Real Oviedo | El césped del Carlos Tartiere mejora y deja de ser un quebradero de cabeza

Además, de hacer que las condiciones para disputar los partidos mejoren y que la imagen que se traslada sea más acorde con la categoría, hay una vertiente económica importante, ya que el club ha dejado de recibir multas por parte de LaLiga por el mal estado del césped, algo que últimamente venía sucediendo con asiduidad

En las dos últimas jornadas, la patronal no ha impuesto sanción alguna al club por el estado del terreno de juego, algo que se repetía en los últimos meses y suponía un importante montante económico para las arcas de la entidad.

Tras una reunión con el Ayuntamiento, el club optó por alquilar ocho carros de lámparas de sodio, que se unían a las otras cuatro de led que se venían utilizando hasta entonces.

Inicialmente las lámparas llegaron a principios de febrero, pero no se pudieron poner a funcionar todas a la vez hasta hace tres semanas, cuando concluyeron los trabajos de acondicionamiento de la instalación eléctrica para proporcionar energía a los nuevos carros.

Ahora, ya con todas en funcionamiento se cubre una importante superficie del terreno de juego, que recibe luz y calor, en especial durante las noches, lo que evita las heladas y provoca el crecimiento y, sobre todo enrraizamiento de la hierba, algo que fue patente el pasado domingo cuando el verde volvió a ganar presencia en todo el terreno de juego.

Los problemas del terreno de juego se repiten temporada tras temporada al llegar los encuentros del invierno. El pasado mes de diciembre, en el partido ante el Tenerife el campo ya presentaba serios problemas. También en el partido de Copa del Rey entre el Llanera y el Celta.

Sin embargo, el encuentro de Liga ante el Mallorca, debido a las fuertes lluvias de los días previos, fue el que peor estuvo y el que propició que se tomara la decisión de alquilar las nuevas lámparas,

En el encuentro ante el Zaragoza ya se empezó a advertir la mejoría en el terreno de juego y el pasado domingo fue mucho más patente. La zona de los banquillos, habitualmente la más castigada, no presentaba tanta ausencia de hierba y se vieron menos resbalones de jugadores que en los partidos precendentes.

Ahora se espera que con la llegada de la primavera y la mejoría de la climatología también se acabe de recuperar el césped y no de los problemas que venía arrastrando.