La Vespa de Lele Azcoitia vuelve a bajar el Sella

Lele Azcoitia fue, durante mucho tiempo, un aliado de Dionisio de la Huerta, el padre del Descenso del Sella. Los dos juntos, sobre la Vespa del piloñés, repartían los carteles que anunciaban la fiesta y los billetes para el tren de Las Piraguas. Después de tantos años haciéndolo, esa moto quedó en desuso hasta que un día Ildefonso Noriega, un buen amigo de Lele, la vio. «La tenía abandonada, me dijo que la iba a tirar y le ofrecí comprársela, pero me la regaló».

Empezaron así tres años de restauración, en los que fue haciéndose con las piezas para reconstruir esta joya de 1954. «Cuando se la enseñé terminada, quedó impresionado», contaba Noriega. El pasado mes de junio, Lele murió a los 99 años y, para recordarlo, Ildefonso ayer fue en su Vespa hasta Arriondas. «La traje para rendirle homenaje. Él fue un gran amante del Descenso y de la cultura», y, por eso, su Vespa sigue recorriendo Asturias y recordando a quien la impulsó.