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1973. Hace 50 años

La madre en el hogar

Ante la paulatina incorporación de la mujer al trabajo, algunas voces abogaban por su vuelta a las casas

Viernes, 22 de septiembre 2023, 02:46

Los tiempos cambiaban... y se tambaleaba la tradición. «La presencia de la madre en el hogar es una necesidad», comentaba uno de nuestros 'puntos de vista' que, en la sección semanal dedicada a los barrios de Ceares, Coto y Viesques, ponía de manifiesto algunas opiniones de actualidad. «Sin embargo, la mujer hoy día tiende a separarse de él. Aparte de las razones financieras serias que la incitan o que la obligan a ganar una parte del dinero del hogar, la mujer dice que los trabajos domésticos son terribles, monótonos, que le privan de casi toda su libertad y le impiden participar en la vida social, en la que le gusta mezclarse. No comprende por qué debe vivir en la oscuridad, mientras que su marido sale y habla con la gente».

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Algo tan viejo como el propio concepto decimonónico del 'ángel del hogar' o como aquellas féminas a las que, en tiempos de los romanos, ni se les permitía ser ciudadanas ni, ni tan siquiera, andar por las calles. Contra esa realidad, sin embargo, se alzaban voces filosóficas. «Los hombres ven las cosas desde lo alto, de lejos, mientras que la mujer percibe los detalles. el horizonte de la mujer se relaciona más con los problemas prácticos del hogar. El pensamiento y el corazón de la mujer están centrados en el hogar, el marido y los hijos».

Fregar los platos

Como quiera que, a pesar de ese supuesto, había muchas mujeres que renegaban ya hace medio siglo de su dizque 'función natural', nos recordaban la importancia de esa, nuestra misión: las tareas inmediatas eran, en efecto, «fregar los platos, lavar la ropa, limpiar el suelo; platos que se ensuciarán en la próxima comida, ropa que se manchará al día siguiente y suelos que perderán su brillo antes de llegar la noche», pero, en realidad, el producto de todo ello era mucho más elevado.

Ojo al dato: una buena madre, se decía, pondría en circulación «un hijo de 20 años bien preparado para su misión de hombre y una hermosa joven capaz de fundar un verdadero hogar». «Gracias a la presencia de la madre en el hogar, el marido vuelve a la hora a casa», remataba el opinador. Hay que ver, ¡con lo fácil que era llevarse consigo un reloj!

1973. Hace 50 años.

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