Natalio, capitán del Real Avilés: «Yo no vengo aquí por premio de nada, sino por méritos propios»
El delantero blanquiazul, el jugador más completo de la pretemporada hasta ahora, avisa de la exigencia que habrá en Primera RFEF
¿Qué haces aquí? «Vengo a entrenar un poco que hay que mantenerse». Natalio Lorenzo respondía así a la pregunta de este periodista mientras salía del gimnasio del Suárez Puerta sólo unos días después del ascenso del Real Avilés Industrial a Primera RFEF. Ahora, uno se da cuenta de que sabía cosas sobre lo que se le viene encima al equipo la próxima temporada en cuanto a la exigencia de la nueva categoría.
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Esa rutina y disciplina han devuelto a los entrenamientos del Real Avilés al capitán de 40 años de edad como si se tratase de un juvenil que quiere ganarse un puesto en el primer equipo. Desde la primera carrera en grupo, desde el primer rondo, Natalio no da tregua a sus compañeros, ni a sus rivales en los amistosos disputados hasta ahora.
Quienes critican la idoneidad de su renovación, tendrán que esperar, porque el capitán de momento uno de los mejores, incluidos los fichajes. ¿Lo de los 40 años es broma? La respuesta lo parece, pero no lo es: «Cuando me dicen que tengo 40 años sí que me asusto hasta yo, pero no pienso en nada. Pienso en el día a día, que estoy bien físicamente, me cuido, hago la rutina que hago toda mi vida. El día que no me vea bien en los vídeos o en los postpartidos, pues ahí ya daré un paso a un lado», aseguraba Natalio al término del encuentro ante la Cultural Leonesa de Segunda División, en el que marcó dos goles.
Además de reconocer que ha preparado esta pretemporada con especial conciencia, apela a la superstición para que nada pare su progresión en verano. «Toco madera para que no me pase nada, que no tenga ninguna lesión que me pueda parar esta pretemporada, que es importante coger fuerza para afrontar la liga muy bien», añade.
«Siempre que un futbolista está apto para estar en un equipo, aspira a jugar el máximo de partidos, da igual que tengas 21, 18 ó 40 años»
Hasta ahora es el mejor delantero del equipo, y su objetivo es «poner las cosas difíciles al míster, porque yo no vengo aquí por premio de nada, vengo aquí por méritos propios. Y siempre que un futbolista está apto para estar en un equipo, aspira a lo máximo, a jugar el máximo de partidos posibles. Da igual que tengas 21, 18 que 40 años».
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El capitán blanquiazul destaca los fichajes, de quienes aseguró que «se están adaptando muy bien. Este año se están viendo buenos futbolistas, tanto en bandas como arriba, tenemos extremos que el míster va a tener un papelón porque los cuatro son muy buenos, diferentes, nos dan mucho».
En cuanto al excelente estado físico que se está viendo en los amistosos, Natalio destacó que «nos vamos adaptando bien, llevamos pocos entrenamientos, no hemos tenido entrenamientos ni de tirar a gol todavía, porque estamos desde abajo hacia arriba. Pero bueno, yo creo que el equipo está muy bien, físicamente nos está poniendo Hugo muy bien también. Hay que rellenar el depósito para estar bien durante todo el año».
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Al goleador blanquiazul no le preocupa la falta de acierto de cara al gol que ha impedido las victorias esta pretemporada. «Estamos tranquilos, lo más importante es tener las ocasiones, si no las tuviéramos, estaríamos mucho más nerviosos, pero bueno, estamos bien, esto acaba de empezar y los goles van a llegar, porque la gente de arriba ha metido goles siempre», concluyó.
Rápida adaptación de los fichajes, con Quicala como revelación
Este periódico lo viene reflejando desde el primer entrenamiento de la pretemporada del Real Avilés el 17 de julio. El nivel del equipo ha subido mucho, no sólo en la calidad de los jugadores, que ya la había en algunas posiciones, sino en la intensidad y el ritmo de cada sesión, a pesar de la carga de trabajo a la que somete a la plantilla el preparador físico Hugo Laviana.
Se juega como se entrena, o se entrena como se juega. Resulta difícil encontrar la diferencia en este nuevo Avilés de Javi Rozada, porque le ha dado a los partidos amistosos carácter casi de finales, consciente de que un recién ascendido tiene que meter un poco de miedo desde la primera jornada en lo físico y en la presión agobiante sobre rivales de mayor presupuesto.
Tampoco es normal ver a casi todos los fichajes de la dirección deportiva, con Miguel Linares al frente, aplicar ya el manual de Rozada y su cuerpo técnico. La adaptación es muy rápida y algunos jugadores se han metido en el bolsillo a la afición en sólo tres partidos de pretemporada. El caso más llamativo es el de Quicala, un ‘puñal’ por la banda que parece un sprinter en cada acción, sin estar exento de calidad para definir o dar el último pase. Si sigue así en liga, apunta a estrella. Al otro lado del campo, Berto Cayarga ha comenzado también a un nivel muy alto y empieza a recordar su mejor versión. Ambos no lo tienen fácil, porque Isi Ros está más enchufado que nunca, y Raúl Hernández, aunque con un arranque más tímido, asoma ya la cabeza con calidad y sacrificio. Son cuatro extremos para soñar la próxima temporada.
Arriba, Raúl Rubio es un pulmón que no perdona ni una carrera y pone de los nervios a medio equipo rival. Ante la Cultural a punto estuvo de marcar su primer gol, pero parece sólo cosa de tiempo.
En el medio, Yasser crece partido a partido, no sólo en labores de contención, sino en dar salida al balón, con Kevin Bautista como buen aliado ante la Cultural, mientras que Pablo Álvarez pide a gritos un sitio en el Real Avilés por su singularidad. Atrás, Campabadal es una apuesta segura para lo que se quiera, mientras que Eze necesita crecer como central, sobre todo en la salida del balón.
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