El Real Oviedo sigue peleado con el gol

Durante la primera media hora de juego fue el Oviedo de Jon Pérez Bolo el que amasó el esférico, combinó cómodo en tres cuartos y conectó bien con Borja Sánchez por dentro. Los carbayones ofrecían siempre pie, tratando de salir con el balón jugado desde atrás, y hasta el propio Braat participó de la elaboración del juego. Lo único que faltaron en ese arranque de partido fueron, de nuevo, ocasiones.

La pausa para hidratarse deshidrató las ideas de los oviedistas y fue la arenga de Luis García Plaza la que más efecto hizo en ese pequeño lapso de dos minutos. El Alavés salió más enchufado y tuvo hasta dos claras antes del paso por vestuarios en las botas de Abdellahi y, la más clara, de Miguel de la Fuente, que no superó, en uno a uno, al meta azul. Y no fueron las únicas ocasiones. Abdellahi y Tenaglia la tuvieron también antes del descanso.

La segunda mitad arrancó como terminó la primera: con el Alavés en campo contrario a pesar de los cinco cambios de Bolo. La entrada de Marcelo Flores se dejó notar y el equipo, con un 4-2-3-1, con el mexicano como mediapunta, intenta crear peligro. No obstante, de nuevo Braat, con los pies, tuvo que corta un peligros pase al espacio de Guiridi a Sylla. El primer tiro a portería del Oviedo en este período no llegó hasta el minuto 80, cuando Jorge Mier remató un saque de esquina botado por su hermano.

El Oviedo se mostró mucho más ordenado en el tramo final. La presión de Obeng, Javi Mier, Marcelo, Bretones y Cardero dificultaba mucho la salida de balón del Alavés, pero sin crear verdadero peligro, lo que condujo al empate final en un partido donde los de Bolo empezaron y acabaron bien, pero que tuvieron más ocasiones de perder que de ganar. El conjunto azul lleva 360 minutos sin marcar un gol.