Ribadesella gana la batalla contra la basura después del Sella

Como es habitual cada domingo después del Descenso del Sella y la posterior fiesta que llena de miles de personas la zona, Ribadesella amaneció con los restos de esas celebraciones desperdigados por la villa. Y la maquinaria municipal se puso en marcha para despejar cuanto antes la localidad. Cristales, botellas, bolsas... Un poco de todo. Son los restos que dejan los 'selleros' tras horas y horas de fiesta una vez los palistas cruzan la meta y se bajan del Podio de los Vencedores.

En esta ocasión, el Ayuntamiento de Ribadesella dejó despejada la zona central, el centro urbano de la villa, en menos de cinco horas. Para ello fue necesario un amplio dispositivo. 250 personas, de las empresa concesionaria del servicio de limpieza, FCC, se pusieron manos a la obra a las siete de la mañana. A mediodía, el casco urbano lucía como si miles de personas no hubieran estado allí de fiesta la noche anterior. Se usaron además varios tipos de maquinaria: camiones de basura, máquinas de limpieza a presión y cubas de agua para baldear. «Se duplicó la maquinaria respecto al servicio que se presta en el día a día», explicó el alcalde de Ribadesella, Paulo García, del PP.

Además, respecto al dispositivo de limpieza desplegado en 2022, este año prácticamente se duplicó.

Ahora, los operarios seguirán trabajando. Entre el mediodía y las 14 horas los barrios, como El Cobayu y La Playa, también estarán inmaculados. Y despues llegará el turno de la zona de acampada, donde los más rezagados todavía permanecían esta mañana.

«Estoy muy contento porque la gente ahora es más cívica», añadió el regidor, en alusión a hace unos cuantos años, cuando las incidencias se sucedían en la noche de la fiesta de les piragües.

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