El desquite de Raúl Rubio con el gol en el Real Avilés: «Fue una liberación»
«Tenía ganas, también para ayudar al equipo y confirmarme a mí mismo que voy en una buena línea de trabajo», asegura el delantero zaragozano
Raúl Rubio lo había hecho todo bien hasta ahora en el Real Avilés Industrial, pero su instinto de delantero no estaba del todo conforme ... hasta que lograse ver portería. Hasta ahora se le había negado el gol, por eso celebró con efusividad el segundo tanto de su equipo ante el Cacereño. Él, sus compañeros en el campo, y medio banquillo de suplentes, que corrieron a abrazar al zaragozano.
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«Fue un poco liberación de refrendar todo el trabajo que venía haciendo en los partidos, el desgaste, el esfuerzo que hago. Ya tenía ganas, sobre todo también para ayudar al equipo y para confirmarme a mí mismo que voy en una línea buena de trabajo, que estoy haciendo las cosas bien y coger confianza, porque al final los goles son confianza para el delantero», asegura el delantero de Zaragoza.
«Los primeros en abrazarme son Javi Cueto, Quicala, Pablo y Guzmán, que estaban en el banquillo. Eso demuestra la unión dentro del vestuario»
Rubio celebró su gol al Cacereño con ganas, pero a eso casi le empatan sus compañeros, incluidos los suplentes que corrieron por la banda del estadio Príncipe Felipe a abrazarlo. Para el delantero blanquiazul, «al final, eso te demuestra la unión que vivimos dentro del vestuario y la confianza que tenemos los unos en los otros. Al final, si tú ves el vídeo detenidamente de la celebración, los primeros que vienen a abrazarme son Javi Cueto, Quicala, Pablo y Guzmán, que estaban en el banquillo. Eso te dice un poco de la unión que tenemos dentro del vestuario y de lo bien que se están dando las cosas, pues en parte por esa unión que tenemos».
Su celebración, con un gesto parecido a los cuernos de las estrellas del rock, también tenía un significado especial. «Es una dedicación que tengo con mi pareja y con mis familiares, que bueno, significa te quiero en lenguaje de signos. Era una forma de que ellos supieran que esa celebración iba para ellos y un poco más privada y en confianza», explica Raúl Rubio.
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«Significa te quiero en lenguaje de signos, era una forma de que mi pareja y mi familia supieran que esa celebración iba para ellos»
Aunque el primer gol tardó once jornadas en llegar, el delantero maño está teniendo un papel estelar en el Real Avilés por su esfuerzo incansable en beneficio del equipo. Rubio debutaba este año en Primera RFEF, pero creía en sus posibilidades. «Bueno, yo confiaba en que sí, quería creer que sí. Al final, sabía que venía a una categoría nueva, no sabía cómo me iba a adaptar. Hablas con mucha gente y al final, pues te dicen eso, la diferencia de ritmo, que es una categoría exigente, pero bueno, yo creía que me podía adaptar bien. Lo bueno es que yo soy bastante consciente de cuáles son mis virtudes y cuáles son más mis deficiencias, entonces he intentado potenciar mis virtudes y enmascarar un poco mis carencias, y encantado de tener protagonismo, de ayudar al equipo, de ahora haberle ayudado con un gol, pero al final es algo con lo que se nos mide a los delanteros. Y a seguir, a seguir trabajando, porque esto es muy largo y queda mucho», defiende.
«He intentado potenciar mis virtudes y enmascarar un poco mis carencias. Y a seguir trabajando, que esto es muy largo y queda mucho»
Mientras duren los buenos momentos del Real Avilés, el delantero es partidario de que se disfruten, sin pensar más allá del próximo partido. «Hoy hay que disfrutar lo que conseguimos ayer, porque creo que es algo muy complicado y hay que disfrutarlo, porque no todos los lunes van a ser así. Pero al final ya mañana a empezar a trabajar el partido del viernes contra la Arenas y con la máxima ilusión. Qué mejor forma de afrontar un partido que después de ganar», concluyó Rubio.
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