siento, Quino, no te lo puedo dar, ya se lo he dado a Hacienda». Cada uno desgranó sus devociones y todos reconocieron odiar un poquito la sopa por culpa de la sin par Mafalda. Por cierto, que hoy en la Universidad intentarán encontrar la sopa que pudiera gustarle, aunque Quino aseguró que para Mafalda, mejor que busquen «un poco de arroz con leche».
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