Muere a los 112 años Angelina Torres, la persona más anciana de España

La catalana Angelina Torres, la persona más longeva de España, ha fallecido en Barcelona a los 112 años de edad, según ha comunicado el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quien dio a conocer la noticia a través de una publicación en su cuenta de la red social X. «Tuve el privilegio de conocer a Angelina Torres el año pasado. Una mujer sabia, llena de fe y bondad, muy trabajadora y con una gran fortaleza», ha recordado Illa, que expresó sus condolencias a los familiares.

Angelina ha sido la persona más anciana del país durante catorce meses y tras los fallecimientos de la también catalana Maria Branyas -con el récord de longevidad de 117 años-, que murió en agosto de 2024, y la aragonesa Piedad Loriente, que murió a los 113 años en septiembre de ese mismo año.

Nacida el 18 de marzo de 1913 en el pueblo de Bellvís (Lleida), Angelina Torres vivía desde que era pequeña en Barcelona, cerca de la Sagrada Familia, a la que prácticamente vio crecer desde el principio y que pudo visitar recientemente.

Es también en Cataluña donde reside la persona que a partir de ahora hereda el registro de Angelina. Se trata de Carme Noguera Falguera, nacida en 1914 en Olot (Girona) y de 111 años y 81 días. Ella tratará de romper el récord de Angelina y también de la supercentenaria Branyas, que falleció con 117 años y 5 meses, lo que hacía que fuera hasta ese momento la persona más anciana del mundo y la octava más longeva de la historia.

Según la plataforma internacional Longeviquest, portal de referencia que incluye una lista las personas más viejas del mundo por países, la británica Ethel May Caterham, de 116 años, es actualmente la persona viva más anciana del mundo y la británica más anciana de la historia. Además, es la última persona superviviente nacida en la década de 1900. Le siguen la francesa Marie-Rose Tessier y la norteamericana Naomi Whitehead, con 115 años.

Quinta de siete hermanos, Angelina Torres era una niña cuando la familia dejó las tierras leridanas para trasladarse a vivir a Barcelona, después de que su padre falleciera. Con 15 años empezó a trabajar como aprendiz de modista y más tarde trabajó de corbatera para la camisería y sastrería Vehils Vidal, donde ganaba seis pesetas por cada 12 corbatas que confeccionaba.

Tras la Guerra Civil se casó con su novio Josep Martí, con quien tuvo una hija, Mercè, que tiene 81 años. Angelina era abuela de dos nietos, Xavi y Gemma, y bisabuela de tres bisnietos.

En una entrevista publicada en septiembre del año pasado, Torres contaba que nunca había padecido ninguna enfermedad grave, que tampoco iba al médico y que siempre había sido una mujer muy trabajadora y muy sufridora. «Me gustaría que me recordaran como alguien que ha hecho todo lo que ha podido por los demás, pequeños y mayores. Siempre con las manos abiertas, nunca cerradas», decía al tiempo que confesaba que, cada día de verano a las cuatro de la tarde, no perdonaba zamparse un Magnum de chocolate negro y que tampoco renunciaba a tomar su café, «aunque ya sin Baileys».

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