Mayoría en las aulas, minoría en el empleo

Somos más, estudiamos más, somos mejores en algunas materias y competencias (según las estadísticas internacionales de educación), pero las brechas casi invisibles que empiezan en la adolescencia (las que nos hacen preferir Lengua en lugar de Matemáticas, las que nos convierten en víctimas de violencia de género ya desde edades tempranas, por ejemplo) se hacen cada vez más y más grandes hasta convertirse en insalvables cuando se habla de sueldo, puestos directivos, cuidados del hogar, renuncia a la carrera profesional y, como consecuencia de todo ello, de salud. Y también de exclusión.

Porque la pobreza sigue teniendo rostro de mujer, en Asturias y en toda España, y así lo ha confirmado recientemente el informe Arope: de los 187.579 asturianos que viven en situación de pobreza, 107.321 son mujeres, y 80.321, hombres. Cuando la mujer está sola con hijos menores a su cargo, la situación empeora. Es solo una de las muchas brechas que las políticas de igualdad no han conseguido desdibujar, pese a los esfuerzos.

El último censo de población indica que este año hay en Asturias 529.212 mujeres y 483.350 hombres. Mayoría por lo tanto, entre el millón y poco de asturianos. Mayoría también, como es lógico, en las aulas, donde tradicionalmente las chicas consiguen altas tasas de rendimiento y donde ellos tienen hasta el doble de probabilidad de repetir curso que ellas. Las estadísticas dicen que cada vez menos mujeres se conforman solo con la educación obligatoria y que somos mayoría entre los graduados. Las propias cifras de la Universidad de Oviedo lo reflejan: un 53,9% de los matriculados en estudios de grado son mujeres.

Pero esas mismas cifras universitarias ya demuestran una de las grandes brechas: la escasa presencia de las mujeres en los sectores STEAM, esto es, en las áreas de Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas, por sus siglas en inglés. Sin salir de la Universidad asturiana, las alumnas suponen solo el 16,8% de los estudios de Informática y el 31% de las Ingenierías frente a la clara mayoría en Medicina (68,7%) y en Derecho (60,4%). Todas las investigaciones indican que son factores sociales y culturales los que aún determinan esa visión entre estudios y trabajos 'de hombres' y 'de mujeres'. Nunca la falta de aptitudes o capacidades.

Y tras eso llegan el resto de brechas. Y los techos, que ya parecen más que de cristal. Porque somos más estudiantes universitarias, sí, pero menos profesoras e investigadoras, en concreto, el 41,95% de la Universidad de Oviedo. Y si nos centramos en el número de catedráticos, la brecha es ya de enorme magnitud: solo un 27,82% son mujeres.

Las diferencias en el mercado laboral son tantas... Somos mayoría (un 55,7%) entre la población inactiva de Asturias. Y mayoría de nuevo (53,5%) entre la población desempleada. Por tanto, minoría entre los asturianos ocupados (48,9%). Tenemos, por lo tanto, menos trabajo (al menos legal y remunerado) pero es que, además, el que tenemos es peor. Casi tres cuartas partes de los asturianos que tienen una ocupación a tiempo parcial son mujeres. Y somos minoría entre la población ocupada a tiempo completo. Más datos: entre las asalariadas, un 24% tiene un contrato a tiempo parcial, mientras que ese porcentaje entre los hombres es del 14%.

A eso hay que sumar una circunstancia muy importante: los cuidados del hogar. Casi mil mujeres al año dejan sus empleos para hacerse cargo de esos cuidados. Es más: el 100% de quienes han renunciado a su trabajo en los últimos años por motivo de cuidados eran mujeres. De hecho, casi el 31% de las asturianas que están inactivas lo están porque se dedican a las labores del hogar.

Y esos son los cimientos de otras dos realidades: las dificultades para llegar a cargos directivos y la aún enorme brecha salarial. Si se analiza el puesto que los empleados ocupan, el 21% de los hombres tienen cargos de dirección o son mandos intermedios. Entre las mujeres empleadas las que llegan a esos puestos en Asturias son solo un 13,8%.

Por todas esas y otras muchas cuestiones se perpetúa la brecha salarial. Según las últimas cifras oficiales de Asturias, publicadas en el mes de septiembre, el sueldo medio de los asturianos es de 29.574 euros anuales, mientras que el de las asturianas es de 23.792.

La nómina de los hombres de la región está 192 euros por encima de la media nacional, pero la de las mujeres asturianas está casi 600 euros por debajo del promedio. Y eso que el salario femenino ha aumentado un 9% en el último año y que la brecha se ha reducido en más de 800 euros.

Temas

• Futuro en Femenino