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Tejera, presionado por dos jugadores del Lugo. LOF
Real Oviedo

El Oviedo amaga, pero no pega

Los de Ziganda, con seis cambios en la alineación, tuvieron el control del partido, pero no acertaron a generar ocasiones y acabaron empatando

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Martes, 24 de noviembre 2020

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Un Real Oviedo en un nuevo papel de equipo dominador y que quiere el balón para controlar los partidos, tuvo controlado el partido ante el Lugo, pero acabço empatando por la falta de profundidad y recursos en la zona de ataque. Salvo algunos momentos puntuales el partido estuvo siempre controlado por los ovetenses, mientras que los locales solo inquietaron en alguna contra.

Los cambios no desentonaron, pero el equipo echó de menos a Blanco Leschuk y Nahuel, que marcan diferencias habitualmente.

Al final los azules suman su quinto encuentros consecutivos sin perder, tras tres victorias y dos empates y eso le permite mantenerse en la zona tranquila de la clasificación.

Ziganda, que había dejado entrever cambios en la previa, optó por seis novedades en el once. Además de la obligada presencia de Obeng por el sancionado Blanco Leschuk, el técnico cambió el centro de la defens en el que entraron Grippo y Arribas, por Carlos Hernández y Christian Fernández. Lucas sustituyó a Mossa en el lateral izquierdo, mientras que Cedric hizo lo propio con Borja Sánchez y Javi Mier por Nahuel.

Los azules tardaron cinco minutos en asentarse en el campo, en lo que los locales parecían dispuestos a manejar el partido. No fue así, puesto que pronto el equipo carbayón comenzó a tejer un juego en el centro del campo que le iba permitiendo mantener posesiones largas y madurando acciones de ataque que, sin ser claras, comenzaron a hacer trabajar a la defensa y a Cantero. Javi Mier, tras una buena jugada personal, y Tejera en dos disparos desde la frontal avisaron de las intenciones azules.

Tejera y Édgar González imponían su ley en el centro del campo, robando, pero sobre todo encontrando una buena salida de balón, con primeros pases fáciles y efectivos que daban pie al inicio del ataque. Cedric tardó un poco más en entrar en el partido, pero tuvo un par de arrancadas que acabó con centros que no encontraron rematador.

Lugo

Cantero; Campabadal, Diego Alende, Venancio, Luis Ruiz; Iriome ( Gerard Valentín, min.66), Juanpe (Hugo Rama, min.79), Pita, Cristian Herrera (El Hacen, min.85); Chris Ramos (Xavi Torres, min.66) y Manu Barreiro (Carrillo, min.79).

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Real Oviedo

Femenías; Nieto, Grippo, Arribas, Lucas; Sangalli, Édgar González, Tejera, Cedric (Nahuel, min.63); Javi Mier (Borja Sánchez, min.81) y Obeng (Rodri, min.81).

  • Árbitro Prieto Iglesias, del Comité Navarro. Mostró amarillas a Campabadal, por parte de los locales, y a los visitantes Arribas, Edgar y Lucas.

  • INCIDENCIAS 11 grados al inicio del encuentro. Terreno de juego en buenas condiciones. Pita y Tejera fueron los capitanes. Puso el balón en juego el Real Oviedo.

El Lugo, sometido por los ovetenses, ni tenía el balón, ni llegaba con balones largos a la portería de Femenías que apenas tuvo que intervenir.

Lo que se comenzó a ver en los últimos encuentros, un equipo al que no le quema el balón tuvo ayer su versión más notable. Los pases fluían y no se rifaban las acciones, llevando de lado a lado el juego a la espera de que apareciera un pase decisivo, que era lo que les faltaba. El resultado era un partido cómodo y esperanzador para los de Ziganda que jugaban en el campo local y hacían morir todos los intentos gallegos en la medular.

La ausencia de Blanco Leschuk se notaba para hacerse con algún balón y aguantar hasta la incorporación de compañeros, ya que Obeng corría por todo el ataque, pero no acababa de inquietar a la defensa lucense.

La posesión de los azules fue del 63 por ciento en la primera mitad, algo inusual esta temporada, ya que el equipo está más cómodo esperando y saliendo con velocidad. No obstante, en los minutos finales las dos ocasiones más claras fueron para los locales. Primero en un disparo de Luis Ruiz que Femenías despejó junto a la cepa del poste y luego en un remate de Chris Ramos que mandó por encima del larguero. Fue un espejismo en el monólogo de los carbayones, a los que les faltó algo más de claridad en la zona de definición. En cualquier caso, fue una de las primeras mitades más cómodas y de mayor dominio de lo que va de la presente temporada.

Los cambios de Ziganda dieron más frescura, pero mantuvieron la seguridad atrás, donde Grippo y Arribas solventaron con acierto las aproximaciones locales.

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La reanudación comenzó con menos ritmo, sobre todo por parte de los ovetenses que cedieron bastante terreno a un Lugo que comenzó a aparecer en el partido y querer más protagonismo. Eso dejaba algo más de espacio para que los azules corrieran, pero el equipo no tenía la claridad de ideas en el centro del campo que había mostrado en la primera parte.

El nuevo partido tenía algo más de riesgo para los de Ziganda, porque el balón estaba más en su campo, pero tampoco les disgustaba demasiado, porque en el papel de contragolpeador no se sienten incómodos.

Cedric estuvo a punto de sorprender a Cantero en un fuerte lanzamiento que buscaba la escuadra, pero que el portero logró mandar a saque de esquina. Fue la última acción del extremo, que fue sustituido a continuación para que entrara en el campo Nahuel. El jugador cedido por el Atlético de Madrid tuvo un papel discreto y participó poco en el juego y solo dejó algún detalle.

El paso de los minutos hizo que el Oviedo se desperezara y volviera a recuperar la iniciativa que había tenido en la primera mitad. Seguía faltando claridad en la fase final.

A falta de diez minutos para el final se produjo el debut esta temporada de Rodri, que entró por Obeng y también ingresó en el campo Borja Sánchez, en busca del arreón final.

Ninguno de los dos equipos era capaz de crear ocasiones, pero los locales, a base de colgar faltas al área llevó cierta inquietud a la portería local.

Los azules lo intentaron en el descuento con dos contraataques que no acertó a concretar, con lo que el marcador no se movió.

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