Coronavirus | Los niños saldrán a la calle con un adulto, sin jugar con otros y guardando la distancia

Después de que el presidente del Gobierno anunciara el pasado fin de semana que los menores de doce años podrán salir a la calle a partir del próximo lunes, esta cuestión, la de las salidas bajo supervisión y limitadas de los niños centró ayer buena parte de la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, al frente. Al encuentro, telemático, asistió el consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández, quien aclaró a su término que, aunque se les permita pisar la calle, «los niños no van a poder, probablemente, jugar con otros amigos. Sí podrán acompañar a su padre o su madre a comprar el pan o correr por la acera». El Gobierno central trabaja en el diseño de las pautas que regirán esas salidas, en las que los niños irán acompañados por un mayor, observando ciertas medidas de precaución y «siempre con mucha cautela y evitando cualquier peligro», añadió Pablo Fernández.

El consejero de Salud aseguró que para abordar la próxima fase de desescalada se debe trabajar «con la máxima seguridad» y «manejando las variables que disminuyan la incertidumbre al máximo». Y desveló que la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, también presente en la reunión, comparó Asturias con Murcia a la hora de referirse a las distintas realidades del país a la hora de afrontar la siguiente fase de la crisis sanitaria. Según Fernández, la también vicepresidenta cuarta del Gobierno habría referido que «no es lo mismo para una persona que trabaja en la huerta de Murcia que una persona que trabaja en los hornos de Asturias. Son realidad diferentes y hay que tenerlo en cuenta».

En este sentido, el consejero apuntó que la desescalada tiene que «ser indisoluble de una buena gestión de la crisis sanitaria». Y que es preciso que los ciudadanos «comprendan perfectamente el sentido de cada una de las medidas» que se adopten. «Tenemos que huir de los bulos y dar una buena información al ciudadano», planteó.

Los expertos que asesoran al Gobierno apuntan ya que el siguiente paso en la desescalada, después de dejar salir a los niños, será la autorización para realizar actividad física al aire libre. Eso sí, con una gran lista de limitaciones que todavía se siguen estudiando.

El calendario que se maneja en el Ministerio de Sanidad pasa por permitir la realización de deporte en espacios abiertos en algún momento durante la primera quincena del mes que viene, según fuentes del Gobierno. Pero no cualquier tipo de actividad. No habrá deportes de equipo. Nada de canchas ni de deportes de contacto o entrenamientos colectivos. Solo se podrán practicar deportes individuales, como correr o montar en bici, y siempre en solitario. Seguirán estando totalmente prohibidas, como hasta ahora, las reuniones o actividades colectivas, sean guiadas o no. Tampoco se permitirá la práctica grupal de deportes individuales.

En los borradores con los que trabaja el equipo de Salvador Illa y de Fernando Simón se insiste en tasar muy claramente dónde y cómo llevar a cabo las actividades deportivas, con instrucciones como podría ser la obligatoriedad de utilizar en todo momento mascarillas para evitar la dispersión de gotas de saliva que pudieran servir para transmitir el virus, una medida todavía a debate.

El mayor miedo de las autoridades a la hora de autorizar actividades es que este permiso suponga una eclosión descontrolada de ciudadanos reconvertidos en apasionados 'deportistas', que acaben por colapsar zonas verdes, bulevares, paseos marítimos y parques, impidiendo así guardar las distancias para evitar la transmisión. Ese temor es el que ha hecho que España sea el único país de Europa que prohíbe, hasta ahora, tajantemente el deporte al aire libre y uno de los pocos del mundo junto a la India, Perú, Argentina, Malasia, Filipinas o Bangladés.

El otro gran problema es dónde poner el listón de qué es y no es deporte y el agravio comparativo que esto puede suponer entre diferentes grupos de edad. «Si se deja correr, ¿por qué no dejar andar a las personas mayores cuando ese es su deporte y es este colectivo el que más necesita la actividad física?», se preguntan los técnicos de Sanidad. En el Gobierno estudian con detenimiento las limitaciones que se establecen en países cercanos: horarios diferentes, barreras temporales y espaciales... En Italia, por ejemplo, se puede correr por los alrededores del domicilio, aunque siempre guardando una distancia de seguridad. Francia, por su parte, tras el primer aluvión de corredores, debió endurecer la normativa del deporte, limitando las salidas a los 'runners' a una diaria y a un radio de un kilómetro del domicilio. Todo ello con una declaración jurada. En París han tenido que ir más allá y limitar el 'running' a las primeras y últimas horas del día.

En Bélgica, uno de los países con mayores tasas de contagios del planeta, el deporte no ha estado prohibido en ningún momento de la actual crisis sanitaria. En Alemania, ahora a las puertas de la desescalada del confinamiento, se ha permitido practicar deportes individuales o con los miembros de la familia con los que se conviviera. Los parques y zonas verdes del Reino Unido siguen abiertas para práctica de deportes, aunque las autoridades solo permiten una salida al día.