La segunda unidad del Real Oviedo pierde su oportunidad
El Real Oviedo cayó eliminado ante un equipo que milita dos categorías más abajo y apenas se pudo sacar alguna conclusión positiva para el equipo
La Copa del Rey se presentaba para el Real Oviedo como una buena oportunidad para medir el fondo de armario y también para tratar de avanzar en una competición que puede tener buenas consecuencias económicas en el caso de que se avanzara rondas y hubiera fortuna en algún sorteo, como sucedió hace un par de temporadas ante el Atlético de Madrid.
Sin embargo, volvió a pesar más la tradición de fracasos de los azules en el torneo y acabaron quedando apeados por el Ávila, que milita dos categorías por debajo de los ovetenses. El conjunto abulense fue justo merecedor de seguir adelante en el cómputo global del partido.
La primera conclusión es que ninguno de los que no está jugando con asiduidad fue capaz de plantearle un problema a Javier Calleja para la alineación de mañana ante el Burgos. Se salvan pocos del descalabro, pero se podría considerar que sí estuvieron al nivel que se espera de ellos el portero Quentin Braat y los jugadores del filial Adri Lópes y Jaime Vázquez. El resto tuvo una actuación gris en el mejor de los casos.
El técnico del conjunto ovetense no podía contar con ocho jugadores de la primera plantilla para el encuentro y tuvo que tirar de filial. No estaban por lesión Pomares, David Costas, Seoane, Paulino y Dotor, además de Fede Viñas con el que no se quiso correr ningún riesgo. Su estreno deberá esperar un poco más. Tampoco estaban Del Moral y Rahim por sanciones que arrastraban de temporadas anteriores. Finalmente, Cazorla descansó por decisión técnica después de acumular muchos encuentros consecutivos como titular.
El francés Braat no tuvo oportunidades la pasada temporada y en la presente, por el momento va en un camino bastante parecido. En esas circunstancias es complicado mantener el nivel competitivo, pero el jueves fue probablemente el jugador más destacado. El meta llegaba recién salido de una lesión que le apartó de un par de convocatorias, pero transmitió seguridad a sus compañeros y no acusó la larga inactividad en competición oficial.
Sus intervenciones más destacadas llegaron al borde del final de cada tiempo. En el primero salvando un disparo de Toper y en el minuto 90 estuvo providencial para detener un lanzamiento de Caio López, que permitió que el partido se fuera a la prórroga. En los lanzamientos de penalti no pudo detener ninguno.
En la defensa Lucas volvió al lateral derecho y no acabó de encontrarse cómodo. Acabo el partido en la izquierda y tampoco fue capaz de realizar grandes aportaciones.
Otro de los que se puede considerar que estuvo por encima de la media fue Jaime Vázquez, que primero con Oier Luengo y después con Dani Calvo estuvo bastante acertado y quiso tomar protagonismo en la salida de balón del equipo en muchos momentos del encuentro.
También estuvo mejor que el resto de compañeros el lateral izquierdo del filial Adri Lópes, que se estrenaba con el primer equipo en competición oficial. Estuvo agresivo y seguro en el aspecto defensivo, mientras que en ataque fue de los que más lo intentó.
El resto del equipo estuvo a un nivel bastante peor de lo que se esperaba. Por ejemplo, dos de los que defraudaron fueron los delanteros Masca y Paraschiv. Ambos están esta temporada a la sombra de Alemao que es indiscutible y ya suma cuatro goles y tenían una buena ocasión que desperdiciaron. No fueron capaces de generar ni una ocasión de peligro y en un remate del que dispuso cada uno estuvieron muy lejos de poder marcar. Lo peor fue su escasa aportación e intervención en el juego del equipo.
Tampoco estuvo como solía el centrocampista Sibo, que estaba teniendo más minutos que el resto. Le tocaba liderar el centro del campo y se mostró bastante impreciso en sus acciones y sin ser capaz de imponerse en esa parcela. Su socio en el mediocentro fue Álex Cardero, que tuvo que adaptarse a una posición que no es la suya y se notó.
El ovetense estaba aprovechando hasta ahora los minutos que le daba Calleja, pero el jueves acusó que la posición de mediocentro no es la suya y acabó bastante perdido en muchas fases del encuentro en el que se movió por distintas posiciones.
El extremo Sebas Moyano no está teniendo esta temporada tanto protagonismo con en la anterior y estaba ante la oportunidad de reivindicarse. Sin embargo, no estuvo acertado y su aportación al ataque del equipo fue poca en todo el encuentro. Fue uno de los encargados de tirar un penalti y lo mandó al larguero.
En definitiva, la sensación de decepción y oportunidad perdida afecta tanto a la entidad como a varios de los jugadores azules.