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La costa oriental asturiana, con Llanes destacando a la orilla del mar, se contempla cercana desde el monte más alto de la sierra del Cuera: el Turbina M.LL
Ruta al pico Turbina desde el collado de la Cruz (Peñamellera Alta)
PEÑAMELLERA ALTA

Al pico Turbina: una ruta por la Sierra del Cuera hasta un monte con dos cimas

Una ruta sencilla, aunque exigente, nos lleva a coronar el Turbina, pica de altura máxima de la sierra del Cuera desde la que se contemplan, al tiempo, los Picos de Europa al completo y el mar

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Jueves, 15 de diciembre 2022

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Subir al pico Turbina, aparte de embarcarse en una preciosa excursión, es situarse en la mayor altura registrada en la Sierra del Cuera, ese escabroso y enmarañado cordal de caliza que se ubica cercano y paralelo a la costa oriental asturiana y que nunca deja de mirar, privilegiado, hacia las más altas torres de los Picos de Europa.

La ruta que se plantea parte del Collado de la Cruz (Peñamellera Alta) y asciende en sus primeros kilómetros por una antigua vía (hoy reconvertida a pista ganadera de cemento) que se utilizaba para transportar el material mineral que las minas extraían de las tripas mismas del Cuera. Luego, el camino muda de forma, estrechándose severamente y perdiéndose por declives caóticos cambiantes, siempre con la postal de los Picos de Europa abriéndose en la ascensión, que culmina con perfecta panorámica de los tres macizos (Andara, Urrieles y Cornión) y del ancho espectáculo azul del Cantábrico bailando.

Llegando a la doble cima del Turbina, contemplando de forma abierta y directa los tres macizos de los Picos de Europa
Llegando a la doble cima del Turbina, contemplando de forma abierta y directa los tres macizos de los Picos de Europa M.LL

Un itinerario sencillo que (a pesar de alzarse a poco más de 1300 metros) resulta bastante exigente, debido sobre todo al desnivel a superar en algunos de sus tramos, así como a la irregularidad caprichosa del terreno, que juega a ondularse, hoyarse y salpicarse de peñascos de manera cada vez más intensa a medida que nos acerca a la ladera sur del Turbina, zona por la que llegaremos a su preciosa doble cima, regada con aromas (y perspectivas) de salitre y alta montaña.

RUTA AL TURBINA (TECHO DEL CUERA) DESDE EL COLLADO DE LA CRUZ (PEÑAMELLERA ALTA)

  • Tipo de ruta: Lineal (Ida y vuelta por el mismo itinerario)

  • Distancia: 11 kilómetros (aprox)

  • Tiempo aproximado: 5 horas

  • Dificultad: Moderada

  • Altura máxima: 1.313m (aprox)

  • Desnivel aproximado: 900m (aprox)

Descripción de la ruta:

Para comenzar este recorrido hasta la cima del Turbina, primero debemos allegarnos hasta el conocido Collado de la Cruz, equidistantemente situado entre Arangas y Rozagás (Arenas de Cabrales), al que se llega siguiendo el curso de la carretera AS-345.

Aparcamos el coche junto a esta carretera (punto kilométrico 6, aproximadamente) delante de una desvencijada nave conocida como la Berruga y, desde ahí mismo, cogemos camino echando a andar por una pista asfaltada que se abre a mano izquierda y que en otro tiempo sirvió para transportar el mineral de hierro y manganeso que se extrajo de la vertiente sur de la sierra hasta los años 70.

La subida es larga, pero también suave y bastante cómoda: un pequeño calentamiento muscular, ideal para lo que vendrá luego, que discurre por suelo hormigonado y se asoma a una perfecta panorámica sobre las aldeas cercanas y la pica Peñamellera, emblema rocoso de esta zona.

Vistas hacia atrás avanzando por la pista que lleva hasta Trebes, con la pica Peñamellera destacando en el paisaje
Vistas hacia atrás avanzando por la pista que lleva hasta Trebes, con la pica Peñamellera destacando en el paisaje

Tras un trecho de caminata agradable, la pista desemboca en Trebes, colladina dotada de fuente y cabaña, rodeada de prados y cercada por un muro de piedras en la que también encontramos una construcción de madera que recuerda a una parada de autobús pero en realidad tiene alma y función de mirador, ya que su ubicación privilegiada es un lugar perfecto para mirar al sur y deleitarse con la belleza, cercana y salvaje, de los Picos de Europa.

Tomando el mirador-caseta como referencia, rodeamos el recinto por la derecha para dejar atrás ya la pista (que continua su camino hasta la mina abandonada) y coger un pequeño y antiguo sendero que nos llevará hasta el collado Sellón.

En Trebes, se abandona la pista de cemento - cubierta de una verde moqueta en esta zona- y secoge un pequeño desvío a la izquierda para empezar a andar un estrecho sendero ascendente
En Trebes, se abandona la pista de cemento - cubierta de una verde moqueta en esta zona- y secoge un pequeño desvío a la izquierda para empezar a andar un estrecho sendero ascendente

La subida en este punto empieza a endurecerse, avanzando enfilada a través de la huella estrecha del sendero, bien marcada, y dibujando ondas ascendentes por la ladera, entre matorrales bajos, praderas y algunas cabañas solitarias.

Con cada metro ganado de altura, las vistas parecen engrandecerse: casi como un juego óptico en el que el paisaje crece y se extiende. Con estas sensaciones y excelentes panorámicas, alcanzamos Sellón, cruce natural de otras rutas que también suben al Turbina y collado que nos planta ante el siguiente objetivo a superar: la Canal de Gobio, la cual vemos desde este punto, marcando profundamente la ladera empinada del monte que debemos atravesar.

Sellón, mirando a los Picos de Europa y con la canal de Gobio a la espalda
Sellón, mirando a los Picos de Europa y con la canal de Gobio a la espalda

Tras la parada en Sellón, la senda que toca seguir se escurre por la canal, culebreando en un duro ascenso por un terreno cada vez más escarpado.

En este punto de la ruta es muy importante ser precavidos y seguir fielmente las señales que van marcando el camino correcto. Con el terreno con nieve o niebla encajada, puede ser una zona peligrosa, tal y como bien advierten algunas rocas pintadas de manera tosca que se encuentran al inicio del ascenso.

Con mucho cuidado de seguir las marcas y los jitos, y poniendo mucha precaución, el avance correcto nos lleva a salvar otros 300 metros largos de altura hasta dejarnos en otro paraje atalaya: la concha del Gobio, ubicada ya a más de 1000 metros y asomada a impresionantes vistas del rey Urriellu, bien arropado –como siempre- por las cumbres afiladas que siempre lo guardan.

Concha del Gobio: se puede ver la zona de Sellón abajo, parte del camino recorrido y la altura a superar subiendo por la canal honónima, así como los Picos de Europa cerrando el paisaje al frente
Concha del Gobio: se puede ver la zona de Sellón abajo, parte del camino recorrido y la altura a superar subiendo por la canal honónima, así como los Picos de Europa cerrando el paisaje al frente

Desde aquí, seguimos camino cruzando una larga y oxidada portilla de hierro que viste el lugar para incorporarnos rápidamente a otro pequeño sendero, estrecho y cómodo, que vuelve a pintar eses en el avance y discurre ahora en agradable ascensión mientras cruza las partes bajas de la Llacia del Gobio, otra pica mítica de estos lares.

Siguiendo el curso del pequeño sendero, enseguida alcanzamos la majada conocida como Piedra del Oso, bien identificable por su conjunto de cabañas en corro, su fuente y sus numerosos fresnos, estandartes arbóreos de las majadas de pastores.

Majada Piedra del Oso, con múltiples cabañas bien conservadas y bien allegadas entre ellas
Majada Piedra del Oso, con múltiples cabañas bien conservadas y bien allegadas entre ellas

Desde esta zona ganadera con nombre de oso, siguiendo la dirección del sendero que nos trajo hasta aquí, traspasamos ahora una pequeña collada para meternos, de lleno, en un terreno abrupto plagado de pequeñas crestas y hoyos profundos . Conviene, de nuevo, poner mucha precaución y estar atento a las marcas de jitos, que son las que van mostrando la dirección correcta. La peña Llacia, a nuestra izquierda, hace de vigía mientras que el pico Turbina, al fondo, saluda ya orgulloso.

Zona de jous (hoyos) peligrosa que se abre tras dejar atras la majada y la collada. Al fondo, el pico Turbina
Zona de jous (hoyos) peligrosa que se abre tras dejar atras la majada y la collada. Al fondo, el pico Turbina

En ascenso ligero, sorteamos esta zona de jous poniendo atención a cada paso hasta alcanzar un collado que separa el pico Turbina, nuestro destino, del Cabeza Terrenosu, una cumbre de altura similar a la que vamos buscando y que muchos montañeros añaden a la subida del Turbina. Desde aquí, apenas nos quedan 100 metros de desnivel que salvar.

Ignorando el Terrenosu , progresamos en nuestro avance empezando a acariciar las laderas del Turbina. Sólo resta salvar otra ascensión más, algo más suave que las ya superadas, que -en dirección norte y por sendero bien marcado- va abriéndose paso hacia arriba por la cara sur del pico, ganando metros a través de un terreno rocoso, enmarañado y abrupto, hasta tocar las dos cumbres del pico, separadas apenas por un centenar de metros.

Vistas a la sierra del Sueve desde la cima
Vistas a la sierra del Sueve desde la cima

La sierra del Sueve, los perfiles del Cuera, el cordal de Ponga, el largo y azul oscuro cantábrico, la costa de Llanes y los tres macizos de los Picos de Europa son la postal principal a observar tras los esfuerzos ganando terreno por las verticalidades caprichosas, calizas y enrevesadas de esta sierra tan bella.

Sólo resta sentarse a contemplar la inmensidad del paisaje que se abre ante los ojos y, tras el oportuno descanso y la visión estupenda, regresar sobre nuestros pasos hasta el punto de partida del día, la nave de la Berruga en el Collado de la Cruz.

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