Las cismáticas de Belorado denuncian un trato «agresivo» e «inhumano» en el desalojo de monjas mayores
Fuentes conocedoras del caso aseguran que las religiosas mayores están «manipuladas y engañadas» por las exmonjas
E. P.
Lunes, 4 de agosto 2025, 20:55
Las exmonjas de Belorado han denunciado a través de un vídeo-comunicado un intento de desalojo judicial «inhumano» contra un grupo de cinco religiosas mayores. «La crueldad va escalando grados hasta hacerse insoportable», han expuesto.
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Así, una comitiva judicial, acompañada por agentes de la Guardia Civil, representantes del Arzobispado de Burgos y varias monjas clarisas, intentó el viernes, sin éxito, acceder al convento de Orduña para proceder al traslado de cinco religiosas mayores provenientes del monasterio de Belorado.
Las religiosas fueron llevadas allí la noche anterior por las denominadas monjas cismáticas, en vísperas del juicio por el desahucio de la comunidad rebelde de Belorado.
Según fuentes del entorno del convento consultadas por Europa Press, el objetivo de la intervención era rescatar a las cinco clarisas de edad avanzada, consideradas al margen del cisma y sobre las que pesa una orden judicial de traslado impulsada por el Arzobispado y secundada por la autoridad judicial.
Las exmonjas han asegurado en el vídeo que las monjas mayores «manifestaron claramente su voluntad de permanecer en este lugar y con sus hermanas y no ir a ninguna parte».
En esta misma línea, las religiosas han subrayado la dureza del proceso y han recalcado que «fue muy duro, muy duro, muy duro» y que la situación iba «subiendo de tono». También han criticado que se pretendiera trasladar a las hermanas mayores «contra su voluntad de un lado a otro, salvo procediendo a su detención».
La jueza del Tribunal de Instancia de Briviesca dictó la semana pasada sentencia de desahucio por precario contra las ocho exmonjas monasterio de Santa María de Belorado. En su fallo, ha estimado las pruebas de parte aportadas por la defensa del comisario Pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, en el acto de juicio celebrado el pasado martes en la sede judicial del partido de Briviesca.
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La sentencia ordena que «desalojen» y pongan el inmueble a disposición de su «legítima propietaria», que es la comunidad de monjas mayores, al frente de las cuales está el comisariado. Si no lo hacen voluntariamente, la jueza apercibe de «lanzamiento».
Mientras, fuentes conocedoras del caso han insistido en declaraciones a Europa Press en la necesidad de dispersar y trasladar a las religiosas mayores a otros monasterios con mejores condiciones de atención.
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También han criticado que las exmonjas sacasen de Belorado sin avisar a las religiosas mayores para llevarlas al convento de Orduña, donde disponen de unas condiciones «inferiores».
Asimismo, han añadido que en Orduña no tienen la «preparacion suficiente» para albergar a estas personas, mientras que en Belorado sí. Además, estas mismas fuentes aseguran que las monjas no saben que las cismáticas ya no pertenecen a la Iglesia católica y denuncian que estas últimas ejercen «abuso de poder y de conciencia» sobre las mayores, que están «manipuladas y engañadas».
En este sentido, han calificado la situación de «indeseable» y han agregado que los familiares de las religiosas mayores están «indignados».
Igualmente, han asegurado tener conocimiento de que cuatro de estas mujeres mayores han otorgado un poder a una persona extraña al monasterio y se preguntan quién ha avalado que las religiosas estuvieran en plenas facultades para llevar a cabo este acto jurídico.
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Su presencia en Asturias
Parte de las monjas excomulgadas se ha instalado en Asturias desde hace un tiempo. En la localidad de Arriondas, en el municipio asturiano de Parres, han alquilado un restaurante que ellas gestionan.
No es el único proyecto con el que cuentan en el Principado. Las exmonjas también han impulsado proyectos para adiestrar perros de asistencia.
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