Boom epidemiológico en el «ámbito social»: el ocio desbanca ya a la familia como primer origen de los brotes

Las autoridades sanitarias no se cansan de avisarlo y ahora los últimos informes consolidados de Sanidad le dan la razón: el origen de la gran mayoría de los focos que han hecho dispararse las cifras del coronavirus desde la tercera semana de junio es el «ámbito social», o sea las interacciones en locales de hostelería u ocio o los contactos en viajes, fiestas y otros eventos entre conocidos y amigos.

El último informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias es tajante: «los brotes en el ámbito social y aquellos que afectan a miembros de la misma familia no convivientes habían tenido una evolución similar en los últimos meses. Sin embargo, en las últimas semanas, se observa un descenso de los brotes familiares y un aumento de los brotes de origen social», recalca el documento, que desvela que en las semanas 25 y 26 (del 21 de junio al 4 de julio) ha habido «un incremento importante» en el número de focos «vinculados al ámbito social», hasta el punto de comunicarse 618 brotes con 5.767 casos en la semana 26 (28 de junio al 4 de julio), quintuplicando el número de casos de semanas previas.

Los expertos del departamento que dirige Fernando Simón no tienen duda de qué hay detrás de ese boom epidemiológico en el «ámbito social». «La gran mayoría de estos casos están vinculados a viajes con motivos de ocio de personas que se han desplazado a otra comunidad autónoma, reuniones de amigos e interacciones sociales en espacios interiores y locales de ocio, así como eventos organizados», apunta el documento publicado en las últimas horas.

Este fuerte incremento de los racimos infectivos relacionados con el tiempo libre y las interacciones sociales estaría detrás del severo repunte de casos general. Las cifras de Sanidad dan cuenta del importante retroceso de las tres últimas semanas. «La tendencia descendente en la notificación de brotes y casos que se observaba desde la semana epidemiológica 17( 26 de abril a 2 de mayo) se ha revertido en la semana 25 (21 de junio a 27 de junio), con un importante aumento del número de brotes y casos asociados notificados en esta última semana», destaca el CCAES.

Es más, los expertos apuntan a que en la última semana monitorizada, la 26 (28 de junio al 4 de julio), en la que se han detectado 1.096 brotes con 8.642 casos asociados se ha retrocedido a niveles de las semanas 16 y 17 ( 19 de abril al 2 de mayo), justo cuando España tocaba el techo de la cuarta ola.

«El aumento del número de brotes y casos asociados notificados en la última semana se debe casi en su totalidad a brotes vinculados al ámbito social», insiste de manera rotunda el equipo de Simón.

Cuarenta y cinco días. Ese es el tiempo que le ha durado la alegría al sector del ocio nocturno asturiano.Cerrado en octubre, tras la llegada de la segunda ola de la pandemia de la covid, esta fórmula hostelera ha sido la más castigada. Fue la última a la que se permitió abrir, el 28 de junio pasado, y con muchas condiciones: control de acceso, medidores de CO2, mascarilla, nada de baile, todo el mundo sentado en mesas de no más de seis clientes. Incluso de horario: hasta la 1. Tras las quejas llegó el permiso de abrir hasta las 3.

Un horario que será lo único que podrán mantener desde el martes. Eso y la atención en terraza, porque el interior de los locales volverá a quedar vedado para los clientes. La 'ola joven' de la covid, que ha elevado la tasa de positividad al 18,06%, con 611 casos, llevó al Principado a decretar de nuevo su cierre a partir del martes. Como ya sucede en Cataluña, Valencia, algunas localidades cántabras y Baleares, durante dos semanas el ocio nocturno quedará limitado al uso de terrazas. La clausura del uso de interiores llega con prohibiciones para otros sectores. Gasolineras y comercios minoristas no podrán vender alcohol durante la noche.

«La decisión se ha tomado tras analizar los datos de los eventos de alta transmisibilidad en Asturias en las dos últimas semanas, de los cuales se derivan más de diez casos o contactos estrechos. Pues bien, de ellos, el 53% han tenido lugar en establecimientos de ocio nocturno y han dado lugar a dos de cada tres casos y al 79% de los contactos estrechos». Así lo aseguró Miguel Ángel Prieto, el jefe de Alertas y Emergencias Sanitarias de la Consejería de Salud.

En su argumentación, cuenta Prieto que el viernes «se han confirmado 462 nuevos casos, de ellos tres cuartas partes en menores de 30 años, lo que confirma la tendencia de distribución etaria que se ha venido observando». Ante esta situación, asegura, «siguiendo las recomendaciones tanto del Comité Asesor del Principado como del Ministerio de Sanidad, proponemos el cierre del interior de los locales de ocio nocturno». Apunta que, «para evitar que eso signifique el desplazamiento de personas de un espacio a otro, se prohibe la venta de alcohol durante la noche en gasolineras y comercio minorista».

A falta de concretar las medidas, que serán publicadas mañana en el Boletín Oficial del Principado (BOPA), Prieto insiste en pedir «a la población entre 15 y 30 que disminuya, en lo posible su actividad social y los contactos estrechos, debido a la alta incidencia en este tramo etario y que son la población más vulnerable al contagio».

Asimismo, recuerda que «se deben evitar espacios interiores mal ventilados» y, por supuesto, «si han vivido situaciones de riesgo se evite el contacto con personas no vacunadas con pauta completa, especialmente si son mayores».

«Es la puntilla para el sector». El presidente de Otea, la principal patronal hostelera y de alojamiento de la región, José Luis Álvarez, dejó clara su decepción tras conocer la decisión del Gobierno regional. Y no porque no contara con un paso en esa línea («tenemos relación constante y sabemos de la preocupación ante el aumento de casos entre la población joven») sino por la forma y el fondo de la medida. En principio, todo apuntaba a que el próximo miércoles se celebraría una reunión para analizar la situación. En las puertas del fin de la primera quincena de julio, en la que la llegada de la 'ola joven' de la covid ha cancelado reservas y «parado en seco» la contratación de viajes, el sector turístico asturiano esperaba poder realizar un balance y, de tomar medidas, que fueran encaminadas a una mayor vigilancia de los botellones y las fiestas ilegales, así como el cambio de horario y de limitaciones de la oferta nocturna.

Sin embargo, el Principado decidió acelerar los tiempos y decretar el cierre total del interior de la oferta hostelera de noche. «Se está criminalizando al sector», lamenta Álvarez Almeida. En su opinión, esta ola llena de contagios entre jóvenes, pero sin ingresos hospitalarios ni muertes, está marcada «por los botellones. Llevamos semanas exigiendo que se intervenga en ellos y en las fiestas ilegales».

No esconde el presidente de Otea que también ha habido focos en locales. «Pero también llevamos semanas diciendo que se controlen, que intervenga la policía y que, al que no cumpla, que lo cierre. Lo que no podemos es pagar justos por pecadores».

Tiene claro Álvarez Almeida que para los empresarios afectados «es dramático. Cerrar ahora quince días en julio es muy duro. Porque en el verano es cuando esperaban recuperar algo de lo perdido, pero ahora».

Un enfado el del presidente de Otea que ha tenido eco en la Mesa de Turismo de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade). Un organismo que aglutina, además de a la propia Otea, a alojamientos rurales, campings, empresas de actividades turísticos, guías y agencias.

Desde ahí, y hablando como portavoz, el también vicepresidente de Otea, Javier Martínez, aseguró ayer que «nos oponemos con rotundidad al cierre del ocio nocturno. Exigimos al Principado que nos escuche». En su opinión, «el verano era el balón de oxígeno para seguir subsistiendo un sector tan castigado como este», recuerda Martínez, en referencia a que los establecimientos de copas solo han estado abiertos 45 días desde octubre. «Este cierre es dramático, hay empresarios que no tienen para pagar la electricidad del próximo mes»,

Asegura que la Mesa de Turismo de Fade «es consciente de la problemática que supone el incremento de casos entre la gente joven», pero también tienen claro los empresarios «que el sector del ocio nocturno está pagando los platos rotos». Por eso, «nos oponemos rotundamente a que se produzca el cierre, ya que no supone más del 30% de los contagios, según los informes que tenemos».

De hecho, ponen el foco del problema «en los botellones» y de ahí la propuesta de «ampliar el horario del ocio nocturno y más vigilancia en el cumplimiento de las normas». Pide, además, «que el Principado acelere la campaña de vacunación de la gente joven», un acelerón que urge, también, «para las ayudas al sector»

Se refiere a los 10,2 millones aprobados el viernes por el Principado y que podrán beneficiar a unos 400 negocios con ayudas de 25.000 a 35.000 euros.

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