El Sella alza el vuelo

Hacía muchos años que no se congregaban en el Sella tantas personas. Cientos de miles de selleros tomaron las orillas del río y abarrotaron Arriondas y Ribadesella para certificar que el verano asturiano había renacido tras tres años de espera marcados por la dureza de una pandemia que nos encerró en casa y nos metió el miedo en el cuerpo. Aún hoy hay quien sufre en los hospitales y muchos de los que querrían estar aquí no pueden cumplir su deseo. Pero, a pesar de todo, había ganas de pasar página, al menos en lo emocional. El verano no es verano en Asturias si no hay Piragües, y la edición número 84 del Descenso Internacional del Sella ha podido celebrarse tras dos años sin poder hacerlo. La presencia de Salvador Illa en el palco, desde el que Adrián Barbón ondeaba orgulloso una enrome bandera de Asturias, la suelta de pétalos en la víspera en homenaje a los fallecidos por la covid y el ímpetu con el que se cantó el 'Asturias, patria querida' lo certifican: el futuro ya ha llegado y no habrá quien nos pare.