Coronavirus | Un día de boda en casa, sin invitados y sin ceremonia

A estas alturas Vanesa González y Alberto Saavedra ya tenían que ser marido y mujer. Más de un centenar de invitados les habrían acompañado en una emotiva ceremonia en la Catedral de Oviedo. Habrían comido tarta y brindado, y estarían ultimando sus maletas para partir rumbo a Estados Unidos. Pero nada de esto ha ocurrido. Ellos son 'víctimas' del coronavirus. Lejos de instalarse en la tristeza, ven la vida y las circunstancias con optimismo: «Hay que luchar la vida; si te da segundas oportunidades será por algo», asegura la novia.

Curiosamente sus teléfonos comunican sin parar. No son sus invitados, a los que ya les avisaron hace una semana de la cancelación de la ceremonia, sino González, que llama al 112 porque «parece que mi suegro está un poco maluco, no sé si será de coronavirus».

Todo se ha pospuesto, aunque ya hay fecha para el enlace. Dicho y hecho. Todo parece «una señal». El 14 de febrero del pasado año, Saavedra pidió matrimonio a su novia en Venecia. «Queríamos que fuera el 21 de marzo de 2021, pero finalmente decidimos el mismo día pero un año antes. Es la fecha de mi cumpleaños, por eso el día estaba claro. Lo preparamos todo: iglesia, restaurante, invitados, invitaciones, viaje... ». Pero las circunstancias cambiaron los planes. «El viernes de la semana pasada, mi chico, que es policía local en Oviedo, me dijo que las cosas se ponían feas, que habría estado de alarma y que había que tomar decisiones. Sin problemas. Yo soy el fuego y mi novio es la calma». Y se tomaron. Lo primero ir a la Catedral a avisar al cura para cancelarlo y buscar una nueva fecha. A continuación, anular en el restaurante. En ambos la única fecha que quedaba libre era el 4 de julio, que ya han reservado. Luego, avisar al fotógrafo, a la empresa encargada del vídeo, a la floristería, «que enviaba las flores desde Holanda», y a la Banda de Gaitas que tocaría en la boda. Y a los invitados: «Me senté en un banco y me puse a hacer llamadas entre las ganas de llorar y de besar a todos los que nos iban a acompañar. Noté que la gente se sintió aliviada porque muchos se veían en el compromiso de asistir y no les apetecía por las circunstancias».

González está segura que en esta 'segunda boda' «vamos a disfrutar más». El día de su 'no boda', la pareja pasó la jornada en casa y por turnos sacaron a su perro. «Sin más agobios. Será un día para recordar, pero no por nuestra boda, sino por la situación tan grave que estamos viviendo», asegura Saavedra. Como anécdota, las alianzas conservarán la fecha de ayer y se añadirá la del 4 de julio.