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Delia Losa, Juan Cofiño, Adrián Barbón y Pablo Fernández Muñiz, minutos antes de realizar el balance sobre la comparecencia de Pedro Sánchez sobre el estado de alarma. PABLO LORENZANA

Coronavirus en Asturias | Barbón advierte de las consecuencias penales si se incumplen las medidas

Agentes de la policía local se vieron obligados a intervenir en bares y sidrerías que ayer decidieron abrir a pesar del decreto regional

Eduardo Paneque y LUCÍA r. lorenzo

Gijón

Domingo, 15 de marzo 2020, 03:04

Poco importa en qué rincón de Asturias se encontrase uno ayer. La imagen era un calco: calles vacías, bares cerrados y supermercados llenos. Menos las largas colas para llenar la cesta de la compra, todo con matices. Porque, como suele suceder, los hay que desafiaron lo decretado el viernes por la Consejería de Salud. Algunos bares y sidrerías abrieron sus puertas en una jornada donde solo podían hacerlo los negocios relacionados con la alimentación, farmacia o quioscos. Esta situación obligó a las patrullas policiales a intervenir proponiendo multas de hasta 3.000 euros. A la amonestación de las autoridades competentes se sumó el escarnio social. La situación pronto circuló de un teléfono a otros. Hacia los dueños, y a sus clientes, que también los había.

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Una situación, vista por muchos como un impasse, que cambió anoche tras la aprobación del Real Decreto de estado de alarma aprobado en el maratoniano Consejo de Ministros extraordinario. La prohibición no da lugar ambigüedades y para hacerlo cumplir, el ministro del Interior tendrá bajo su mando la totalidad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Trasladado a Asturias, esto se traduce en 1.976 efectivos de la Guardia Civil y otros 1.418 del Cuerpo Nacional de Policía. A ellos habría que sumar los de rango local que, por hacerse una idea, en ciudades como Gijón, ronda los 300. «En Italia este control está funcionando, no es ninguna broma, si una persona se convierte en vector de contagio puede entrar la legislación penal», advirtió ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, tras analizar el Real Decreto junto a la delegada del Gobierno, Delia Losa, y los consejeros de su gabinete Juan Cofiño y Pablo Fernández. «No tengo duda de que el Gobierno se va a tomar muy en serio este confinamiento, estamos ante una amenaza para la seguridad y la vida de cientos de nuestros conciudadanos», ahondó Barbón. Puso como ejemplo algo que pueda sonar a remoto y quizá desmienta la realidad: un agente policial acompañando a quien pasee por la calle de cara a comprobar que el motivo está justificado.

Pero, a pesar del calado de lo decidido ayer en Moncloa, quedan flecos. De hecho, la partes remiten a una videoconferencia que mantendrán el jefe del Ejecutivo regional con Pedro Sánchez a primera hora de esta mañana. Algunas de ellas afectan al propio dispositivo y se deberán concretar a instancias de Delegación del Gobierno y la convocatoria de la Junta de Seguridad. «El aislamiento es el mejor remedio para evitar la extensión del contagio, esta es la decisión clave que se ha adoptado», apuntó Barbón. El líder socialista no se ha salido del guion. De hecho, aprovechó el encuentro con periodistas para enfatizar que desde el Gobierno regional ya se había avanzando en esa línea veinticuatro horas antes. «La mayoría de negocios y el sector de hostelería ya estaban cerradas por un decreto que aplicamos ayer; en cambio, hay comunidades autónomas donde no estaban cerrados, por ejemplo, los centros educativos», recalcó. Por ello, y para dejar claro un cierto carácter pionero, puso en valor que «muchas de las medidas que se han anunciado para España, ya se estaban aplicando en Asturias». Otras, en cambio, ni lo estaban ni están ahora claras. Preguntado por si la flota pesquera podrá salir a faenar, se escudó en el desconocimiento de la «literalidad de los documentos», pero señaló que «el decreto tiene en cuenta al sector alimentario». Sí fue relativamente más concreto, y posiblemente realista, que Pedro Sánchez en lo que al pico del contagio se refiere. «Los datos se van a incrementar de forma dura durante las próximas semanas, tanto en lo que respecta a afectados como a fallecidos», señaló Barbón.

Mientras el crudo pronóstico llega, desde las autoridades regionales se insistió nuevamente en el sentido de responsabilidad de los asturianos. Especialmente de aquellos que han estado los últimos días en zonas de riesgo como Madrid, País Vasco o el norte de Italia. A ellos se les pide que, más allá de las restricciones sociales que acompañan al Real Decreto del estado de alarma, permanezcan en cuarentena en sus domicilios y que eviten cualquier tipo de contacto. «Tienen que autoimponerse esta cuestión por un motivo de salud publica», insisten.

El presidente asturiano apeló «a nuestro orgullo de asturianos» ante «una batalla que va a ser muy dura». Una lucha que la población deberá librar sola o con sus familias pero, en sus casas. Esta imagen ya fue protagonista ayer, con las salvedades de unos pocos, y lo será los próximos días. El tiempo invitaba a un paseo por la playa, pero al atardecer, el Muro de San Lorenzo en Gijón solo era transitado por un coche de la Policía Local. Hubo que esperar a la noche para manifestar esa necesidad de apoyo y ánimo colectivo. Fue algo sencillo. Un aplauso desde los balcones. Un reconocimiento al trabajo del personal sanitario. Y, un poco, al de todos.

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