Vuelta de Santi Cazorla al Oviedo

«Mi reto es que mi vuelta haya servido el día de mañana para que el club sea más grande»

Si alguien esperaba compromisos en forma de ambiciosos objetivos deportivos se quedó con la ganas. El objetivo de Cazorla va más allá de esos detalles. Nadie obvia que el Oviedo quiere, desea y anhela el regreso a la Primera División, pero para su nuevo jugador hay cosas que van más allá de eso: «Mi reto personal es que, el día de mañana, mi regreso haya servido para que el club sea un poco más grande, sólo tengo el objetivo de sumar, pero mañana cuando se me recuerde, cuando volví que podamos ver que crecimos, eso es lo que me marco con la vuelta a Oviedo».

Martín Peláez, presidente del Oviedo, fue el encargado de ejercer de maestro de ceremonias y el que dio la bienvenida a Cazorla. Lo hizo pensando también en su papel en esta historia: «Ni en el mejor de mis sueños hubiera soñado con ser presidente de esta institución y tener el privilegio de presentar esta figura como es Cazorla». El mandatario azteca volvió a destacar la «humildad y valentía» del nuevo jugador azul y recordó que «por la trayectoria y la calidad podría estar en cualquier sitio de España y del mundo», pero al contrario de lo que hacen otros muchos jugadores en el ocaso de sus carreras «decidió venir por nada y cumplir un sueño. A sumarse como un oviedista más, estamos felices y contentos y de ver este sueño».

Hasta ahora, Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, no ha hablado del fichaje de Cazorla, pero Peláez sí quiso transmitir el estado anímico del máximo responsable del grupo: «Está feliz, me decía una cosa al margen de lo futbolístico, que es increíble porque le ha preguntado a mucha gente pero nadie le habla mal de Santi y eso en la vida no es fácil» y por eso el presidente oviedista insistió en que «todos conocemos la trayectoria del deportista, el ser humano está por encima».

Además, Peláez aprovechó una de sus intervenciones para dejar claro que el vínculo entre Cazorla y el Oviedo no será únicamente hasta el 30 de junio de 2024: «La idea es que se quede para siempre, como futbolista, como embajador como él quiera, ésta es su casa y podemos hacer cosas a lo largo del tiempo». Esa noticia también caerá con agrado dentro del oviedismo que desea verlo en casa para siempre.

Si el presidente estaba feliz, Cazorla no se quedó a la zaga. Después de repetir el agradecimiento al Grupo Pachuca por el empeño puesto en su regreso, el futbolista reconoció que en este momento había sentido la necesidad de dar el paso: «Llevo mucho tiempo con ello en la cabeza, siempre fue mi sueño, he hecho entrevistas años atrás y siempre dejé la puerta abierta porque quería cumplirlo, fui hablando con Martín, terminaba contrato y cuando se acercó el verano tomé la decisión».

Pocos fichajes podrían colmar la ilusión de un oviedista como lo hace el regreso de Cazorla y por eso las muestras de cariño que está recibiendo desde su llegada a Asturias le tienen entusiasmado: «Es algo que no consigo asimilar, uno sabe que a la gente le ilusiona que alguien vuelva a casa pero hasta que no lo vives no te das cuenta, no es merecido tanto cariño». En la humildad que preside su forma de actuar en la vida, Cazorla insiste en que él sólo intenta «hacer las cosas bien y devolver ese cariño en el verde, si vale para que la gente venga más al estadio y más ilusionada estará todo bien».

Cuando Cazorla dejó el Oviedo, el club se debatía entre la vida y la muerte y consiguió salvarse. Hace unos años, los médicos le dijeron a Cazorla que no volvería a jugar al fútbol, por culpa de una lesión en el tobillo, pero él no se resignó y no sólo volvió, sino que lo hizo a un nivel optimo en Primera División. «Resurgimos los dos, habla bien del Oviedo cuando más hundido estaba la gente lo salvó y eso no va a cambiar nunca. Me siento identificado con lo que viví, rendirse no es una opción para mí y el lema del club es una gran virtud que tenemos que demostrar».

Alguien que ha pasado por un calvario de lesión como Cazorla sabe mejor que nadie que no sirve de nada intentar marcarse plazos para estar en el terreno de juego. Cuando se le preguntó por su posible debut lo dejó claro: «Por mí jugaría en Burgos, pero hay que ser realistas, llevo tres meses sin hacer nada, tengo que tener calma y paciencia, quedan unas semanas para ponerme como los compañeros». Para los que soñaban con verlo vestido de corto el próximo 9 de setiembre en el derbi frente al Sporting, Cazorla les mandó otro mensaje de realismo: «Complicado, es un partido especial para todos y para mí, lo he vivido muchas veces desde lejos y el ambiente es mágico, será complicado porque hay que respetar unos plazos, hay que estar lo antes posible pero al 100%».

Aunque no tenga fecha, lo que sí le ronda la cabeza es el día que le toque jugar sus primeros minutos con la camiseta azul: «Lo he soñado muchas veces porque jugar en casa es diferente te pasan muchos momentos por la cabeza, estaré muy nervioso ese día por cumplir el sueño pero lo importante es que el equipo gane por encima de las sensaciones, será especial en lo personal pero que gane el equipo».

La categoría no le va a resultar extraña: «La categoría la conozco bien, he visto al Oviedo desde Qatar, no hay partidos fáciles, son muy físicos, se ve en los últimos años que nos quedamos a las puertas del 'play off', equipos muy trabajados y sólo espero estar a la altura» Y su puesto sólo quiere estar «en contacto con la pelota. Necesito sentirme protagonista, prefiero estar más centrado, también he jugado en banda y estoy a disposición de lo que necesiten».

El futuro dirá si Cazorla tiene recorrido más allá de junio de 2024: «No tengo plazo, quiero disfrutar del fútbol y en mi casa más que nunca y luego ir viendo sensaciones, el cuerpo te dice si puedes seguir o no, a ver que hago cuando acabe esto, no sirve de nada penar en el futuro, mañana veremos qué pasa».

En el acto de presentación hubo tiempo para los mensajes de algunos buenos amigos de Cazorla y oviedistas que quisieron desearle todo lo bueno en su regreso. Diego Cervero arrancó con un «Bienvenido a casa San» y le aseguró que «no tienes presión, nosotros sí de ir a verte y de animar al equipo». Héctor Font coincidió con Cazorla en el Villarreal y bromeó con su buen amigo: «Tu verdadero sueño se va a cumplir en el Tartiere y vas a seguir los pasos de tu ídolo, yo que me retiré en el Oviedo». Sid Lowe también se quiso unir a la fiesta y le pidió una única cosa: «Que te lo pases bien». Michu fue otro de los que cumplió su sueño de regresar al Oviedo y se arrancó con un: «Ídolo, toda la suerte para ti que será la nuestra», y le recordó que «desde que saliste teníamos la ilusión de verte» y cerró con un: «Tócala otra vez San». Fernando Alonso también se sumó a la fiesta: «Hola mago bienvenido a casa, haznos a disfrutar, te queda cuerda para rato y pronto nos vemos para un pádel o un poco de kart, bienvenido».