La paradoja del mediocampo oviedista

Son cuatro los mediocentros que llegarán al verano con contrato en vigor: Jimmy, Javi Mier, Mángel y Luismi. Este último, pilar indiscutible del esquema de Álvaro Cervera, renovó por partidos jugados hace ya dos meses y con él se aseguró la permanencia de un hombre clave en el equilibrio defensivo del conjunto azul.

El gaditano llegó en el mercado invernal de la 2019-20 como apuesta de Francesc Arnau y, tras ser fundamental en la salvación del equipo azul, volvió en propiedad en el verano de 2021 de mano de Rubén Reyes. Desde entonces ha sido un fijo. Su despliegue y condiciones le han hecho ser clave con todos los entrenadores que han pasado por Oviedo y con Cervera ha acabado por convertirse en una pieza fundamental de su propuesta futbolística: es, con diferencia, el centrocampista con más minutos de la plantilla.

Junto a él han ido creciendo también tres canteranos cuyo rendimiento les ha convertido en apuestas de lo más fiables para la dirección deportiva azul. Dos de ellos, Jimmy y Mángel, son de características muy similares a las del andaluz. Ambos son de corte defensivo y destacan, sobre todo, cuando asumen un rol más posicional.

El capitán, que se ha ganado el hueco a base de perseverancia, fue renovado en diciembre de 2021 por una dirección deportiva en la que ya estaba como secretario técnico el actual director deportivo azul, Roberto Suárez, mano derecha de Reyes por aquel entonces. El ovetense prolongó su contrato hasta junio de 2024 y este curso, ya con Cervera en el banquillo azul, ha sido titular en 18 ocasiones. Operado del hombro recientemente, no podrá ampliar esa cifra hasta la próxima campaña.

El año que viene también figura en nómina el otro canterano que esta temporada ha sabido aprovechar su oportunidad del mismo modo que hizo Bretones: Mángel. El candasín, que arrancó la Liga siendo uno de los capitanes del Vetusta, es ya a todos los efectos un mediocentro más del primer equipo. El culmen de esa evolución se ha traducido en 15 partidos entre Liga y Copa, y en una renovación que, cerrada a principios de año, le convierte en futbolista de la plantilla carbayona hasta 2026.

El cuarto en discordia es un Javi Mier al que la mala suerte con las lesiones le ha apeado de convertirse en uno más de los recursos de Cervera, uno que, seguramente, por el estilo del técnico azul, hubiese casado bien con su idea de centro del campo. Mier, de 24 años, también está asegurado como activo oviedista: también ha renovado este mismo año y tiene contrato hasta 2025.

Tener cuatro centrocampistas que ya han probado su rendimiento en la categoría es un punto de partido que muchos clubes querrían, pero al esquema de plantilla le sigue haciendo falta un perfil diferente. Obviando a Koba, que pertenece al Valencia, y a un Montoro que no logró asegurar su renovación automática, es Víctor Camarasa el principal candidato a poner la guinda. De no lograrse asegurar su continuidad o no llegar a un acuerdo para la misma, el Oviedo estará obligado a moverse en el mercado, y, en función del resultado, a plantearse incluso la opción de foguear a alguno de sus activos de cantera.