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Una terapia de acupuntura. Fotolia
Más de dos millones de españoles sustituyen tratamientos médicos por pseudoterapias

Más de dos millones de españoles sustituyen tratamientos médicos por pseudoterapias

Una encuesta señala que casi uno de cada cinco españoles usa terapias alternativas como la acupuntura o la homeopatía | Casi tres millones de personas creen que las vacunas tienen más riesgos que beneficios

Iker Cortés

Madrid

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Jueves, 22 de noviembre 2018, 16:52

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Casi uno de cada cinco españoles hace uso de pseudoterapias y, lo que es peor, más de dos millones de españoles han utilizado estos tratamientos pseudocientíficos, como la acupuntura o la homeopatía, en sustitución de las terapias médicas convencionales. Es el preocupante dato que arroja la IX Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología.

Elaborado sobre una muestra de 5.200 entrevistas realizadas en todas las comunidades autónomas, este macroestudio mide, entre otros aspectos, la torencia de los españoles hacia este tipo de pseudoterapias. Así, un 32,8% de la población confía mucho o bastante en la acupuntura, un porcentaje que baja hasta el 25,4% en el caso de la homeopatía y hasta el 16,3% en el caso del reiki, la imposición de manos. Más sorprendente, sin duda, es que el 21,6% de la población crea que la homeopatía tiene base científica, un porcentaje que sube hasta el 23,3% en el caso de la acupuntura. El estudio también revela que son las mujeres las que más recurren a estas prácticas: un 24% de ellas frente a un 14% de ellos.

Al hilo de los resultados, el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, ha hecho hincapié en el plan que el y la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, presentaron hace unas semanas para combatir las pseudoterapias que «se ha demostrado fehacientemente que no funcionan». «El Gobierno quiere promover el pensamiento crítico y racional y para ello tenemos que dar ejemplo con nuestra acción, poniendo en marcha politicas en favor de la evidencia», ha explicado. «No se trata -ha aclarado- de influir sobre las creencias personales, sino de ayudar a las personas a distinguir creencias de certezas».

No todo son datos negativos en el estudio. Así, el informe revela que el 91% de los entrevistados reconoce el valor científico de las vacunas y de la quimioterapia. En el primer caso, el 88% de los encuestados piensa que los beneficios superan a los riesgos, una opinión que aumenta entre las personas con más nivel educativo. Eso sí, el 6,4% de la población, casi 3 millones de españoles, cree que las vacunas tienen más riesgos que beneficios, y el 3,3%, alrededor de 1,2 millones cree que su utilidad para la salud es poca o nula.

Prácticas preocupantes

No se queda ahí el documento, que aborda también algunas prácticas que califica como «preocupantes», como que por ejemplo casi uno de cada cinco españoles no se lee los prospectos de los medicamentos, una proporción que aumenta en el caso de los hombres que pasa a ser uno de cada cuatro.

Para Duque, estos datos reflejan lo necesario que es poner en marcha un plan que incorpora, entre otros, una campaña informativa sobre qué cosas funcionan y cuáles no, y los riesgos que conlleva confiar en cierto tipo de prácticas. «El momento de tomar acciones contra las pseudociencias siempre es ayer. Está claro que el plan llega tarde para mucha gente pero informar correctamente sí puede tener un efecto», ha resumido.

El interés por la ciencia

Según el sondeo, el 16,3% de los españoles están interesados por la ciencia como área informativa, una proporción similar a temas como la alimentación (19%), el turismo (18%) o las pensiones (16%). Por sexos, los hombres (19%) siguen más interesados por la ciencia que las mujeres (14%), si bien, en los últimos años el interés masculino decrece y el femenino aumenta.

En cuanto a la forma en la que la población se acerca a la información científica, internet es la vía utilizada (40%), seguida de la televisión (35%), la prensa escrita (6%) y la radio y los libros. Y dentro de internet, las redes sociales son las más utilizadas (4% de los encuestados las utiliza para informarse), seguida de los vídeos de YouTube o paginas similares, con el 39%. Unos datos que apuntan hacia donde podrían ir los tiros de la campaña informativa. «Si se quiere un efecto hay que ir a las áreas donde las personas toman su información», ha explicado la directora de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), organismo responsable del estudio, Paloma Domingo

Asimismo, el 56% de los encuestados considera importante saber sobre ciencia y tecnología en su vida cotidiana y algo más de la mitad (51%) dice tener problemas para comprenderla.

Respecto a la imagen social de la ciencia, los datos revelan que los científicos siguen siendo los profesionales más valorados (con un 4,53) después de los médicos (4,67), los profesores (4,4) y los ingenieros (4,3). En el extremo opuesto están los religiosos (2,3) y los políticos (2,6).

La mayoría de españoles piensa que los científicos están mal remunerados (53,7%) y que no reciben el reconocimiento social que se merecen (58%).

El documento también pone de manifiesto la alta valoración de los españoles por la ciencia, ya que el 61% considera que sus beneficios supera a los perjuicios, frente al 5,7 % que cree que los perjuicios de la ciencia y la tecnología son mayores que los beneficios.

Para el 76% de los encuestados, las aplicaciones científicas más beneficiosas son los aerogeneradores o molinos de viento y la experimentación animal con fines médicos (53%).

Por primera vez, se analiza las actitudes hacia la inteligencia artificial y la robotización en el trabajo, dos áreas en las que los españoles ven muchos o bastantes riesgos: el 39% en la inteligencia artificial y el 46% en la robotización del trabajo.

En cuanto a la educación, cuatro de cada diez españoles cree que su nivel educativo en temas científicos es bajo o muy bajo frente al 12% que lo considera muy alto y el 46% que lo ve normal.

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