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Las personas que padecen sexsomnia actúan dormidas y no recuerdan nada al despertar.

En brazos de un sonámbulo sexual

El hospital Clinic de Barcelona registra los primeros casos en España de pacientes que tienen sexo real durante el sueño y no lo recuerdan al despertar

Fermín Apezteguia

Sábado, 29 de agosto 2015, 14:03

Hay personas que se levantan a media noche, vacían la nevera y cuando se despiertan no saben qué ha ocurrido. Las hay con sueños tan divertidos que se desvelan con sus propias carcajadas. Pero quizás los más curiosos entre los dormilones sean los que son capaces de convertir sus sueños eróticos en una auténtica experiencia sexual. Duermen y mientras lo hacen se masturban o practican sexo con la persona que tienen al lado, sin ser mínimamente conscientes de lo que está ocurriendo. Están dormidos y padecen un raro trastorno del sueño que se conoce como sexsomnia. En España ya se han diagnosticado los primeros casos.

La sexsomnia se hizo muy popular hace unos años, cuando el mundo conoció la historia de Stephen Lee Davis, un británico que fue absuelto en 2011 de un delito de violación por padecer lo que también se conoce como sonambulismo sexual. "Es muy difícil demostrar ante un tribunal que padeces algo así. Es un trastorno raro, pero existe", corrobora el jefe del servicio de Neurología del hospital de Cruces, Juan José Zarranz. A Lee Davis le valió para demostrar su inocencia el testimonio de su esposa y el de una antigua pareja, que corroboraron su versión. Mantenía relaciones sexuales sumido en la inconsciencia del sueño y después era incapaz de recordar nada.

Lo curioso de la sexsomnia, relata Zarranz, es que los sujetos que la sufren a menudo mantienen durante el sueño conductas que nada tienen que ver con su personalidad de vigilia. "Se vuelven más violentos, más groseros, tienen menos delicadeza. A veces se da la situación paradójica de que a sus parejas les gusta este tipo de relación y no quieren que les tratemos porque, simplemente, les encuentran más sexis".

Cuatro de los primeros pacientes españoles que padecían sexsomnia y quisieron superarla fueron tratados en el hospital Clinic de Barcelona entre noviembre de 2007 y marzo de 2012. En el grupo había tanto hombres como mujeres, con edades comprendidas entre los 28 y 43 años. Los médicos que les atendieron sospechan que la sexsomnia podría estar relacionada con otros trastornos del sueño, como la apnea y los movimientos incontrolados de las piernas, pero aún no se sabe. El misterio continúa. Estas son las historias de los primeros sonámbulos sexuales de España. Todos los nombres son ficticios.

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Ramón 38 años

"Utilizaba movimientos enérgicos y palabras soeces"

Ramón acudió a la consulta del especialista empujado por su esposa, que, según relataba, había detectado en él "conductas anormales" durante el sueño. Formaban pareja desde hacía 17 años y tenían una hija común. Sus relaciones sexuales, tal como explicaron al especialista, eran "convencionales y satisfactorias, con una frecuencia de dos o tres coitos semanales". Hasta que un día, hace siete años, su manera de comportarse en la cama, mientras dormía, comenzó a cambiar.

Mientras dormimos

  • Juan José Zarranz, jefe del servicio de Neurología del hospital de Cruces

  • Tanto las publicaciones especializadas como la prensa generalista y los programas de radio y televisión se hacen eco con cierta frecuencia de todo tipo de estudios que analizan lo mal que dormimos y los muchos trastornos que podemos sufrir ligados al sueño insomnio, ronquidos, apneas, terrores nocturnos, narcolepsia... Es cierto, mientras dormimos ocurren en nuestro interior infinidad de procesos, pero la inmensa mayoría de ellos no solo son del todo saludables, sino que a menudo resultan necesarios para una vida sana. El profesor Juan José Zarranz, jefe del servicio de Neurología del hospital de Cruces, repasa algunos de ellos.

  • Actividad fisiológica

  • Los únicos mecanismos que no descansan durante el sueño son el sistema endocrino, que se mantiene activo con picos incluso durante la noche, y el cerebro. "La actividad muscular disminuye, incluso el corazón o los riñones. Todos los órganos se relajan, menos estos dos", detalla el especialista. La hormona del crecimiento, las sexuales y algunas otras desarrollan durante la noche una actividad frenética que permite mantener el bienestar durante el día y preservar la salud.

  • El cerebro no para

  • La razón por la que el cerebro mantiene permanentemente su actividad sigue siendo una incógnita. "No se sabe muy bien para qué sirve dormir", admite el especialista. Pero de lo que no cabe duda es de que la falta de sueño lleva irremediablemente a la muerte, hasta el punto de que una de las torturas más terribles que se conocen es la privación de sueño. "Algo muy importante ocurre durante la noche, porque la historia de la Humanidad gira en torno a la necesidad de protegernos mientras dormimos. Desde las tribus primitivas, que vigilaban las cuevas de noche, hasta el levantamiento de ciudades amuralladas", apunta Zarranz.

  • Ensoñaciones

  • Una de las cuestiones que más han fascinado a la Humanidad es la que rodea a los sueños, que desde la Antigüedad se creyeron premonitorios. La ciencia no ha llegado a tanto. El tiempo del sueño se divide en dos fases que se repiten de forma cíclica durante la noche la fase no REM y la REM. En la primera, el cerebro comienza su recuperación, aunque en ella actúa según una lógica similar a la de la vigilia. "Es el tiempo en que las personas resuelven problemas matemáticos o musicales" o dan con la solución a dilemas que durante el día parecía irresoluble. "Hay que levantarse y anotarlo porque, si no, la respuesta se olvida", recomienda el neurólogo. En la fase REM están los sueños. Su significado es aún un misterio, pero seguro que está ligado a la actividad humana. "Tenemos sueños eróticos, pesadillas recurrentes... Aquel primer coche, la asignatura que aún me falta para terminar la carrera..."

  • Sacudidas y sobresaltos

  • Los especialistas las llaman mioclonias. Uno sueña que cae al vacío y una sacudida de las piernas, que es real, le despierta. No es patológico. "Es algo absolutamente normal". Sí es un trastorno, sin embargo, el síndrome de piernas inquietas, que está considerado como una de las principales causas de insomnio.

  • Sonambulismo

  • La sexsomnia está considerada como una forma de sonambulismo. Las hay de dos tipos. La mayoría de los pacientes generalmente jóvenes, porque es algo que desaparece con la edad sufre sonambulismo tranquilo. Abren los ojos durante la noche, se incorporan, hablan o dicen cosas inconexas, quizás enreden las cosas de su mesilla, y vuelven a acostarse. El sonambulismo complejo sí es un problema de salud y se produce cuando el paciente deambula. Lo es porque puede abrir la ventana e intentar salir por ella o vestirse, irse a la calle y ser atropellado.

  • Ronquidos

  • El mayor problema de los ronquidos es que con frecuencia alertan de una patolgía mayor, la apnea del sueño, que se manifiesta por pausas en la respiración provocadas por el bloqueo del paso del aire. En cualquier caso, a partir de los 40 años, y a causa del envejecimiento, es normal roncar por la flacidez de los tejidos de la garganta. Adelgazar, no fumar y no tomar bebidas alcohólicas antes de irse a dormir mejoran la situación. "Es decir, recomendamos dejar justo lo que generalmente gusta más", bromea el especialista.

Ocurría siempre igual. Cuando llevaba dos o tres horas de descanso profundo, por la noche, él intentaba "de forma súbita" hacer el amor con ella. Sucedía como una vez a la semana. Su esposa, que le convenció para ir al especialista, contaba que Ramón nunca consiguió sus objetivos porque a ella no le gustaba en absoluto la manera brusca en que le abordaba. "A diferencia de cuando está despierto, utiliza movimientos enérgicos y expresiones soeces con el fin de seducirla y conseguir la penetración. En uno de esos episodios relatan los médicos en su informe, publicado en la revista 'Neurología' llegó a inmovilizarla con el brazo alrededor del cuello en forma de yugo".

Los especialistas descubrieron con sus pruebas que el paciente había tenido que ser intervenido para corregir una anomalía del tabique nasal y que durante la infancia había vivido episodios de sonambulismo y terrores nocturnos. Roncaba desde hacía 20 años y, según se comprobó a través de un encefalograma, Ramón padecía además apnea del sueño. Los médicos le propusieron tratar la apnea, por un lado, y la sexsomnia, por otro, con sedantes. Pero el paciente se negó.

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Esther 41 años

"Me masturbaba dormida, sin buscar a mi marido"

A Esther también fue su marido quien la convenció para acudir a un neurólogo. La mujer tenía antecedentes de sonambulismo y problemas de falta de hierro, pero lo que a él de verdad le preocupaba es que desde hacía un año, como tres veces por semana, ella se masturbaba plácidamente mientras dormía sin buscar nunca su participación en el juego sexual. Al despertar, al igual que suelen relatar otros pacientes, tampoco recordaba nada.

Sucedía siempre a la misma hora. Más a menos, en torno a las cinco de la mañana. Esther alcanzaba el clímax ante la mirada sorprendida de su marido, que la veía revolverse en la cama haciendo movimientos convulsos de piernas y brazos. "La narración de los hechos por el marido cuentan los especialistas desencadenaba un sentimiento de vergüenza en su mujer", que aseguraba que las relaciones sexuales con su pareja eran "regulares y completamente satisfactorias y placenteras".

El equipo que la atendía decidió dar a la mujer un tratamiento contra el trastorno de piernas inquietas, que mejoró. No así su actividad sexual nocturna, por lo que la pareja, pasados tres meses de tratamiento, decidió abandonar la consulta.

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Manuel 43 años

"Mi mujer me rechazaba y yo le decía que era una sosa"

Los problemas del sueño habían acompañado a Manuel desde la infancia, cuando con frecuencia acostumbraba a hablar y gritar mientras dormía. Su compañera sentimental le descubrió sonámbulo varias veces. Sentado en la cama, sobresaltado y hablando como si tuviera miedo.

En cuatro ocasiones, después de llevar de dos a cuatro horas dormido, él intentó hacerle el amor "con conductas inadecuadas", mediante un "cortejo con caricias en su cuerpo y genitales". No se mostraba agresivo, pero a ella no le gustaba y siempre le había rechazado. Ante la negativa, él siempre se retiraba, aunque con calificativos hacia su pareja "de frustración y desaprobación", como llamarle "sosa".

Con anterioridad le habían ocurrido episodios similares con parejas anteriores. El equipo médico estudió su sueño durante dos noches, sin detectar ninguna conducta anómala, aunque sí descubrió ciertas apneas. Manuel, como los protagonistas de los casos anteriores, rechazó el tratamiento contra las apneas y la sexsomnia.

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Joan 28 años

"A veces gritaba al demonio y otras lo intentaba con ella"

El más joven de los pacientes del Clínic contaba 28 años cuando acudió a consulta por primera vez. No tenía ningún antecedente médico significativo ni consumía sustancias tóxicas. Era un chaval muy sano que, sin embargo, "de tres a seis veces por semana" se incorporaba en mitad de la noche y se mostraba agitado, diciendo cosas incoherentes como "mira aquella casa" o "¡fíjate, el demonio!".

Pero el motivo de la consulta fue otro. Dos o tres veces al mes, los episodios nocturnos de Joan tenían un eminente carácter sexual. En ocasiones se masturbaba y otras veces intentaba hacer el amor a su pareja, no con violencia, pero sí de una manera "soez y vulgar", haciéndose evidente según su compañera que "no es él". "Si no le detuviese, estoy segura de que podría consumar un coito", decía ella.

Como en los casos anteriores, los médicos vigilaron el sueño del paciente y, pese a no detectar nada anormal, le aconsejaron que mantuviera una correcta "higiene del sueño". Que durmiera ocho horas cada noche, acostándose siempre a poder ser a la misma hora. Además le dieron un tratamiento con sedantes. Joan logró reducir así los despertares confusos en mitad de la noche y los episodios de sexsomnia a uno o dos cada tres meses.

Los especialistas catalanes llaman la atención en su informe sobre el hecho de que los pacientes se sintieran "asombrados y avergonzados" de sus conductas, que calificaban como "aberrantes". Recuerdan, sin embargo, que "varios sujetos con sexsomnia han sido juzgados por abuso a menores y violación". "Es muy importante que los especialistas sepamos reconocerla para informar a los pacientes de su naturaleza", advierten.

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